A diferencia de las ciudades, las áreas rurales tienen menos infraestructuras y las personas que viven en ellas, a pesar de que disfrutan de una vida más tranquila y conectada con la naturaleza, deben enfrentar retos esenciales como la falta de acceso a servicios y oportunidades, el envejecimiento y el despoblamiento.

agricultura ecológica en el desarrollo
©Marta Montmany

Cuando hablamos de desarrollo rural nos estamos refiriendo al conjunto de esfuerzos y estrategias por mejorar la calidad de vida y las oportunidades de estas áreas. El objetivo general es impulsar el crecimiento económico, social y ambiental, haciéndolas más fuertes, conectadas y sostenibles. Esto implica mejorar servicios como la educación, la salud y las infraestructuras, así como fomentar nuevas actividades económicas, como el turismo o las pequeñas empresas, para ayudar a las comunidades a crecer y promover su calidad de vida.

Los principales actores del desarrollo rural español son los gobiernos, central y autonómicos, administración local, comunidades rurales, agricultores, ganaderos, pescadores y empresas, así como organizaciones no gubernamentales, instituciones académicas y organizaciones internacionales. Todos estos actores trabajan por mejorar la vida en las áreas rurales, aunque no siempre con los mismos intereses.

Las actividades agroalimentarias son fundamentales para el desarrollo rural español. Aportan empleo a los habitantes rurales y evitan la despoblación al ofrecer alternativas económicas. Además de producir alimentos, fomentan la diversificación económica con negocios como turismo rural y procesamiento de alimentos. Estas actividades también preservan el patrimonio cultural y paisajístico, especialmente si se trata de producciones agrarias encaminadas a mantener o favorecer la sostenibilidad ambiental. Contribuyen a la producción de alimentos frescos y de calidad, ofreciendo oportunidades para la innovación tecnológica y el turismo rural, enriqueciendo la vida y la economía de las áreas rurales españolas.

Existen preocupaciones sobre la salud pública relacionadas con el uso excesivo de antibióticos en la producción animal y el uso de pesticidas en la agricultura

El sector rural y el sistema alimenticio español están estrechamente relacionados. Las áreas rurales producen la mayor parte de los alimentos a través de la agricultura, ganadería y pesca. Esta producción abastece a los ingredientes básicos y las materias primas para la industria alimentaria. La diversidad y el abastecimiento de alimentos se basan en este vínculo, y la relación entre el sector rural y el sistema alimentario impulsa la economía local y el turismo gastronómico. Las prácticas agrícolas sostenibles en las áreas rurales también tienen un impacto en la calidad de los alimentos y la sostenibilidad del sistema en su conjunto. Así, el sector rural es el corazón del sistema alimentario español, conectando la producción de alimentos con las mesas de los consumidores.

España es el segundo mayor país de la UE en términos de superficie agrícola utilizada y uno de los principales productores agrícolas de la Unión Europea y produce una gran variedad de productos agrícolas y pesqueros.

agricultura ecológica en el desarrollo
©Marta Montmany

El sistema alimentario es una combinación de producciones locales e importaciones de productos de fuera. España, con gran diversidad climática y geográfica, permite una amplia variedad de producciones de alimentos frescos y procesados. Sin embargo, también existe una alta dependencia de importaciones para satisfacer la demanda de ciertos alimentos y productos, así como para poder disponer de ellos en todo momento a lo largo del año.

Nuestro sistema alimentario se enfrenta a grandes retos. Problemas ambientales, como la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, amenazan la producción de alimentos a nivel planetario. Existen preocupaciones sobre la salud pública relacionadas con el uso excesivo de antibióticos en la producción animal y el uso de pesticidas en la agricultura. Sin embargo, la población cada vez consume más productos procesados y elaborados, no tiene tiempo de cocinar y se antepone el precio al origen de los alimentos, con una mentalidad más urbana y desconectada del mundo rural y de los problemas globales.

En este contexto, las producciones ecológicas han ganado relevancia en España y en todo el mundo como prácticas agrícolas sostenibles con un creciente sector de consumidores interesados. La aparición de este tipo de productores y actividades no sólo está contribuyendo al desarrollo rural, mediante la creación de trabajo y el fomento de comunidades rurales, sino que también protege el medio ambiente, mediante la conservación del suelo y la reducción de contaminantes. Además, los productores ofrecen alimentos considerados más sanos y nutritivos, respondiendo a la demanda de opciones de consumo más saludables.

El modelo comercial de los productos ecológicos, con el crecimiento del consumo, responde a dinámicas cada vez más similares al sistema alimentario globalizado

Tradicionalmente, los agricultores biológicos producían para el mercado local, frecuentemente en conexión con grupos de consumidores interesados. También las empresas de elaboración de productos ecológicos empezaron con un modelo de empresa artesanal familiar conectada con su entorno. A medida que el sector ecológico ha ido creciendo han aparecido productores, especialmente en el sur de España, mayores e intensivos, especializados en producciones destinadas a los mercados del centro y norte de Europa, mientras que el consumo de alimentos ecológicos, especialmente los transformados, depende cada vez más de ingredientes procedentes de importación.

El modelo comercial de los productos ecológicos, con el crecimiento del consumo, responde a dinámicas cada vez más similares al sistema alimentario globalizado. Unas zonas se dedican a producciones destinadas a los mercados externos, con poco consumo local de productos ecológicos, mientras que otras, especialmente las grandes ciudades, en las que el consumo está más extendido, actúan de polo de atracción de productos de origen externo.

Sigue pendiente un modelo alimentario interconectado con el desarrollo de las áreas rurales. La globalización del comercio y las desigualdades demográficas en el territorio siguen jugando contra la soberanía alimentaria, la opción del consumidor sigue siendo la clave.

Autor: Isidre Martínez, Ingeniero Agrónomo

Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo

Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer
Bio Eco Actual Noviembre 2023