El pasado mes de abril poníamos la atención en un tema prioritario de nuestra sociedad que desgraciadamente no ocupa el espacio que debería en las agendas políticas y mediáticas. El artículo titulado Alimentación Escolar: “Comedores escolares bajo sospecha” desvelaba una realidad candente y preocupante: la dudosa calidad de la alimentación que reciben nuestros hijos en las escuelas.

En esta ocasión queremos reflejar una visión mucho más alentadora gracias al informe La alimentación escolar en España. Hacia un modelo más saludable y sostenible” coordinado por Andrés Muñoz de Del Campo al Cole, con la colaboración de Abel Esteban de Ecologistas en Acción, José Luís Pozos de CEAPA y Jordi Menéndez de VSF (Justicia Alimentaria Global). Se trata del informe resultante de una interesante investigación que se ha llevado a cabo gracias también a la contribución  económica de más de 250 personas que han colaborado a través de la plataforma de micromecenazgo Goteo www.goteo.org/project/alimentando-conciencias.

Radiografía de la situación

En este informe se hace un análisis en profundidad de la situación del sector de la restauración colectiva del que se desprende que hay una clara tendencia hacia la oligopolización y la imposición del catering en las escuelas de nuestro país, un servicio en aumento que ya utilizan cientos de miles de niños y niñas. En este sentido se defiende la compra pública verde como una vía eficaz que orienta los mercados hacia un modelo económico más justo y sostenible.

Normativa compleja que dificulta la adopción de iniciativas ecológicas y de proximidad, monopolio y concentración del sector, menús poco equilibrados y monótonos como resultado de la subcontratación, falta de transparencia y el hecho de que España se encuentra a la cola en Compra Pública Responsable, son según este estudio algunos de los principales obstáculos para reencaminar la situación hacia vías más saludables y conscientes. A todo ello hay que añadir que la mayor parte de las escuelas no demuestran demasiado interés en convertir sus comedores en un lugar desde el cual educar sobre el importante valor de la nutrición y el respeto al medio ambiente.

Alternativas alentadoras

Después de un exhaustivo estudio previo del sector, en el que este trabajo se adentra en detalle en algunas de las problemáticas más acuciantes de la alimentación escolar, se exponen una serie de alternativas de gran interés para llevar a la práctica. En esta línea se señala que es absolutamente necesario cambiar el modelo de gestión de los comedores para favorecer la producción local y dar apoyo a las pequeñas y medianas empresas así como apostar por iniciativas de comedores responsables que proponen un modelo ecológico, saludable y de proximidad.

Afortunadamente y a pesar de las muchas trabas, cada vez están surgiendo más ideas y proyectos de índole local que apoyan un modelo de esas características y que sensibilizan a la comunidad escolar sobre, por ejemplo, la importancia de crear menús en función de las necesidades nutricionales de los niños y niñas y la posibilidad de utilizar el comedor como un punto educativo donde se aprenda la importancia que supone comer bien. Otro de los aspectos que el informe aborda es el origen de los alimentos, no solo desde el punto de vista nutricional, sino también por su impacto socioambiental para el territorio.

Los comedores alternativos responsables que están inspirados en la agroecología ya forman parte de iniciativas como los Menjadors Ecològics en Cataluña, los Ecocomedores en las Canarias o la Red de Agricultores Ecológicos de Donostialdea. En el País Vasco, en la zona de Duranguesado, la plataforma Berton Bertokoa ya ha introducido los principios de proximidad y de producción ecológica en siete colegios de la comarca, mientras que en Valencia, la asociación La Recovera promueve comedores escolares sostenibles en la provincia. Por lo que respecta a la asociación catalana de Menjadors Ecològics, su fundadora la cocinera Nani Moré, defiende que no se trata sólo de alimentar de forma saludable y reducir los impactos ambientales, sino también de educar sobre una alimentación consciente. Según ella el modelo a promover es “un comedor que quiere alimentar de forma sana hoy, pero también garantizar que se haga mañana”, asimismo se enumeran algunos de los requisitos para que un comedor sea considerado ecológico: consumo diario de verduras ecológicas de temporada y proximidad, al menos el 50%  de los alimentos deben ser de producción ecológica y adquiridos directamente a los productores y hay que ofrecer un proyecto educativo dentro del servicio de comedor para garantizar su continuidad.

También el catering tiene cabida en estos modelos alternativos, principalmente adoptando criterios solidarios y de comercio justo que entran tímidamente en los comedores escolares. Como se señala en el informe, existen algunas experiencias como la iniciativa de José Antonio Cuenca y Julio Torres, dos jóvenes de Madrid, que decidieron aunar su experiencia laboral en informática y hostelería para ofrecer en sus comidas productos elaborados con materia prima de Comercio Justo y de ahí nació Catering Solidario. “Reducimos el consumo de plástico al máximo apostando por envases biodegradables, cubiertos compostables y servilletas 100%  recicladas, además de una gestión rigurosa de residuos, y en cuanto a los alimentos sobrantes de nuestra actividad diaria los donamos a iglesias –explican- Apoyamos el comercio justo no solo ofreciendo productos sino que lo trasladamos a la forma de cuidar a nuestros trabajadores y a nuestros clientes.”

Ejemplos como estos son un soplo de esperanza en el futuro de la alimentación de nuestros hijos en el que las asociaciones de madres y padres cumplen un rol fundamental promoviendo este tipo de iniciativas y haciendo presión en las administraciones públicas para que introduzcan definitivamente cambios en las leyes que fomenten un modelo ecológico y de proximidad.

Autora: MariaJo López Vilalta / Morocha, Licenciada en Ciencias de la Información
Bio Eco Actual Septiembre 2017