Tener un cerdo vietnamita como animal de compañía se convirtió en una moda en los Estados Unidos. Estrellas de Hollywood como George Clooney y la multimillonaria Paris Hilton, contribuyeron a popularizarla. Poco a poco, esta moda también se extendió por Europa y nuestro país no ha sido ninguna excepción. Los programas de televisión también han ayudado a popularizarlos.

Prolifera el abandono de cerdos vietnamitas, una moda que se ha convertido en un grave problema

Pero quizás deberíamos preguntarnos si un cerdo vietnamita es un animal adecuado para ser nuestra mascota, tanto en relación a nuestro estilo de vida como por sus necesidades etológicas. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos, la respuesta es no y la prueba más evidente es el abandono masivo que sufren estos animales, dejados a su suerte en bosques y ciudades.

Los cerdos vietnamitas son originarios del Sur de Asia, (de ahí su apelativo de vietnamitas), su comercialización comenzó a mediados de los años 80 en Canadá y en Estados Unidos. Inicialmente, se trataba de cerdos de tamaño grande, con un peso que oscilaba entre 60 y 80 kilos, como los cerdos de las explotaciones ganaderas, con la peculiaridad de que eran de piel negra. Después de llevar a cabo algunos cruces, la especie derivó en dos sub-razas, derivadas de la combinación genética, pero con el paso de los años, las dos razas se fusionaron y dieron origen a la especie comercialmente llamada “mini cerdo vietnamita” o “minipig” creada en los Estados Unidos. Los “minipig” suelen pesar unos 12 kilos de media, pero estos cruces han provocado que algunos ejemplares no sean tan pequeños para siempre y puedan crecer hasta pesar 65 kilos o, incluso más.

“Abandonar un animal es siempre un maltrato, un acto de crueldad y de irresponsabilidad”

Abandonar un animal es siempre un maltrato, un acto de crueldad y de irresponsabilidad, pero en el caso de la fauna no autóctona, las consecuencias van más allá y el cerdo vietnamita no es una excepción. Según ha determinado un estudio científico elaborado por Miguel Delibes -Mateos, miembro del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, y Adolfo Delibes, biólogo de la Junta de Castilla y León, el hecho de que los cerdos vietnamitas vivan en libertad adaptados a nuestro entorno podría reducir el patrimonio genético de la población ibérica de jabalí autóctono. Este estudio ha constatado hasta cuarenta y dos casos de cerdos vietnamitas asilvestrados, localizados en diferentes áreas de la Península. En algunos de los casos documentados, podría tratarse de cerdos híbridos de esta raza doméstica cruzada con jabalíes salvajes autóctonos, ya que los avistamientos de jabalíes con características intermedias entre cerdo vietnamita y jabalí son numerosos.

El abandono de cerdos vietnamitas ha proliferado, ya que su venta es legal y su precio es irrisorio, porque los compradores no han sido suficientemente informados sobre las características de esta especie y tampoco han reflexionado sobre si realmente se podrían hacer cargo de ellos de manera adecuada. Los cerdos vietnamitas son animales inteligentes y sociales, que necesitan una alimentación variada y desarrollar actividad física. En muchas ocasiones, la vida sedentaria urbana les provoca problemas de obesidad, alimentarlos con pienso de perro no es adecuado para ellos, se conocen casos de ejemplares de más de 100 kilos, así como tampoco lo es vivir en un piso.

Cada vez que una protectora de animales recoge un cerdo vietnamita abandonado, tiene muchas dificultades para encontrar un lugar donde puedan acogerlo en buenas condiciones.

La solución es evitar el problema y no adquirir animales a los que no podemos ofrecer una vida digna.

Autor: Helena Escoda, Activista por los derechos de los animales

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