Solo, con leche, intenso, descafeinado… El café es una de las bebidas más populares en todo el mundo. Tanto es así que su grano es la segunda mercancía más comercializada en el mercado mundial después de la gasolina. En términos generales, se calcula que más de 25 millones de agricultores participan en todo el mundo en la producción de café en más de 50 países diferentes. Actualmente, y con el aumento del consumo de productos saludables, el mercado del café ecológico tiene una oportunidad para seguir creciendo.
Café ecológico: Superficie y valor de mercado
Según el último informe The world of organic agriculture de FiBL (2021), un total de 709.118 hectáreas de café ecológico fueron reportadas en todo el mundo en 2019, convirtiéndose en el segundo cultivo ecológico más importante del momento, solamente superado por el olivo. Así pues, la producción ecológica ya representa un 6,7% de la superficie total de este cultivo.
La mayor parte del cultivo se concentra en África, que con 330.253 hectáreas representa el 12,5% de la superficie total de café del continente (tanto el cultivo convencional como ecológico) y el 47% de la superficie mundial de café ecológico. En concreto, las mayores áreas de cultivo se encuentran en Etiopía, con un total de 160.307 hectáreas, y en Tanzania, con 81.740 hectáreas. También en términos de superficie, destaca América Latina con 268.418 hectáreas de café ecológico. Por regiones, Perú (con 102.730 ha), México (72.900 ha) y Nicaragua (más de 31.000 ha) concentran la mayor superficie del continente.
El café ecológico es el segundo cultivo ecológico más importante del momento
Si bien es cierto que el informe muestra un descenso de la superficie de cultivo ecológico del café (en 2018 se contabilizaban 20.201 hectáreas más que en 2019), actualmente hay 11.905 hectáreas que se encuentran bajo un proceso de conversión ecológica en todo el mundo. En concreto, Nicaragua concentra la mayor parte de la superficie en transición (8.209 ha), seguida por Vietnam (1.700 ha), Colombia (909 ha), Bolivia (552 ha), Ecuador (261 ha) e Indonesia (218 ha).
Crecen las importaciones
Los datos demuestran que el mercado sigue activo y en crecimiento. En 2019 el volumen de importación alcanzó las 130 toneladas métricas, lo que supuso un aumento del 11,1% respecto al año anterior. Perú y Honduras son los principales países exportadores con un 58% de las exportaciones de café (respectivamente 32% y 26%).
Gran parte de las importaciones fueron de café sin tostar. Se considera que éste conserva mejor sus propiedades organolépticas que el café tostado o molido, motivo por el cual a menudo es preferido por los usuarios finales, como las tiendas especializadas o los mayoristas, tal y como muestra el estudio de la consultora Industry Research.
Tendencias y previsiones de mercado
Por lo que al valor de mercado se refiere, el café ecológico se valoró en 6.800 millones de dólares en 2018, según datos de la consultora Allied Market Research, y las previsiones son optimistas. Se espera que alcance los 12.600 millones de dólares en 2026, registrando una tasa de crecimiento anual del 8,2% hasta 2026.
Según la categoría, el segmento arábica dominó la demanda mundial de café ecológico con una cuota de mercado de aproximadamente el 65%, y se estima que mantendrá su dominio durante el periodo de previsión. Por tipo de envase, el segmento de las bolsas de pie sigue siendo el predominante, aunque se espera que el segmento de nuevos envases (y más sostenibles) como tarros o botellas de cristal tengan un crecimiento importante.
11.905 hectáreas de cultivo de café se encuentran bajo un proceso de conversión ecológica en todo el mundo
Por lo referente a la distribución, el canal físico es el más importante. Los supermercados y los hipermercados representan aproximadamente un 30% de las ventas del café ecológico. Le siguen de cerca el canal de venta online, el que más previsión de crecimiento tiene, las tiendas especializadas y las tiendas de conveniencia.
Una producción ética y sostenible
Por definición, el café ecológico se cultiva bajo un sistema agrícola que reúne una serie de condiciones respetuosas con el medio ambiente: sin utilizar fertilizantes sintéticos, herbicidas ni insecticidas, y bajo los parámetros que ayudan a conservar la fertilidad de la tierra, mejorando la salud del ecosistema y fomentando la biodiversidad.
Es cierto que el café ecológico se vende a un precio superior al del café convencional. Esto se debe a que en el comercio convencional del café existe un desequilibrio importante entre los beneficios que los agricultores reciben y las grandes empresas que comercializan y distribuyen el producto. El comercio convencional se sustenta con grandes explotaciones, una producción intensificada, especulación en los precios y un gran número de eslabones en la cadena comercial que reduce al mínimo los beneficios de los agricultores. Además, en muchos de los países de origen no se respetan los Derechos Humanos, las mujeres tienen prohibido tener tierras a su nombre y la explotación infantil es sistémica. Y muchos de los productos que consumimos contribuyen en el mantenimiento de estas situaciones.
Frente a ello, el Comercio Justo garantiza unas relaciones comerciales más equitativas y responsables. El resultado son productos éticos y de calidad, sostenibles no solo desde el punto de vista ambiental, sino también social y económico. Esto se basa en: seleccionar las materias primas que se cultivan en cooperativas de productores de origen, a menudo formadas por colectivos desfavorecidos, así como mantener relaciones a largo plazo con los productores para asegurar un precio justo en la producción y un margen económico suficiente para que puedan continuar con la actividad y vivir en condiciones dignas. Tal y como indica Oxfam Intermón, frente al 6% del precio final del producto que reciben los productores de café convencional, los de Comercio Justo reciben un 15% de los beneficios.
El Comercio Justo garantiza productos éticos y de calidad, sostenibles no solo desde el punto de vista ambiental,sino también social y económico
Las garantías de la certificación
Es por ello que gran parte de la producción ecológica de este producto se certifica también bajo los parámetros del Comercio Justo. Según los datos recogidos por el International Trade Center (2020), entre el 20,7% y el 49% de la superficie cultivada de café está certificada como ecológica y de comercio justo (Fairtrade).
Elementos como el sabor y el origen distintivos, la calidad nutritiva destacada por los expertos, los factores socioeconómicos y la producción respetuosa con el medio ambiente tienen un impacto sustancial en la industria mundial de este producto y marcan la diferencia entre el café convencional y el ecológico.
AlterNativa3: pionera del comercio justo y ecológico en España
Bajo este concepto trabaja AlterNativa3, una cooperativa española que elabora productos ecológicos y de comercio justo desde 1992. Con el objetivo de ofrecer alternativas responsables, sostenibles y de calidad a los productos de consumo habitual, produce más de 100 toneladas de café de comercio justo y ecológico al año.
Sus fundadores, Rosa y Antonio, fueron pioneros en introducir la alimentación ecológica y el Fairtrade en España a principios de los 90 y en producir café ecológico de origen gracias a su tostadora de café 100% de Comercio Justo, la primera y única de todo el Estado. Desde entonces y hasta hoy, desde sus instalaciones en Terrassa (Barcelona), tuestan café a medida y elaboran producciones selectas, cuidando al máximo las características de los cafés.
AlterNativa3 fue pionera en introducir la alimentación ecológica y el Fairtrade en España a principios de los 90
La materia primera con la que elaboran sus productos proviene de pequeñas cooperativas situadas en África, Asia, América Central y América del Sur, frecuentemente formadas por colectivos minoritarios y desfavorecidos. Los granos de café proceden de los cultivos en sus países de origen, configurando un rango de entre 15 y 18 variedades distintas. Cuando estos llegan a la cooperativa, se combinan, se mezclan y se tuestan a baja temperatura hasta encontrar el aroma y el sabor perfecto. Una vez terminado el proceso, los granos se enfrían y se preparan para su empaquetado, listos para ser distribuidos en tiendas especializadas, establecimientos de la restauración y particulares, a través de la venta online.
Producción extensa y de calidad
Más de 400 productos forman parte del catálogo actual de AlterNativa3. Todos ellos ecológicos y elaborados sin químicos ni tratamientos nocivos para la salud ni el medioambiente. Así lo garantizan los sellos de Comercio Justo (Fairtrade) y ecológico (Euro Hoja), en cada uno de sus productos.
De entre las principales referencias, destacan una gran variedad de café biológico de comercio justo y elaboración local en distintos formatos y sabores: café molido, en grano, dietético, soluble, en cápsulas, en sobres monodosis y descafeinado. Se suman a esta extensa lista las nuevas cápsulas de café de origen biodegradables, presentadas recientemente, y una nueva línea de artículos zero waste en la que no faltan vasos, platos y termos de bambú, para minimizar los residuos y promover nuevos modelos de consumo más sostenibles.
Más allá de la producción
Aunque la maquinaria de tostado trabaja sin cesar, el día a día de AlterNativa3 va más allá de la elaboración de sus productos. Fiel a sus valores, la cooperativa lleva a cabo actividades de sensibilización para dar a conocer esta realidad y proyectos sociales en países del Sur Global para acompañar en su crecimiento a las cooperativas productoras. Entiende el trabajo en red con otras organizaciones que promueven el comercio justo, la sostenibilidad medioambiental y la economía solidaria como la mejor forma de conseguir sus objetivos de crear una sociedad más equitativa basada en el respeto de los derechos humanos y del medio ambiente.
- Artículo en colaboración con AlterNativa3. Más información en: www.alternativa3.com. Contacto: alternativa3@alternativa3.com
Autora: Ariadna Coma, Periodista
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