Olga Casabayó (1975, Barcelona) empezó sus pasos en el mundo de la cosmética convencional, pero al comprobar de primera mano que no había ningún producto afín a su filosofía de vida, decidió orientar su trayectoria profesional hacia el sector de la cosmética natural. Durante este proceso conoció la aromaterapia y la aplicación de aceites esenciales en la cosmética y, unos años más tarde, creó Mentabio, una distribuidora de cosmética ecológica, de la que actualmente es la CEO. «Siempre había tenido ganas de formular a mis propios cosméticos», explica. Por eso cofundó Ètik Mundi Shop, una tienda online de cosmética ecológica y de comercio justo. Étik Mundi ha sido galardonada este 2022 por los Orgànics Clean Awards como mejor marca ética y mejor marca de comercio justo.
¿Cómo y por qué nace Étik Mundi?
Nace con la motivación de buscar un producto diferente, que no fuera tan conocido y que no pudiera encontrarse en todas partes. Uno de ellos, aunque hoy en día está muy en boca, era la mantequilla de karité. Es un producto muy polivalente, que personalmente he consumido mucho y me ha ayudado en lo dérmico (por ejemplo, a aumentar elasticidad de la piel). Y pensé: si Étik Mundi debe empezar con un producto, debe ser uno que conocemos y que sepamos vender. Busqué proveedores de este producto sin refinar, de comercio justo y ecológico.
Ahora que estamos ampliando la línea, me gusta que el karité forme parte de la gama. No todos los productos lo llevan, pero es la base que aporta nutrición a la piel, gracias a sus ácidos grasos y vitaminas.
¿Qué significado esconde el nombre Étik Mundi?
El sector ecológico necesita marcas éticas. Porque que una cosmética sea ecológica no significa que detrás haya una marca ética. Nosotros somos una pequeña empresa y la ética es básica. Es lo que mueve al mundo o lo que debería mover el mundo. Creemos que el nombre Étik Mundi es muy acertado por una cosmética basada en ingredientes que provienen del comercio justo, de empresas o proveedores pequeños que tienen producto de calidad.
El karité proviene de cooperativas de mujeres de Ghana, lo que apoya su economía. Por otra parte, intentamos que los aceites esenciales sean de proximidad. El laboratorio con el que colaboramos y que hace viable la fórmula también es pequeño. Todo es ético, porque somos pequeños y nos ayudamos entre nosotros. Y si los productos que elaboramos o distribuimos tienen origen en estos sitios que necesitan una atención especial, mejor que mejor. La ecología es básica. Los productos deben ser ecológicos.
“El nombre Étik Mundi responde a una cosmética que se basa en ingredientes que provienen de empresas o proveedores pequeños y de comercio justo”
Los cánones de belleza y la presión estética siguen arraigados con fuerza. ¿Cómo puede ayudar una marca a romperlos o transformarlos?
Diciendo que no. Ya basta con que nos digan cómo debemos estar en cada momento de nuestra vida. Como mujer lo he sufrido y lo sufro a diario, veo todos los feedbacks que nos llegan a escala mediática o escritos en las revistas. Es como si siempre debemos estar vigilando nuestra estética, sea facial o corporal.
La línea de Ètik Mundi quiere no utilizar claims como «antiedad» o «antiarrugas», ya que no son reales. Por mucho que te pongas un suero no se te irán las arrugas mágicamente. No engañemos, decimos a los consumidores: mírate al espejo, amate, es tu piel, cuídala y este producto te ayudará a tenerla elástica porque tiene un tipo de ingredientes que tienen esta consecuencia, te’ ayudará a sentirte guapo o guapa delante del espejo, sin perder de vista que ante todo debes gustarte como persona y debes huir de los claims que producen frustración constante, desde que somos pequeños y pequeñas hasta que envejecemos. Todo el mundo dice «me gustaría ser más joven», pero ¿recordamos cómo teníamos la piel veinte años atrás? Quizás la tenemos mejor ahora y queremos parecer mucho más jóvenes porque es lo que nos está diciendo todo el mundo.
¿Cómo se huye de estos claims? ¿De qué forma la comunicación y el marketing de producto pueden ser aliados?
Debemos estar muy seguras de nosotros a la hora de presentar este producto porque es lo que queremos, es nuestra filosofía de vida. Y la primera persona que lo recibe, debe estar predispuesta. Por suerte no somos la única marca que quiere huir de esos cánones. Cada vez hay más gente que hace marcas con claims que reivindican que ha terminado, que da igual como seas o tengas el cuerpo que tengas. Es tu cuerpo y debes cuidarlo y amarlo como tal.
«El karité que se vende mayoritariamente carece de la mayoría de sus principios activos. La mantequilla de karité sin refinar es mucho más potente»
¿Qué valor añadido tiene su mantequilla de karité y qué importancia tiene que sea de comercio justo y ecológica?
Ya hay karité de estas características en el mercado. La nuestra es sin refinar. El karité que se vende mayoritariamente es refinado: sin color, sin olor y sin la mayoría de sus principios activos. Es la misma diferencia que existe entre el aceite de oliva refinado o el de calidad virgen extra. La mantequilla de karité sin refinar, como la nuestra, es mucho más potente en el ámbito dérmico que la refinada.
¿Por dónde pasa el futuro de Étik Mundi? ¿Veremos pronto novedades en el catálogo de la marca?
La línea de Ètik Mundi está creciendo paulatinamente en el ámbito facial porque existe una demanda real por parte de nuestras clientas. Estamos ultimando un nuevo producto que, si todo va bien, lo presentaremos en BioCultura Madrid (stand 306). Es un suero facial que no lleva mantequilla de karité, pero incluye aceites vegetales de cultivo ecológico y backuchiol, un retinol natural. Trabajamos con dos absolutos de aromaterapia, la rosa y el jazmín. Los absolutos son aceites esenciales mucho más potentes que un aceite esencial normal y el precio también es muy distinto. En el ámbito dérmico, éstos trabajan en el efecto regenerador, cicatrizante y activador de la microcirculación. Además, en el ámbito olfativo, este suero equilibra el aspecto emocional. Es un producto que cuida la piel y cuando lo olvides te hace sentir mejor. Combinamos cosmética ecológica con aromaterapia.
Autor: Oriol Urrutia, Co-Editor y Politólogo
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