Roba Estesa. Grupo feminista y ecologista sin rodeos, repite este año tercera participación en el Festival BioRitme. Introduciendo letras rompedoras y con un mensaje transformador social potente, el septeto femenino de folk catalán presenta este 2018 Desglaç, el nuevo álbum que es una “oda a la colectividad”.
Este 2018 ha presentado Desglaç. ¿Qué debemos deshelar?
Desglaç es unir las llamas de todas aquellas realidades esclavas y súbditas de unas fuerzas dominantes que congelan la acción humanitaria, coincidir en el acto de empoderamiento y en la experiencia del liberarse. Entendemos que juntas somos más fuertes y por eso apelamos a una lucha colectiva que una las individualidades de cada una. Es de esta manera como se pueden comenzar a deshelar todas estas realidades herméticas, rígidas y absolutas que nos oprimen.
Vuestras letras son conciencia pura en temas tan importantes como la lucha feminista o el ecologismo. ¿Qué se necesita para que estas ideas calen en la sociedad?
La música es una potente herramienta creadora de identidades, es un espacio de empoderamiento que nos permite proyectarnos y poner sobre los escenarios los tabúes sociales. Pero para que todas estas ideas penetren en la sociedad es necesario que haya un trabajo y una voluntad por parte de todas. Si queremos hacer llegar la lucha feminista a través de la música primero es necesario que haya quien programe mujeres en los festivales, hay que apostar por políticas de igualdad, hay que creer en la necesidad de crear referentes, hay que creer en el potencial de poner ideas políticas sobre los escenarios. Y lo mismo ocurre con el ecologismo, es decir, debemos estar dispuestas a revisar nuestras prácticas y a rectificarlas, pero se necesita también que esto tenga una incidencia colectiva y no sólo individual porque, como decíamos antes, es a través de la lucha colectiva que podemos cambiar el status quo.
Vive el concierto de Roba Estesa el sábado 25 de Agosto en el Festival BioRitme (Pantà de Sau)
Veganismo, feminismo, ecologismo… ¿Nos podemos abrazar a nosotras mismas sin abrazar lo que nos rodea? ¿Hasta qué punto la lucha debe ser interseccional?
En el momento en que somos individuos atravesados por diferentes ejes identitarios y, por tanto, opresiones diversas, se hace patente la necesidad de una lucha que entienda la propia identidad como una suma de todos estos elementos que se solapan desde diferentes dimensiones. El enfoque interseccional nos obliga a estar alerta a toda una serie de contextos que están en constante movimiento, porque las formas de opresión se reconfiguran en los diferentes contextos sociales y culturales. Es necesario revisar constantemente, ser conscientes de qué opresiones nos atraviesan, pero también de cuáles son nuestros privilegios, y a partir de ahí saber cuál es nuestro lugar en las diferentes luchas y, por tanto, saber cuándo tenemos que dar un paso adelante o un paso atrás. Se trata de una afiliación que se basa en el vínculo de lo común, que es la liberación de opresión, pero es necesario que las diferentes luchas comporten unas fuerzas exclusivas que no articulen la utopía de la superación de todas ellas en la superación de una causa particular.
Alimentación ecológica y de proximidad. ¿Qué valor le dais y qué creéis que habría que hacer para que su consumo aumente?
Creemos firmemente en un cambio de nuestras pautas de consumo. El modelo neoliberal de desarrollo propio del contexto capitalista en el que nos encontramos ha normalizado el hecho de entender la naturaleza como una propiedad privada, legitimando así una industria extractivista muy agresiva que privatiza la tierra y genera unos modelos de consumo que son del todo insostenibles. Debemos poder reformular la manera como entendemos nuestra relación con el entorno, entender que la naturaleza no es ilimitada, que no es un recurso económico. Debemos plantear un cambio de conciencia.
“Creemos firmemente en un cambio de nuestras pautas de consumo”
¿Qué representa para vosotras el Festival BioRitme?
Este es el tercer año consecutivo que participamos en el Festival BioRitme y si lo hacemos es porque creemos en los valores y las dinámicas que propone. De hecho, el BioRitme es uno de los pocos festivales de Cataluña que se ha preocupado por introducir una política de género en su programación. Siempre que hemos participado en él nos hemos sentido muy bien acogidas y siempre hay algo que nos hace volver. Desde el escenario damos mucho valor a las dinámicas de reciprocidad que se dan con el público y estos dos últimos años hemos experimentado la creación de una relación especial con el público que siempre acabamos recordando durante el resto de la gira.
Autor: Oriol Urrutia, Co-Editor
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