CAERM 09/07/2016
Emprendedor, agricultor ecológico y murciano. Entrevista a José Domingo.
José Domingo es un chico joven, cercano, y parece encantado de poder compartir su experiencia de cómo seguir trabajando en la explotación de agricultura ecológica de su padre y disfrutar de ello. Un ejemplo de trabajo y esfuerzo unido a un espíritu valiente y emprendedor, como el de su padre que un día decidió dejar la producción convencional y convertirse al ecológico.
José Domingo Navarro Escribano nos dedica estas líneas para que conozcamos su negocio y su vida, Mirafresh Organic.
La decisión, el paso de cultivos convencionales a ecológicos
Entrar en el mundo de lo ecológico no es una decisión que se pueda tomar de la noche a la mañana. No es únicamente cambiar el término convencional por el término ecológico. Esta decisión entraña muchos aspectos, entre ellos un cambio de mentalidad muy importante. Ser agricultor ecológico supone saber que ya no volverás a tener las facilidades que te da el cultivo convencional, que cuando hay cualquier plaga o enfermedad ésta queda solucionada en cuestión de horas o días. Desde luego cuando te sumas al mundo eco descubres situaciones que jamás se te pasarían por la cabeza. Ahora tengo la experiencia de haber visto con mis propios ojos, que cuantas menos fumigaciones realizas, la ausencia de plagas y enfermedades es mayor, creándose un ecosistema de fauna auxiliar que mantiene el equilibrio de la producción.
Desde luego… ¿quién le iba a decir a mis padres que iban a dejar sus cultivos en manos de insectos y de algún que otro y de algún que otro producto fitosanitario autorizado por las normas de producción ecológica?
Hace 14 años mis padres decidieron cambiar a este tipo de agricultura
Tras muchas horas y años expuestos a productos químicos, surgió la oportunidad de este tipo de agricultura y no dudaron en comenzar la aventura. Al principio fue difícil, las producciones no eran rentables, aunque sí los precios de venta, pero el cambio fue tan brusco que las producciones en cuanto a kilos no eran las adecuadas, y nos hacían tener pérdidas económicas. En cuestión de 4 años esto quedo solventado después de mucho sufrimiento y con pensamiento de abandonar, el trabajo y el esfuerzo ha hecho que consigamos sacar adelante nuestro proyecto. Después de unos años, hoy conseguimos tener una producción casi equivalente a la convencional, con una calidad excepcional, y esto nos hace creer en este tipo de agricultura y seguir adelante.
Una agricultura artesanal
Nuestros valores hacen que creamos en una agricultura considerada limpia, y respetuosa con el medio ambiente, así como con el entorno en el que habitamos; la agricultura ecológica no es una simple cuestión de marketing y comercialización, hemos de tener en cuenta que el planeta y sus habitantes están cambiando y nosotros debemos adaptarnos a sus necesidades. El consumidor de hoy demanda un producto limpio, producido en muchas ocasiones con métodos casi artesanales, ya que una de las cosas de las que no se suele hablar en agricultura orgánica es de la gran cantidad de horas que trabaja un agricultor en su explotación para obtener un producto de calidad. También es crucial que los trabajadores de la finca tengan unos conocimientos adecuados sobre las plagas y enfermedades, para subsanar lo antes posible las dificultades que puedan darse. En Agricultura Ecológica resultan muy importantes los métodos de prevención de dichos problemas.
Seguridad para el consumidor y para el agricultor
Produciendo de manera orgánica no sólo se contribuye en la salud del consumidor, sino en la de los propios agricultores. Este método de cultivar nos ha hecho crecer como agricultores, nos ha ampliado la perspectiva. Muchos productores se han acomodado en los estándares, y en la bioagricultura no sirve, siempre estamos preparados para todo. Resulta curioso como hemos pasado de preocuparnos por ‘cuál es el mejor producto químico’, a ‘qué insecto puede eliminar dicha plaga’. Disfruto con esta enorme biodiversidad, contar con tal cantidad y variedad de insectos en tu finca resulta todo un espectáculo; te preocupas para que esos insectos no desaparezcan e incluso te vuelves fotógrafo y empiezas a fotografiarlos… Representa una aventura que requiere sacrificio, pero bonita a la vez.
El consumidor demanda cada vez más productos ecológicos
Hasta ahora los mercados están respondiendo adecuadamente, hecho que te anima a seguir en este camino. El consumidor cada día valora más un producto limpio; y no solo el consumidor eco, sino existe una creciente sensibilización por parte del resto de consumidores. Este tipo de agricultura ayuda a subsanar algunas enfermedades que sufre el planeta tierra, y eso el usuario lo valora, tal vez esto sea así en mayor medida en países de centro Europa, pero según los expertos en tendencias del sector bio, en cuestión de 2 años España demandará más productos orgánicos.
Quizás el sobrepecio de estos alimentos sea el culpable de su bajo consumo, un alimento con etiqueta bio siempre será más caro, pero confiamos en que con el aumento de la producción ecológica estos precios bajen y puedan estar al alcance de todos.
Algunas dificultades de la Producción Orgánica
Cualquier despisté u error supondrá perder una parte importante de la producción, si a eso le sumamos que la Agricultura Ecológica es menos productiva, ya que no podemos usar productos químicos que aceleren la producción de la planta. Existen dos o tres plagas que son difíciles de controlar, ya que no existen medios para su control efectivo, por lo que me gustaría remarcar que ya que nos empeñamos en hacer este tipo de agricultura, exigimos un mayor esfuerzo por parte de los organismos para que inviertan más en investigación.
La Agricultura Ecológica es el camino
Como dicen los expertos, en el que incluyo a mi padre, la agricultura ecológica es una agricultura creativa, una agricultura viva donde las plantas e insectos toman protagonismo, y las manos y la experiencia del agricultor lo son todo. Te preocuparás más porque no te pique ningún insecto, que por ponerte la mascarilla y el mono para fumigar. Y dejarás de ver la hierba como un problema, sino como una solución para que convivan en paz y armonía estos insectos.
A día de hoy no nos planteamos salir de este tipo de agricultura, desde luego es el camino.
