Queda poco para Semana Santa -del 14 al 21 de abril (hasta el 22 en algunas comunidades autónomas)- y toca ir haciendo planes. En Bio Eco Actual os proponemos cinco destinos en España para pasar estos días tan esperados.
Durante Semana Santa muchos rincones de España se transforman: los habitantes viven con intensidad e ilusión festividades tradicionales, algunas de ellas declaradas de Interés Turístico Internacional, como la Semana Santa de Sevilla y la de Cuenca.
Sevilla, la capital andaluza, es un clásico para estas fechas y se convierte en una de las ciudades más demandadas por los viajeros. Los costaleros cargan en sus espaldas las imágenes de vírgenes o cristos, adornadas con esmero para la ocasión, en procesiones por las calles del casco antiguo. Los nazarenos, quienes cubren su rostro en señal de penitencia, los acompañan. La procesión más popular, en la que participan las hermandades más antiguas de la ciudad, es la de La Madrugá, que se celebra la noche del Jueves al Viernes Santo.
Aprovechando que estás en Sevilla no puedes perderte la famosa Giralda, el Real Alcázar y la Catedral, que, junto con el Archivo de Indias, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El Museo de Bellas Artes es la segunda pinacoteca más importante de España, famoso por sus obras de arte barrocas, entre las que destacan las de Zurbarán, Murillo o Valdés Leal. También déjate llevar por las calles del barrio de Triana, visita un tablao de flamenco y tapea de bar en bar. Durante esta época, podrás degustar torrijas, pestiños y potaje de garbanzos con bacalao y espinacas.
La Semana Santa también se vive con fervor en la ciudad de Cuenca: su casco antiguo medieval se convierte en el escenario de procesiones que se suceden durante toda la semana. Destaca la procesión Camino del Calvario, conocida popularmente como las Turbas, que se celebra en la madrugada del Viernes Santo. También podrás disfrutar de la Semana de la Música Religiosa.
La ciudad de Cuenca es uno de los principales conjuntos monumentales de España y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundada por los árabes, conserva el recinto histórico amurallado con calles empedradas empinadas y castillos medievales en ruinas. El símbolo de la ciudad son sus casas colgadas, que están sujetas a una pared de roca calcárea. Son edificios de origen gótico popular y están ubicadas sobre los ríos Júcar y Huécar. Actualmente, sólo se conservan tres.
Si huyes del gentío y lo que te apetece para Semana Santa es desconectar, relajarte y disfrutar de la naturaleza, aquí van propuestas de viaje alternativas.
Viajar a Lanzarote es una buena elección en cualquier época del año. La isla fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993 y en 2015 se convirtió en el primer destino certificado por Biosphere Responsible Tourism a nivel mundial. La isla ofrece una combinación ideal para unas vacaciones perfectas.
Con 300 conos volcánicos, tiene un paisaje de otro mundo. Es de visita obligada el Parque Nacional de Timanfaya -hay varias excursiones guiadas para explorarlo- y la Punta del Papagayo, en la costa del sur, donde se encuentran dos de las mejores playas de la isla: Playa del Papagayo y Playa Mujeres, de arena fina y dorada, y aguas azules y limpias.
No te puedes perder las obras del célebre artista lanzaroteño César Manrique, entre las que destacan Jameos del Agua, la adecuación de la Cueva de los Verdes y el Mirador del Río. Te recomendamos que también vayas a la isla de La Graciosa, un paraíso para todos aquellos que huyen del estrés y el ruido, ya que sus parajes y playas siguen prácticamente intactos. La mejor manera de recorrerla es en bicicleta.
De las Canarias volvemos a la Península para proponeros la visita a otro lugar único como es el Parque Natural del Delta del Ebro, situado en la provincia de Tarragona. Es un espacio protegido desde 1983 -fue posteriormente ampliado en 1986- y es una de las zonas húmedas más amplias de la Europa mediterránea. Está incluido en el Top 100 de los destinos turísticos más sostenibles del mundo por la asociación Green Destinations.
El Ebro llega aquí al mar, flanqueado por marismas y extensos arrozales, cuyo aspecto varía según las estaciones. También hay grandes lagunas rodeadas por juncales, dunas, playas de arena dorada desiertas y pueblos marineros con encanto como Poblenou del Delta y el Deltebre. En estas tierras planas encontrarás una gran diversidad de flora y fauna. Precisamente, la observación de aves (o birdwatching) es una de las actividades más populares de la zona.
Si seguimos en el Mediterráneo, encontramos otro paraíso: el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, situado en Almería, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en el año 1997. Parece mentira, pero, aunque la costa mediterránea se asocia a grandes edificaciones y masificación turística, todavía queda algún rincón entrañable y salvaje que no ha sucumbido a ello.
El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar tiene una gran variedad geológica como consecuencia del vulcanismo. Y es el hogar de flora endémica propia de un clima semiárido único en Europa como palmitos y esparto. Además, podrás encontrar playas urbanas con bandera azul, salvajes acantilados con espectaculares vistas, playas naturales con aguas cristalinas y extensas praderas de alga posidonia en los fondos marinos. Destacan la playa de los Genoveses y la de Mónsul, la más famosa de la zona, por las formaciones de lava erosionada que la rodean y por haber sido el decorado de escenas de películas muy conocidas como Indiana Jones y la última cruzada.
En abril el clima es más suave y agradable que en verano y el territorio todavía tiene tintes verdes, así que si vas en Semana Santa es muy probable que tengas un verano a principios de primavera.
Autora: Cristina Fernández, Periodista & Blogger, www.paladarvegano.blog
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