¿Son seguros los filtros químicos? ¿Qué es exactamente el SPF? ¿Cómo protegen los filtros minerales? Algunas consideraciones a tener en cuenta antes de tumbarnos al sol y elegir protectores solares.

Protectores solares: consideraciones a tener en cuenta

Hace ya varios años que aparecieron en el mercado protectores solares con SPF 70, y para cualquier persona de piel clara esto podría ser una invitación a tomar el sol durante 12 horas sin temor a quemarse.

Al fin y al cabo, cuanto mayor sea el número, mejor, ¿verdad? Sin embargo, antes de tumbarnos en la playa a tostarnos, hay un par de cosas que deberíamos saber acerca de la radiación solar y del SPF (Factor de Protección Solar).

La radiación solar

La luz del sol llega hasta nuestra piel en forma de radiación ultravioleta, lo que conocemos como UVA y UVB. La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol, mientras que los rayos UVA penetran en la piel más profundamente y van asociados a aparición de arrugas, pérdida de elasticidad y otros efectos de fotoenvejecimiento. Por eso, una exposición al sol prolongada y sin protección puede tener efectos nocivos sobre nuestra piel.

El sistema de medición de protección solar fue establecido por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos), para medir, principalmente, la cantidad de protección que el producto ofrece contra las quemaduras solares causadas por los rayos UVB. Todavía no se ha establecido un sistema para medir la protección contra los rayos UVA.

El Factor de Protección Solar (SPF), indica cuánto tiempo puede pasar al sol una persona antes de llegar a quemarse, usando un producto de protección solar. Para saber cuánto tiempo podemos permanecer al sol con un SPF x, utilizaremos la siguiente fórmula:

Minutos que podemos tomar el sol sin protección (y sin quemarnos) x SPF = minutos que podemos tomar el sol sin quemarnos con la crema.

Por ejemplo, una persona de piel clara que normalmente empieza a quemarse después de 10 minutos al sol, tardaría 15 veces ese tiempo con un SPF 15 (150 minutos o 2,5 horas). Pero antes de empezar a contar minutos y mediciones de protección solar, debemos saber que esta ecuación no siempre es exacta.

Hay que tener en cuenta que se suele emplear menos cantidad de crema que la utilizada en las pruebas para determinar el SPF de una crema solar, y que además, a pesar de las indicaciones de “a prueba de agua” o “resistente al sudor”, todos los protectores solares disminuyen su eficacia cuando se expone al agua o al sudor.

Por ahora sabemos que un número de SPF alto significa más tiempo de exposición al sol y mayor nivel de bloqueo de los rayos UVB. Sin embargo este número no aumenta de manera exponencial según aumenta el número SPF, lo cual puede ser bastante confuso. Por ejemplo, un SPF 15 bloquea el 93,3% de los rayos UVB, pero un SPF 30 bloquea el 96,7%. El número de SPF se ha duplicado, pero la tasa de bloqueo se ha incrementado en sólo el 3,4% (en vez de duplicarse).

Hace ya un tiempo que las autoridades sanitarias se han pronunciado al respecto, recomendando a los fabricantes poner en el etiquetado “protección baja”, “protección media” o “protección alta”.

Autora: Ana Isabel de Andrés de amapolabio.com, miembro de la Red Ecoestética

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