Según el reciente informe de residuos de plaguicidas en alimentos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), el 46,7% de las 84.341 muestras de alimentos examinadas contienen residuos de pesticidas.

En concreto, el 2,8% tenían pesticidas por encima de los límites legales y 43,9% tenían residuos de plaguicidas, pero por debajo de estos límites.

Este número ha aumentado respecto a años anteriores. Nos guste o no, los plaguicidas se han convertido en uno de los principales ingredientes de la comida europea.

El porcentaje de frutas y verduras con residuos de varios pesticidas (o residuos múltiples) ha aumentado hasta el 28% del total de las muestras

De hecho, desde el 2006 el porcentaje de muestras contaminadas por múltiples tóxicos no baja del 26%, algo muy preocupante por la falta de estudios científicos que evalúen el efecto en la salud de varias sustancias combinadas, el llamado efecto cóctel.

Si se examinan los resultados por productos individuales, los porcentajes con residuos pueden ser más elevados, como ocurre con las uvas en las que se detectaron plaguicidas en el 77,3% de las muestras, mientras que el 58,3% contenía residuos múltiples (página 37 del informe de la EFSA).

Los datos de este informe se refieren a las muestras tomadas a lo largo del año 2015 en toda Europa, de productos internos e importados, convencionales y ecológicos.

El orgullo injustificado de la EFSA

A pesar de estos resultados, la EFSA anuncia con orgullo que el riesgo para la salud de los consumidores sigue siendo bajo ya que el 97,2% de los alimentos analizados está dentro de los límites permitidos por la legislación de la UE, los llamados Límites Máximos de Residuo (LMR).

Pero como Ecologistas en Acción denunció en su estudio “Directo a tus hormonas, guía de residuos de plaguicidas disruptores en alimentos” el hecho de que los residuos de pesticidas se encuentren por debajo de los límites legales no protegen a la población por tres razones:

  1. En primer lugar para muchos de estos pesticidas, los que afectan al sistema hormonal o disruptores endocrinos, cualquier exposición, incluso muy inferiores a las de los límites legales, pueden causar daños que van de malformaciones a daños metabólicos, neuronales y cáncer en órganos hormonodependientes.
  2. A este hecho hay que sumar el efecto combinado de múltiples plaguicidas, que hace que los límites permitidos no son seguros en absoluto, ya que se calculan en evaluaciones de sustancias individuales, no de mezclas.
  3. En tercer lugar, los límites legales (LMR) son propuestos a la Comisión Europea por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria tras realizar las evaluaciones de riesgo de cada plaguicida. Hasta el año 2008, cada Estado miembro podía establecer sus propios LMR, pero para facilitar las importaciones y exportaciones de alimentos y piensos se decidió armonizar estos límites en toda la Unión Europea. En algunos casos esto supuso un aumento de los niveles de residuos de plaguicidas permitidos. Al ver que muchos de estos límites armonizados suponían un alto nivel de riesgo, la EFSA se ha visto obligada a revisar muchos de los LMR a la baja.

Para los pesticidas disruptores endocrinos la única opción segura es que no haya residuo de pesticida

Por desgracia, según los datos del último informe referentes a productos vendidos en 2015, el porcentaje de verduras y frutas sin residuos de plaguicidas detectables disminuyó considerablemente hasta el 53,3% (ver imagen inferior).

pesticidas en alimentos
% de frutas y verduras sin pesticidas detectado

Hans Muilerman, químico de PAN-Europa, destaca: “Cuando observamos la forma en que la EFSA comunica estas cifras año tras año, da la impresión de que su función es garantizar un sentimiento de protección a los consumidores europeos en lugar de proteger eficazmente la salud de los ciudadanos de la UE . Hace 10 años, se pidió a la EFSA que evaluara el riesgo de exposición a múltiples residuos de plaguicidas. Hasta ahora no se ha aplicado nada, a pesar de la evidencia de que el método actual no es seguro”.

Según Angeliki Lysimachou, toxicóloga ambiental de la Red de Acción contra los Plaguicidas, PAN Europa “Es una locura que la norma sea que los alimentos estén contaminados con plaguicidas. La seguridad de estos productos químicos se basa en modelos teóricos completamente sesgados. Con todas las enfermedades que se manifiestan tras la exposición crónica a los tóxicos, los reguladores deben actuar con responsabilidad y poner fin a las exposiciones diarias a pesticidas. Si no es por nuestro bien, entonces por el bien de nuestros hijos”.

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stopglifosato logoFuente: Ecologistas en Acción – Blog Libres de Contaminantes Hormonales