Amigos de la Tierra . – El polémico tratado comercial entre la UE y Canadá, CETA, ha empezado a aplicarse de manera provisional a pesar de no haber sido debatido y votado por la mayoría de Estados miembro. Desde Amigos de la Tierra denunciamos que su entrada en vigor: se trata de una decisión unilateral que representa un atentado contra los intereses democráticos de la ciudadanía europea.

Llevamos años denunciando las consecuencias de este tratado para la ciudadanía, la economía local y el medio ambiente. Es necesaria una revisión en profundidad de la política comercial europea para hacerla más transparente y democrática, y capaz de abordar los desafíos actuales. Lejos de contribuir a esto, el CETA intensifica las desigualdades sociales y exacerba los impactos del cambio climático.

CETA entra en vigor antes de que los países europeos lo aprueben

El CETA arranca con una salida en falso. Esta aplicación provisional ahonda en la naturaleza antidemocrática de este acuerdo que sigue levantando ampollas en muchos países de la UE, donde los parlamentos aún no lo han ratificado. En el caso del Estado Español, el Gobierno ya ha iniciado la ratificación del tratado en las Cortes Generales, aunque está pendiente su discusión y votación en el Senado.

Desde la campaña No al TTIP hemos exigido a los grupos parlamentarios que rechacen su ratificación. Del mismo modo junto a nuestros compañeros de toda Europa, hacemos un llamamiento a todos los parlamentarios para que asuman su responsabilidad y lo rechacen.

Las grandes movilizaciones ciudadanas por toda Europa frente al CETA y al TTIP, el tratado comercial entre la UE y EE.UU., muestran la gran oposición existente. Estos tratados conllevan graves riesgos para la ciudadanía europea, poniendo en peligro los derechos de los consumidores, la seguridad alimentaria o las políticas energéticas y climáticas.

Tendrá tribunales privados fuera del control público

Por el momento, los tribunales de arbitraje e inversión, otro de los puntos más controvertidos de estos tratados, están fuera del acuerdo provisional, aunque entrarían en vigor tras ratificarse en todos los parlamentos estatales. El sistema de tribunales de inversión permitiría a los inversores extranjeros demandar a los gobiernos por defender políticas públicas legítimas.

Hace dos semanas, el Gobierno Belga instó al Tribunal de Justicia Europeo a que analizase las posibles incompatibilidades del CETA con el resto de tratados europeos. Los expertos en derecho señalaron que los tribunales de inversión contemplados en el CETA amenazan la democracia de los Estados Miembro y las decisiones de los tribunales europeos.

El CETA es un acuerdo cuyo principal objetivo es favorecer los intereses de multinacionales

La gran oposición al CETA debería ser una clara señal para que la UE replantee su política comercial encaminándola a contribuir a un escenario presente y futuro donde los derechos de la ciudadanía estén por encima de los inversores extranjeros.

Fuente: Amigos de la Tierra 

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Bio Eco Actual Septiembre 2017