Los frutos del bosque como fresitas, moras, frambuesas, grosellas y arándanos se caracterizan por ser una de las más importantes fuentes de vitaminas, bioflavonoides, ácidos orgánicos y antioxidantes como las antocianinas, que les proporcionan su bonito color azulado o morado. Pero su temporada es intensa y corta, por lo que súbitamente hay mucha cantidad. Una buena forma de conservarlas es haciendo mermelada.

Los frutos del bosque como fresitas, moras, frambuesas, grosellas y arándanos se caracterizan por ser una de las más importantes fuentes de vitaminas, bioflavonoides, ácidos orgánicos y antioxidantes como las antocianinas, que les proporcionan su bonito color azulado o morado. Pero su temporada es intensa y corta, por lo que súbitamente hay mucha cantidad. Una buena forma de conservarlas es haciendo mermelada.

Mermelada de frutos del bosque

Las mermeladas tradicionales se suelen hacer con una gran proporción de azúcar, por lo que su valor nutricional queda alterado. Es preferible elaborar mermelada con bayas muy maduras que aporten todo su dulzor natural y añadiendo sólo una pequeña porción de un endulzante saludable, como el xilitol de abedul. Como las frutas del bosque no espesan la mermelada por sí mismas, se ha de echar una cucharadita de postre de pectina o de agar-agar en polvo por cada kilo de fruta, para que tome una consistencia gelatinosa.

Preparación

Las frutillas se usarán bien limpias y sin tallos ni impurezas. Se echan en una olla ancha y  de fondo grueso, con el zumo de medio limón, y se dejan cocer a fuego lento durante 15 minutos, para evaporar el agua que contienen y condensar sus azúcares. Cuando están reblandecidas se añade el xilitol de abedul, en proporción de la mitad del peso de la fruta y la pectina o el agar-agar. Se lleva a hervor y después se sigue cociendo a fuego lento 15 minutos más, revolviendo con una espátula. El sabor de las frutas del bosque es delicioso en sí mismo, pero también se puede aromatizar con canela, vainilla, jengibre o cardamomo.

Si elaboramos la mermelada con moras y queremos que sea fina, la pasaremos por el pasapurés antes de echar el endulzante y la pectina, para retirar las semillas.

Una vez acabada, se envasa en botes herméticos que se hierven cubiertos de agua durante veinte minutos, para que se conserven durante meses. Se envasan con la mermelada muy caliente, ya que el calor destruye los gérmenes. Se tapa y se les da la vuelta para que se haga el vacío, así la presión elimina el aire del envase.

El sabor de las frutas del bosque es delicioso en sí mismo, pero también se puede aromatizar con canela, vainilla, jengibre o cardamomo

Para hacer una mermelada cruda y rápida usaremos semillas de chía, que combinan a la perfección con todo tipo de frutillas del bosque. Ponemos en remojo una cucharada de chía cubierta de agua templada y la trituramos con 150 gr de bayas y una cucharadita de xilitol. Esta es una mermelada muy nutritiva, porque mantiene todas las vitaminas de la fruta y los omega 3 de la chía. Pero no se conserva, sólo se mantiene 5 días en la nevera.

Autora: Mercedes Blasco. Nutricionista, Máster en Nutrición y salud

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Bio Eco Actual Enero 2021