Los agentes implicados en la transición ecológica tienen grandes expectativas puestas en los sistemas de información, como las etiquetas, relacionados con el impacto ambiental de los productos y servicios. Los sistemas de información deben acelerar la transición ecológica de las empresas, mejorar la oferta en beneficio del consumidor y fomentar la protección del medio ambiente. En el sector alimentario, los movimientos ecologistas apoyan este tipo de indicadores. Sin embargo, se oponen a que puedan resultar injustos o engañosos para los consumidores.

etiquetado ecológico fiable

Poner fin al etiquetado medioambiental engañoso

Para evitar etiquetas injustas y engañosas, IFOAM Organics Europe y la Asociación Francesa de Miembros de IFOAM han interpuesto una demanda ante el Tribunal de Justicia de París. Los movimientos ecológicos solicitan que se ponga fin al uso del etiquetado medioambiental de los productos alimentarios que se considera injusto para la producción ecológica y engañoso para los consumidores.

IFOAM Organics Europe y la Asociación Francesa de Miembros de IFOAM (Association Française des Adhérents de l’IFOAM) desafían a ADEME (agencia francesa para la transición ecológica), a la empresa YUCA, operadora de la plataforma YUKA, a la empresa ECO2 INITIATIVE, operadora de la plataforma ETIQUETTABLE, y a la Asociación OPEN FOOD FACTS, también y en particular como operadora de una plataforma homónima, utilizando el “Eco-score” como indicador medioambiental.

“En lugar de luchar contra el greenwashing, los sistemas de etiquetado como el ‘Eco-Score’ contribuyen a ello”

IFOAM Organics Europe y la Asociación Francesa de Miembros de IFOAM consideran que estos usos son, en particular:

  • Contrarios al artículo 30 del Reglamento (UE) nº 2018/848 (antiguo artículo 23 del Reglamento (CE) nº 834/2007) sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos.
  • Posiblemente constituyan una práctica comercial engañosa en detrimento de los consumidores y del mercado.

En particular, y entre otras cosas, por:

  • Su formato, en la medida en que (i) asocia ilegalmente el diminutivo “Eco” a productos certificados no ecológicos y (ii) se considera que puede crear confusión entre los consumidores, no sólo en Francia sino en toda Europa, entre los productos procedentes de la producción convencional y los procedentes de la producción ecológica.
  • La metodología de calificación utilizada, que se basa principal y esencialmente en la base de datos Agribalyse y en el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de la ADEME, al igual que la metodología PEF (Product Environmental Footprint) cuestionada recientemente por la Comisión Europea en el marco del proyecto de Directiva sobre las alegaciones ecológicas, que:
    • No considera todas las dimensiones objetivas que son esenciales para el desarrollo de una visualización medioambiental fiable de los productos alimentarios.
    • Favorece, en definitiva, la producción intensiva y convencional en lugar de una transición de los sistemas de producción hacia procesos respetuosos con el medio ambiente y la biodiversidad.
    • Y no está adaptada para ofrecer a los consumidores información pertinente sobre las repercusiones medioambientales de los productos alimentarios.

“Es más importante que nunca informar mejor a los consumidores sobre el valor medioambiental de sus elecciones alimentarias”

Además, IFOAM Organics Europe y la Asociación Francesa de Miembros de IFOAM han iniciado otras dos acciones legales:

  • Una, presentada ante el Director General del INPI, para perseguir la nulidad de la marca (n°4618707) “ECO SCORE” registrada a petición de la ADEME.
  • La otra, presentada ante la EUIPO, para contribuir como tercero al examen de la solicitud de registro como marca de la Unión Europea (n°018750670) “ECO IMPACT” presentada por la FUNDACIÓN TIERRA.

Corresponderá a los organismos competentes decidir al respecto. Según Jan Plagge, Presidente de IFOAM Organics Europe: “En lugar de luchar contra el greenwashing, los sistemas de etiquetado como el ‘Eco-Score’ contribuyen a ello. Pueden inducir a error a los consumidores sobre la naturaleza ecológica o no ecológica de los productos alimentarios en los que se muestran, y favorecen a los productos procedentes de la agricultura intensiva. El movimiento ecológico está preocupado por la difusión de estos sistemas de etiquetado en varios países de la UE. Es más importante que nunca informar mejor a los consumidores sobre el valor medioambiental de sus elecciones alimentarias. Pero esto debe hacerse respetando la legislación europea sobre agricultura ecológica en cuanto a los términos utilizados, y sobre la base de metodologías que tengan en cuenta todas las externalidades vinculadas a los diferentes modos de producción agrícola, en particular sobre la biodiversidad”.

Jacques Caplat, Presidente de la Asociación Francesa de Miembros de IFOAM, ha declarado: “Como afirma el Tribunal de Cuentas en su reciente informe, los beneficios de la agricultura ecológica para el medio ambiente están claramente establecidos en la literatura científica, y su desarrollo es la mejor manera de lograr una transición agroambiental de nuestros sistemas alimentarios. En un contexto de inflación ya de por sí difícil para productores y consumidores, hay que poner fin a los ataques contra la agricultura ecológica, ya estén relacionados con el uso de términos engañosos o de metodologías sesgadas. Los términos que sólo están permitidos en los productos alimentarios ecológicos por la normativa de la UE no deben utilizarse para otros fines, y menos aún en productos alimentarios poco respetuosos con el medio ambiente, como ocurre actualmente con el ‘Eco-Score'”.

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Bio Eco Actual Enero 2023