Este viernes, se abren puertas en BioCultura Valencia, en Fira València, hasta el domingo 29 de septiembre. La octava edición de BioCultura Valencia llega a la ciudad del Turia jaleada por las buenas cifras del sector en el área valenciana, que, junto a Cataluña y Andalucía, es una de las comunidades autónomas líderes en el estado español. Este año, BioCultura abre puertas al tiempo que se suma al Manifiesto Mundial por el Clima.

Biocultura València: Abre puertas la feria más importante de productos ecológicos y consumo responsable

La producción ecológica ya representa el 17,5% de la Superficie Agraria Útil de la Comunidad Valenciana. La superficie ecológica y el número de operadores certificados en esta comunidad autónoma creció más en el primer semestre de 2019 que en todo 2018. En el resto del estado las estadísticas tampoco dejan lugar a dudas.

Mireia Mollà Herrera, consellera d’Agricultura, Desenvolupament Rural, Emergència Climàtica i Transició Ecològica; Alejandro Ramón, regidor de Agricultura, Alimentació Sostenible i Horta; Ángeles Parra, presidenta de Asoc. Vida Sana; y Vicente Sanz, vicepresidente del Comité d’Agricultura Ecològica de la Comunitat Valenciana (CAECV)… procederán a inaugurar la feria a las 12h del mediodía. Mariano Bueno, un histórico del sector ecológico valenciano, escritor y hortelano, hará la lectura del Manifiesto Mundial por el Clima. Durante la lectura del manifiesto, se detendrá la actividad en las salas de conferencias. Y las autoridades políticas presentes escucharán el manifiesto.

Para Ángeles Parra, “es muy importante que las autoridades, los que tienen las riendas de nuestros gobiernos, sean municipales o autonómicos, europeos o estatales, tomen nota y pasen a la acción. Es hora de dejar las palabras a un lado y pasar a medidas concretas y urgentes. Estamos viendo todos, atónitos, cómo los fenómenos meteorológicos están teniendo consecuencias devastadoras. Nos encontramos ante una emergencia climática de primer orden. Es necesario utilizar la agricultura ecológica para, en lo posible, ayudar a enfriar el clima y mitigar los problemas causados por la agricultura industrial y otros factores”.

Certificación ecológica valenciana

En estos momentos, la superficie dedicada a la agricultura ecológica en la Comunidad Valenciana representa el 6,1% de la Superficie Agraria Total y el 17,5% de la Superficie Agraria Útil, cuando al cierre de 2018 las cifras eran del 5,7% y del 13,9%, respectivamente.

Para el presidente del Comité d’Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana (CAECV), José Antonio Rico, “estamos hablando de crecimientos que superan, y por mucho, los dos dígitos. En el último año y medio, la superficie certificada en la Comunidad prácticamente se ha doblado. Creo que la evolución que está viviendo el sector en los últimos años sería impensable sin el apoyo de todos nuestros operadores y la puesta en marcha, por parte de la Administración autonómica, del I Plan Valenciano de Producción Ecológica 2016 – 2020, una herramienta consensuada con todo el sector que ha servido para definir las necesidades y prioridades que nos están permitiendo, y de qué manera, crecer como sector a todos los niveles. Además, la constancia, la austeridad, la planificación de tener los objetivos muy claros y la gestión transversal y responsable de nuestros recursos, nos ha permitido crecer en orden y ofrecer la credibilidad que tenemos como organismo público de certificación, reconocido en toda Europa”.

Rico añade que: “Sabemos que el consumo más importante de nuestros alimentos está en Europa, pero es fundamental que aquí, en casa, en los comedores escolares y dependencias públicas donde se ofrezcan alimentos, estos sean en la medida de lo posible de nuestra Comunidad y, preferentemente, ecológicos. El sector de la agricultura, desde hace muchos años, arrastra dos graves problemas: la falta de relevo generacional y la rentabilidad de las producciones. En la Comunidad Valenciana, la agricultura ecológica está generando más perspectivas entre los jóvenes que desean incorporarse a la actividad agraria. Muchos de los operadores que hoy se incorporan son agricultores jóvenes, con una mayor concienciación por los métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente y por una alimentación saludable. Las mujeres también se están incorporando, y de qué manera, al sector ecológico. Del total de los operadores con los que cuenta el CAECV, el 30% ya son mujeres”.

El Manifiesto

Desde hace décadas la comunidad científica alerta del deterioro de un gran número de ecosistemas, tanto terrestres como marinos, así como del punto de no retorno frente al cambio climático. Los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES (Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos) señalan que cerca de un millón de especies entre animales y plantas se encuentran al borde de la extinción como consecuencia de las actividades humanas. Asimismo, el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), publicado el pasado agosto, señala que la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores es el único modo de mantener el calentamiento global por debajo de los críticos 1,5 °C.

Estamos al borde de un punto de no retorno frente al cambio climático. El manifiesto que será leído en BioCultura, avalado por cientos de ONGs españolas, internacionales y por científicos de todo el planeta, certifica que “esta crisis climática es consecuencia de un modelo de producción y consumo que ha demostrado ser inapropiado para satisfacer las necesidades de muchas personas, que pone en riesgo nuestra supervivencia e impacta de manera injusta especialmente a las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo. La contundencia de los datos señala cómo las regiones mediterráneas son de las más vulnerables al cambio climático, de forma que no limitar el aumento de la temperatura global será una factura demasiado cara para las generaciones presentes y futuras”.

BioCultura, manual práctico para el cambio

Desde el sector ecológico llevamos ya muchos años en acción, trabajando para mejorar la agricultura, la alimentación, nuestra tierra, el medio ambiente, la biodiversidad… y hay que reconocer que el sector se encuentra ahora en un buen momento. Las cifras continúan a un ritmo, casi, de vértigo. Y la mayoría de la población ya conoce lo que es un alimento ecológico, “bio”, “eco” u orgánico.

Pero no todo son rosas y vino en este asunto. La gran distribución amenaza con remodelar el movimiento “bio” y reubicarlo restándole su fuerza esencial y transformadora.

Ángeles Parra, Directora de la feria declara: “En nuestra opinión, es muy ilusionante que los alimentos ecológicos estén en muchos lugares a disposición del público. Sin embargo, este fenómeno no puede llevarse a cabo a cualquier precio… Desde Vida Sana y BioCultura, hemos trabajado con ahínco desde los años 80 por convertir la alimentación ecológica en un factor transformador de la sociedad hacia un mundo más sostenible, más justo, más ético y, sobre todo, más consciente. Para las grandes empresas, esto no significa nada y ven el alimento ecológico sólo como una oportunidad de negocio. Un craso error cuando la población mundial está despertando ante la crisis climática que ya tenemos encima”.

Y añade: “Ahora en BioCultura Valencia tenemos una buena oportunidad para observar ese poder de transformación social que arrastra la feria. Como consumidores conscientes, queremos proteger la biodiversidad, repoblar los entornos rurales, cuidar la salud propia y la ajena, proteger al campesinado, conservar las tradiciones… y las eco-nomías locales y las tiendas “eco”, el KM0, etc. Es trascendente que, si el mundo se hunde, no sea con nuestra complicidad. BioCultura es una feria-guía para vivir con tranquilidad, sabiendo que de nuestra actitud, de nuestro compromiso, de nuestra complicidad depende el no contribuir al desastre…”

Más información en www.biocultura.org/valencia

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