Marta Gandarillas, periodista colaboradora de Bio Eco Actual, entrevista a Josep Pàmies para el Bio Eco Actual de Julio-Agosto 2017.

Josep Pàmies, el agricultor de la Dulce Revolución, ha sido absuelto del supuesto delito contra la Salud Pública, por el cultivo compartido de marihuana para uso terapéutico por el que la Fiscalía le pedía una pena de dos años de cárcel y 16.000€ de multa.

A sus 69 años, este incasable luchador, hijo de horticultores no tiene miedo, ya había asumido que podía ser condenado  y sabe que, aunque ha ganado esta batalla, tendrá que haber otras, porque como él dice “hay otras plantas como la stevia y demás pero “ninguna planta es ilegal” (lema también de la última campaña de Dulce revolución) y menos si es para el bien común”. Como dice en su mensaje de agradecimiento de Facebook “cuando las cosas se hacen desde el corazón nadie puede pararlo”. Pàmies estuvo hace unos días por Madrid y como muchas veces sucede, la vida dispuso que tuviera la suerte de conocerle.

Desde luego él me lo puso fácil.  Y en medio de un programa bien aprovechado en su visita a Madrid, me hizo un hueco en su agenda y allí que me vi, en el restaurante el Vergel, sentada a la mesa como una más de la familia, junto a su mujer Rosa Mari, Lola Roma y Manolo Vilchez, de la Dulce Revolución y Juanfe Carrasco, actual coordinador de la Iniciativa Ciudadana Europea contra el glifosato de la plataforma WeMove.EU.

Este hombre de trato fácil y cercano, de tono pausado pero discurso rápido y mente despierta, llegaba de dar dos conferencias seguidas porque en la primera no había podido entrar todo el mundo en la sala. Ya en los postres, robándole algo de tiempo a su merecida siesta, respondía así a mis preguntas para Bio Eco Actual.

Fue ya con 50 años cuando diste un giro a tu vida, cuéntanos un poco ¿qué te llevó ahí?

Cuando me doy cuenta de que me he equivocado con la revolución verde, mis tierras están ya supermedicalizadas y no rendían ya lo que habían rendido. Me encontraba mal, tenía vómitos, diarreas…, porque un agricultor además de comer la misma porquería que produce, al tratar con pesticidas y demás, recibe más veneno por inhalación y contacto (antes además no había las protecciones de ahora). Otros agricultores ecológicos ya me advertían.

Un día me piden stevia, yo no la conocía y me puse a buscar e investigar. Encontré una asociación de padres de niños americanos que habían muerto por culpa del apartamo de la CocaCola (esos padres decían que si la CocaCola se hubiera hecho con stevia, como se llevaba haciendo hace años en Japón, y si sus hijos hubieran podido tomar la hoja de la stevia, posiblemente se habrían curado)

Sembré esta planta y la regalaba para ver si la gente se curaba. Empecé a investigar otras plantas y vi que estaban superestudiadas científicamente y nadie hablaba de ellas. Luego el kalanchoe… Ha sido una revolución lenta de 15 años en la que se han ido incorporando nuevas plantas a raíz de este hecho. Y así se desencadenó todo, al comprender y darnos cuenta de que nos habían engañado a nivel de agricultura, a nivel de farmacia. Qué casualidad que las mismas empresas que envenenan los campos son la mismas que te venden el medicamento y que te venden las semillas… Cuando te das cuenta de todo eso pues dices, tengo bastantes años ya, no tengo tiempo que perder y he de mostrar mi indignación por el engaño que he sufrido, por los años que me han quitado. No quiero que esto suceda ni a mis hijos ni a mis nietos ni a los nietos de los demás.

Yo de toda la vida he estado en movimientos sociales, políticos, sindicales de los que me he desengañado (…) Nosotros hemos querido crear movimientos horizontales, sin verticalidad donde no haya presidentes ni secretarios, si los hay es a nivel formal. Lo que hago en estos momentos es en realidad lo que he hecho toda la vida, guerrear pero en un campo que me gusta y que veo que es útil. Treinta y pico años de mi vida he guerreado para la inutilidad y me he hartado de la estructura política y sindica. Hemos creado asociaciones como “Dulce revolución”, “Som lo que sembrem” (Plataforma para la Cataluña libre de Transgénicos”) que son plataformas asamblearias, grupos homogéneos donde las discusiones no son eternas, somos prácticos nada de ese asamblearismo pesado en el que, por un punto, por una coma tienes que discutir días. Consenso, si, pues ya está. Si tienes diferencias aporta pruebas y cambiaremos porque no somos sectarios. Estos movimientos que hemos creado están dando resultado porque son alimento para otras iniciativas que se forman igual sin necesidad de crear otra estructura vertical. Nuestra idea es lo que importa, si es buena, otros lo aplicarán. Compartiendo la idea otros se organizan autónomamente con otros nombres para parecer lo mismo o algo superior y al estar en contacto nos intercomunicamos y nos beneficiamos de la experiencia de cada grupo que vamos conociendo aquí en España, en Latinoamérica o EEUU. Y poco a poco vas conectando sin conocerte porque sabes que en el fondo hacen lo mismo por sus webs y sus informes. Es la horizontalidad de la sociedad que va a cambiar el mundo porque se generan auténticas mareas de gente sensible sin depender de un vértice piramidal y cuando tienen que atacar la idea, lo tienen muy difícil, atacan a las cabezas visibles pero hay miles no visibles que están haciendo lo mismo.

¿En qué momento y cómo arranca la “Dulce revolución”?

Cuando hay una saturación con la stevia, fue demasiado impacto. Trabajaba en casa a pleno rendimiento tenía que atender a mucha gente, tenía también las plantas de Kalanchoe. Entonces los compañeros de Slow Food plantean hacer una asociación para conseguir más voluntarios para todo esto de la salud, las plantas….  Y para poder absorber todas estas inquietudes. Así empezó primero Lola (cobrando medio sueldo, luego uno) Ahora estamos con 6 personas trabajando en la asociación generando noticias, ideas, talleres… pero solo en Cataluña. No queremos expandirnos más.

Josep Pàmies
Josep Pàmies ha sido absuelto del supuesto delito contra la Salud Pública, por el cultivo compartido de marihuana

¿Por qué esto?

Si te expandes a nivel organizativo, necesitas control para que la idea no se pervierta y más personas ya supondría crear otra estructura vertical que es precisamente lo que no queremos porque ése ha sido el fracaso de las sociedades actuales (…) no queremos movimientos en los que sea apetitoso gobernar, sino que sea apetitoso participar porque crees en ello y quieres colaborar con tu trabajo. Eso es diferente a unos arriba otros abajo. Lógicamente con una mínima estructura para que los voluntarios puedan trabajar.

¿Cómo ves la agricultura ecológica a día de hoy?

La agricultura ecológica está creciendo pero es una agricultura ecológica industrial y por tanto, cuando haya crecido bastante habrá que volver a la de proximidad, a la agroecología porque esa agricultura ecológica industrial hará que cualquier producto que viene de miles de kilómetros de distancia se venda en tu territorio porque tiene un certificado. Sería reproducir el modelo de la revolución verde pero en ecológico y esto sería un error. Ahora, bienvenido sea un incremento de la agricultura ecológica, aunque sea en ese modelo industrial, porque hace falta que la sociedad esté mejor alimentada. Luego ya se verá que hay que consumir de proximidad para no deslocalizar economías.

Tú hablas mucho de insumisión intelectual ¿qué quieres decir con ello?

Que todo lo que has aprendido tienes que desaprenderlo y quedarte con el grano y no con la paja. Siempre hay que poner en duda todo y hacer tu propio análisis, tu propio camino científico, vivencial o experiencial, porque nunca sabemos dónde está la verdad aún. No hay una verdad total, hay medias verdades estamos en un camino…

¿Es el miedo el gran obstáculo para la sociedad?

El miedo y la comodidad son el gran obstáculo para la sociedad. La gente es cómoda. Yo digo, muévete porque también depende de ti. Por otro lado, si tú tienes miedo no das los pasos correctos. Las suposiciones que nos hacemos en la vida casi nunca se cumplen, una de cada de cada mil. Nos perdemos novecientas noventa y nueve oportunidades que, por miedo, hemos dejado pasar.

En tu opinión, ¿qué se podría hacer para que el producto ecológico llegue más a la gente?

El llamamiento sería al ciudadano a cuidar su salud y a ser responsable. Está en la propia sociedad incentivar el ser autosuficientes en alimentación, plantas, energía…. Son pasos lentos pero esto está cambiando ya. Estamos viendo que MC Donald ha cambiado el rojo por el verde, está a punto de sacar hamburguesa vegetariana. CocaCola, en EEUU, ha comprado la mayor distribuidora de productos ecológicos de EEUU porque sabe que su negocio se está hundiendo y sabe que el negocio está ahí. Por lo tanto, la sociedad está marcando tendencia sin que los gobiernos ayuden. Estamos en lo correcto, es lento pero vamos bien y creo que en unos años se habrá dado la vuelta a la tortilla.

¿Qué se sabe de los estudios científicos sobre las plantas medicinales?

Hay 45.000 plantas estudiadas científicamente. Estos estudios están publicados en abierto en buscadores médicos. Planta que creas que no está estudiada, está estudiada, pero a fondo ¿eh? Los estudios están hechos con ratones o con monos pero cuando ven que funciona se espantan y los retienen. De ahí sacan una molécula (no todas porque podrían curar) y en humanos ya no prueban la planta entera porque entonces ya no hay patente y no hay negocio. Lo que prueban es una molécula, la copian, la sintetizan y la patentan. Así sacan un medicamento con la idea que ha dado la planta. Esto es una vergüenza porque por eso los medicamentos están provocando todos esos efectos secundarios tan perjudiciales. La mayoría de los medicamentos salen de la idea de alguna planta pero luego al sintetizar y extraer solo una molécula es cuando las propiedades varían y se producen efectos secundarios.

¿Por qué es la marihuana una planta con tantas propiedades?

Manuel Guzmán de la Universidad complutense de Madrid lleva años investigando y realizando multitud de estudios: para el cáncer, esclerosis múltiple, epilepsia, glaucoma… Es increíble hasta dónde puede llegar. En Dulce Revolución la estamos utilizando hasta en bebés con tumores cerebrales. La utilizamos con las dosis justas para que no te coloque, haciendo tinturas y midiendo las gotas.

La Organización Médica Colegial está muy nerviosa porque ven que dentro de la Sanidad Pública está entrando el reiki, la acupuntura, consejos de plantas, de dieta alcalina… y quieren perseguir a terapeutas, médicos, charlatanes como yo… y quieren cerrar nuestras web porque dicen son un “peligro público” pero no se dan cuenta, pobres desgraciados, de que estamos cumpliendo con la OMS y con su programa “Estrategia de 2014-2023” para incorporar las terapias naturales en la Sanidad Pública. Así que todo este lío visualiza más, de cara a la opinión pública quién nos gobierna y quién está delante de los colegios médicos

Parece que el veganismo se ha puesto de moda ¿qué te parece esto?

El veganismo está muy bien pero no podemos ser radicales porque hay miles de millones de personas que no pueden cambiar de un día para otro.

Hay que hablar en un mensaje de que, con el veganismo no habría hambre en el mundo porque, con lo que comen millones de animales innecesarios, comerían dos planetas más

Y si las vacas que no comen carne, hacen tantos kilos de proteína, el ser humano también puede;  el único inconveniente sería la falta de vitamina B12 que se puede suplir, por ejemplo, con Vit B12 sintética. Si bien es cierto que en casos de cáncer o algunas enfermedades metabólicas si sería necesario un veganismo más radical, si se puede y si no, consumir un poquito de pescado fresco (en lugar del de piscifactoría) o ternera ecológica. En este mundo en el que hemos abusado de las carnes, de los quesos, de la leche, estamos provocando una deforestación porque la mayor parte de alimento es para animales innecesarios y mientras tanto mueren 2 millones de niños al año de hambre, esto es una vergüenza.  Así que ole ole y ole por los veganos. Yo aún no lo soy del todo pero ahí estoy poco a poco. En esa línea tenemos que caminar pero sin radicalismos porque si no la gente no va a seguir por ahí.

¿Y los transgénicos? ¿Tienen sus días contados?

Bueno los días contados no lo sé pero esto también se está desmontando por el propio camino de numerosos científicos que dicen provocan cáncer, alergias… Ha sido todo un engaño y eso de que el mundo iba a ser autosuficiente, una mentira podrida porque los agricultores que no siembran transgénicos son los más rentables porque el transgénico no produce tanto, produce mucha más humedad y toxinas.. Esto no va a ir a más, va a ir a menos, lo que pasa éste es un país atípico y aquí hay mucho transgénico pero en el resto de Europa no es así.

¿Ves con esperanza el futuro?

El futuro es ya el presente, que es mejor que hace unos años. Por eso están tan nerviosos los poderes políticos, económicos, farmacéuticos…está ya aquí. Ya está cambiando, a pesar de ellos estamos cambiando.

¿Qué consejo darías a los jóvenes?

Les diría como en un libro del médico vasco  Nico Landaburu, “cuídate compa, espabílate que nadie te va a cuidar”.  Mira lo que comes lo que bebes lo que piensas… Una copita está bien pero dos no, si tomas azúcar mejor panela, no esperes a última hora a regenerarte o cambiar porque puede que no tengas tiempo.

Te he oído citar otras veces a Gandhi, ¿qué destacarías de su mensaje?

Ese mensaje de “yo no ataco, que me ataquen”, su pacifismo (…) pero hacer lo que yo pienso. No pidas el cambio “Sé tú el cambio”. Si tu ejecutas tu vida con dignidad y con justicia y eres justo con los demás y contigo mismo, ese cambio va a inspirar a otros a tu alrededor. Desobediencia sí, pero no violenta. Haz tu vida en coherencia con tu ser interior y su frase de “sé el cambio que quieres ver”.

Autora: Marta Gandarillas
Publicado en Bio Eco Actual Julio-Agosto 2017

2 COMENTARIOS

  1. Deberías ser diabético, y ver lo que esté señor hizo con nosotros con la stevia, lo mismo mañana tienes un hijo diabético, verás como no piensas igual, cuando investigues un poco te darás cuenta que lo que dicen los medios de éste hombre es todo manipulado y con medias verdades, créeme.

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