Nosolocine.net 30/03/2015
Burruezo & Bohemia Camerata en Ankara. Entre oriente y occidente.

Pedro Burruezo en formato de trío, estuvo actuando en Ankara, capital administrativa de Turquía. Le hemos pedido que nos haga un artículo para resumir su aventura turca. Por otro lado, el 5 de abril estará actuando junto a la Bohemia Camerata al completo y la Coral Cypsella, dirigida por Monti Galdón, en Calonge, en su Esgésia de Sant Martí (20h, entrada gratuita, dentro de la programación de la feria medieval de la villa).

El 16 de mayo estará en Apolo de Barcelona, en la programación de Caprichos de Apolo, para presentar de una sola tacada su “La Banda Sonora Maldita” y “Misticíssismus Coralliummm” junto a la citada coral ampurdanesa.

Artículo aquí, por Pedro Burruezo:

Nos contactaron desde la AECID, agencia dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores, para decirnos que habíamos entrado en el catálogo 2015 que se envía a todas las embajadas y consulados de España en todo el planeta. El citado catálogo es la base de la programación cultural de las embajadas en el año en cuestión. No nos aseguraron que nos iban a llamar de algún lado pero, como tampoco nos habíamos presentado a nada, pues “a caballo regalado no le mires el dentado”. Les hablo de septiembre más o menos del año pasado. En enero de 2015 nos vuelven a contactar para pedirnos disponibilidad para un presunto concierto en Ankara. La cosa se concreta en el 25 de marzo. Se trata del Festival de las Artes y la Música de ODTU, la Universidad de Oriente Medio. Una entidad con mucho prestigio en Turquía. Actuaremos en su auditorio pequeño, para unas 200 personas.

Cita con las tres tradiciones del libro

La cita es en el mismo campus universitario, que, todo sea dicho, es como una enorme ciudad. Ankara tiene 6 millones de personas. Estambul, 17 millones. Allí todo es grande y siempre hay gente por todas partes.  Habíamos presentado “Misticísssimus” en formato de trío y/o de quinteto, ya que, siempre, dependiendo del país, de los presupuestos, de los escenarios, de las condiciones, de la disponibilidad, es mejor presentar varios formatos. El agregado cultural de la embajada, José María Davó, es un experto en temas de Oriente Medio y un fiel seguidor de la poesía mística de los/las personas de santidad de las tres tradiciones del Libro. En sus palabras, “cuando vi su propuesta tuve muy claro que tenía que ser para este ciclo. Tengo mucha confianza en que su música venga a poner un poco de paz en estos tiempos tan confusos y, especialmente, en esta zona del planeta donde reinan el caos y el desorden”.

Para nosotros es un gran honor. Estamos muy contentos de haber sido contratados para este concierto en Ankara. Aprovecho para decir que las personas de la embajada española se comportaron con nosotros en todo momento no sólo con una extraordinaria profesionalidad, sino, mucho más, con amabilidad y un trato muy cálido. Casualidades de la vida, el gerente de la embajada es hoy el que fuera líder y cofundador de Círculo de Viena, un grupo muy emergente en la Huesca de principios de los 80, con el que coincidimos en cierta ocasión actuando en la sala Tránsito de la mentada localidad aragonesa. Aunque, eso sí, esta cuestión no ha tenido nada que ver en lo que atañe a nuestra actuación allí. En cualquier caso, fue una alegría coincidir con el miembro de un grupo tan sugerente a muchos kilómetros de casa treinta años después de nuestro primer encuentro.

Mis poemas, mis canciones y mi guitarra

Con mis poemas, mis canciones, mi guitarra y mi búsqueda me planto en Ankara. Me acompañan mis fieles y queridos (y excelentes músicos y personas) Maia Kanaan (viola y voz) y Josep Ramon Roy “Mon” (piano). Los de la embajada están en todo y, antes del concierto, tenemos tres días para conocer la ciudad. Esa ciudad que late entre Oriente y Occidente, como nuestra propia música. Bueno, además, de entre lo oriental y lo occidental, también como la propia ciudad, también lo nuestro renace entre el pasado y el futuro, entre la tradición y la transgresión. Desde que se publicó su primera versión, “Misticísssimus” no ha dejado de darnos alegrías. Aunque parezca mentira, hay un público que quiere tener acceso a creaciones cuya existencia tienen más que ver con lo invisible que con lo visible. Es una gran alegría. Hay vida más allá del indie, ja ja ja.

La gran mezquita de Kokatepe

imageEl segundo día, deambulando por la villa, pues no soy partidario de hacer planes demasiado cerrados, me doy de bruces con la mezquita de Kocatepe.  Me refugio en su inmensidad redentora. Es como un universo vivo. El canto del muecín me emociona. A partir del segundo día, la visito cada jornada. Me llena de paz. Es extraordinariamente bella y su paz me relaja, me sana, me infunde verdades eternas. También visito, con los compañeros del grupo, el hammam histórico; el barrio más popular de la ciudad, Usul; la vieja judería… Es complicado entenderse en Turquía, al menos en Ankara. Nadie habla inglés. Tampoco les hace mucha gracia hablar un idioma que no sea el suyo. Pero, bueno, siempre aparece alguien con pinta de estudiante que conoce el mínimo inglés, como nosotros, para poder saber por dónde llegar a tal o cual sitio, saber qué pone en la carta del restaurante o descifrar el significado de tal o cual cartel.

Algunos puntos neurálgicos de la ciudad recuerdan el aire comunista de los antiguos países del Este. En Kocatepe la belleza del templo y su grandiosidad casi me acongojan. Me siento en casa. Miro hacia arriba y recuerdo el título de Bowles. “El cielo protector”.  ¿Será bien entendido el mensaje de este humilde trovador que, junto a su cohorte de selectos músicos, quiere tender puentes entre el ayer y el futuro, entre lo vanguardista y la Tradición (en términos guenonianos), entre lo de aquí y lo de acullá? Si no me entienden en Catalunya/España, ¿cómo me van a entender aquí? Quizás, en dos o tres décadas, surja una nueva generación de artistas que siga esta senda, hoy embrionaria. Pero, para sorpresa de todos, en todos los enclaves del planeta germina un público ávido de propuestas que no excluyen el legado espiritual de las vías esenciales, sino que lo incluyen. El reclamo de “Misticísssimus” dará buenos resultados en Ankara y actuaremos con la sala llena, todo un lujo.

Un minuto de silencio

De forma previa a la actuación se hace un minuto de silencio por los fallecidos en la tragedia aérea de los Alpes. Una a una, se suceden las piezas del repertorio.  Yo habló en castellano para españoles y latinos, que no son pocos. Maia Kanaan hace a su vez las presentaciones en inglés. Ahí están los perfumes de San Juan de la Cruz, de Rumi, de Ibn Al Arabi, de Rabi’a, de Yasmina de Ronda, de Nicolás de Cusa, de Santa Teresa… Ahí está el anhelo de la unión, la voluntad de retornar a lo sagrado, el deseo de llevar a cabo una experiencia artística que entronque con los orígenes de la música y su vinculación a lo sacro (aunque sin “uniformes”, ni “sándalos”, ni “nuevas eras” fraudulentas).  Ahí están los aires moriscos, los perfumes sefardíes, los retazos de cristiandad medieval y trovadoresca… Siempre, bajo una mirada radicalmente contemporánea, no naturalista. Esto será lo que más acabe chocando al público y, a su vez, lo que le cautive realmente. Canto y tocamos a un ritmo lento. En determinadas piezas, cuando me siento realmente a gusto, la boca me sabe muy bien y recuerdo los besos de mi mujer. En algunos momentos, estamos muy nerviosos. La responsabilidad es grande. En otros, por fortuna, se rompe el hielo y la música empieza a fluir recién llegada de lugares extraños.  Van cayendo poco a poco  “Alhambra Tasawwuf”, “Hesiquia”, “Ebrios de amor divino, Al Kauthar”, que suenan irreverentes. Hoy “Noi ti preghiamo” suena deletérea. Acaban los bises y firmamos muchos discos. Una pareja de jóvenes turcos nos dice: “Muchas gracias por su música”. Nos dan las “gracias”, así, en castellano, varias personas, españolas y no españolas. Nos pasa mucho. Las gentes nos dan las gracias por los conciertos. Es como si fueran algo más que conciertos… Un fotógrafo nos comenta: “Un gran concierto, señores. Gracias por este recital tan hermoso con un sonido tan puro y profundo”. Pero un diplomático danés lo resume todo: “Ustedes hacen música que se remonta a muy antiguo, pero con una visión actual. Suena antiguo y vanguardista. Creo que ustedes son más modernos que nadie”. Sonrío.  Puede ser que este mensaje no haya calado en todas las personas de la audiencia, no lo sé, no lo puedo saber. Sólo percibo la impresión de los que se nos acercan.

Un amigo mevlevi

Desde que llegamos, no paré de preguntar por sufismo, mevlevis, Rumi, dervishes… Anhelaba mucho no ir a un espectáculo de derviches giradores, sino poder conocer a mevlevis de tariqas vivas, sufíes actuales comprometidos en el nunca bien ponderado camino de la compasión. Nada. Prácticamente, nadie sabe nada en Ankara acerca de eso. Los que saben algo… dicen que en Ankara no hay nada, sino en Estambul y Konia. Pero la voluntad del Cielo siempre muestra sus designios de la forma más insospechada. En el hammam histórico, hacemos amistad con un turco, Togal, que habla muy bien el inglés. Se brinda, al salir, a llevarnos a casa. Hablando, hablando, nos dice que es musulmán, de la tariqa de los mevlevis. Estallo de alegría. Antes de despedirnos, quedamos para vernos y recordar al Amado en compañía. Inshaláh que la vida nos vuelva a poner en contacto. Seguro que sí. Togal viene al concierto con su madre, muy emocionada acabado el acto. Nos hacemos unas fotos todos juntos y con su mirada me dice que, efectivamente, el legado de Rumi y de tantos otros místicos sufíes, y de otras tradiciones, sigue vivo en esta música comprometida únicamente con la Belleza, el camino del Amor y la creatividad más allá de todo detalle de cara a la galería. Es muy bonito saber que, allá afuera, alguien te escucha…

Autor: Pedro Burruezo
Artículo Original: www.nosolocine.net/burruezo-bohemia-camerata-en-ankara-entre-oriente-y-occidente-por-pedro-burruezo