Es una pirámide orientativa que clasifica los grupos de alimentos de forma jerárquica, indicando la frecuencia con la que se debe consumir cada uno de ellos. El objetivo de la pirámide alimentaria es educar a la población para que adquiera unos hábitos saludables y, de esta forma, poder prevenir las enfermedades derivadas de la alimentación.

¿Qué es la pirámide alimentaria?

Actualmente en España hay una incidencia muy importante de enfermedades cardiovasculares vinculadas a la tensión elevada, a los niveles altos de colesterol LDL (el “malo”), etc. Además, cada vez hay más casos de obesidad infantil y de diabetes tipo II.

Es precisamente por este motivo que la pirámide alimentaria debería promover una alimentación cuya prioridad fuera mejorar la salud de las personas, algo que, por desgracia, con la pirámide actual difícilmente sucede. Además, debería ser fácil de entender para que resulte una guía útil y práctica, donde se refleje bien qué alimentos son más importantes y, por lo tanto, se deben consumir con más frecuencia y cuáles se deben reducir o eliminar. Todas estas razones implican la necesidad de crear una nueva versión de la pirámide.

“La pirámide alimentaria debería promover una alimentación cuya prioridad fuera mejorar la salud de las personas”

Algunas de las modificaciones en la pirámide alimentaria necesarias son:

  • Dar preferencia a los alimentos integrales frente a los refinados ya que los primeros ayudan a controlar los niveles de glucemia, previniendo la aparición de la diabetes tipo II.
  • Incentivar el consumo de proteínas vegetales frente a las animales ya que éstas últimas contienen grasas saturadas, colesterol y, a su vez, son pobres en fibra. Se pueden utilizar las legumbres como fuente de proteína diaria, aportando a su vez una excelente cantidad de vitaminas, minerales y fibra. Además, ayudan a prevenir el cáncer de colon así como otras muchas enfermedades intestinales.
  • Dar a conocer otros alimentos ricos en calcio aparte de los lácteos ya que estos contienen grasas saturadas, colesterol y son pobres en fibra (al ser derivados animales). La universidad de Harvard, en lo que sería el equivalente a la pirámide alimenticia, Healthy Eating Plate, cita: “El calcio es importante, pero la leche no es la única fuente ni posiblemente la mejor”. Las bebidas vegetales con calcio, el tahini integral, el tofu, las semillas de amapola, el brócoli, la coliflor, las judías verdes, etc., también son unas excelentes fuentes de calcio.
  • Eliminar los alimentos superfluos ya que suelen ser productos muy calóricos pero poco nutritivos, como son por ejemplo: la bollería industrial, las chucherías, las bebidas alcohólicas, los refrescos, las patatas fritas, etc.

La sociedad debe reeducarse para poder ampliar el abanico de posibilidades que ofrecen los alimentos para que así, a la hora de comer, puedan saber que no es lo mismo un cereal refinado que uno integral, ya que no nutre igual; que la proteína no solo se encuentra en la carne o el pescado; que el calcio no sólo lo poseen los lácteos; que las legumbres deben consumirse con más frecuencia y formar parte de nuestros platos diarios y que existen muchas más maneras de alimentarse y muchos más alimentos de los que ofrece la pirámide alimentaria convencional.

Así pues, dicha pirámide debería recomendar evitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, grasas o aceites trans, así como alimentos que contengan colesterol y, fomentar, por el contrario, alimentos ricos en fibra y más nutritivos promoviendo una alimentación basada en legumbres, cereales integrales, verduras, hortalizas, frutas, frutos secos y semillas.

Recomendando, por supuesto, el ejercicio físico y el consumo de agua, imprescindibles para poder tener una salud óptima.

Autora: Esther Baena, dietista

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