Parece que en medio de tanto afán personal hacia nuestros intereses nos olvidemos de quien organiza BioCultura, como si fuera un programa de software y se tuviese que actualizar con independencia y regularidad absoluta.

Si, quizás de aquí unos años las ferias ecológicas estén organizadas por robots y los expositores también estén robotizados para así poder atender con plena humanidad a los asistentes profesionales y no profesionales… por ahora aún funciona todo con seres humanos al frente, con sus virtudes y defectos , digo esto porque las cosas no se solucionan con una varita mágica.

Lo que sí es un hecho es que en esta 24 Edición de BioCultura Barcelona aumentó el flujo de visitantes y el volumen de negocio; la falta de espacio del Palau Sant Jordi ha sido compensada en parte  por unos exteriores de lujo donde tomar el Sol y donde restaurarse era un placer; nuevas áreas en carpas, y  espacios dedicados a las ong’s y prensa y una ganas tremendas por parte de la organización de BioCultura de que nos encontremos bien en el Palau Sant Jordi y lo han conseguido. Excepcional la cobertura por parte de televisiones y radios estatales y locales.

Algunos me diréis que solo ha sido un parche y que los espacios de los Pabellones 1 y 2 eran los mismos con restricción de metros, ¿pero qué familia no discute bajo el mismo techo?, todos estamos ahí pendientes de avanzar y mejorar y debemos de adaptarnos durante esta transición que seguro que será para mejorar en breve.  No gusta escuchar por boca de unos pocos que a esta feria le quedan dos telediarios, o “como que esta gente no encuentra una solución,…”, quizás detrás del pragmatismo económico  de unos pocos no haya alma y podrían quedarse en sus oficinas y estaríamos más anchos…

Paciencia y voluntad. Nos veremos en octubre en Valencia y en noviembre en Madrid para seguir con BioCultura, la feria por excelencia de productos ecológicos y consumo responsable más entrañable de nuestras vidas…

Enric Urrutia, director de Bio Eco Actual y Bueno y Vegano