Desde 2010, el aceite de oliva virgen extra Camino de Aníbal se presenta al consumidor con unas señas de identidad propias basadas en la tradición de su elaboración y la calidad de un producto cuyas magníficas cualidades son el feliz resultado de la tierra de donde procede, el esmero empleado en su proceso de producción y la excelencia de su cultivo intensivo.

(Imagen: Olivar del Azaraque)

Camino de Aníbal nace en la finca “El Azaraque”, en el término municipal de Hellín (Albacete), una tierra cuya importante tradición olivarera se remonta muchos siglos atrás, como avalan los restos de una almazara rupestre hallados entre las ruinas del Tolmo de Minateda (1.500 a. C.), testigo de la existencia de olivares en esta zona desde tiempos inmemoriales. También los musulmanes cultivaron estos campos -azaraque significa en árabe “manantiales de agua”-, tal y como demuestran las antiguas canalizaciones presentes en la propia finca. De esta comarca toma su nombre Camino de Aníbal, ya que una parte de la explotación, situada en la margen derecha del río Mundo -lindando por el sur con los Montes Donceles y al este con los montes volcánicos de Cancarix-, está atravesada por el llamado Camino de Aníbal, vía que pudo atravesar el general cartaginés en su largo periplo hacia Roma.

“Camino de Aníbal apuesta por la calidad, el respeto al medio ambiente y una gestión eficiente”

La finca está situada a 400 metros de altura sobre el nivel del mar, siendo muy escasa su pluviometría. El clima, a medio camino entre el mediterráneo y el continental, se caracteriza por inviernos fríos, veranos cálidos y secos y primaveras y otoños cortos. El olivar se extiende entre un denso pinar en el que crecen diversos tipos de plantas aromáticas -romero, tomillo, espliego, esparto, etc.-, al tiempo que los árboles de la ribera del río Mundo -chopos, olmos y pinos- y los arrozales confieren al paisaje una extraordinaria belleza.

La presencia del río dota al lugar de un particular microclima como resultado de su compleja orografía al estar rodeado de montañas de origen volcánico. Debido a ello, sus suelos son muy variados, destacando en algunos puntos unos losares con restos de fauna marina en su interior que, según los geólogos, datan de hace 40 millones de años. Asimismo, el agua dulce del río, con gran cantidad de materia orgánica, se mezcla en un embalse con el agua subterránea, caracterizada por su riqueza en sales.

propietarios aceite anibalSus propietarios y gestores, la familia Gómez-Ferrer Bolinches, transformó en 1995 una finca sita en un paraje semidesértico en una explotación agrícola de primer orden, para lo cual no dudaron en rentabilizar las oportunidades que ofrecían los diferentes estratos y nivel freático de este ecosistema único. Así, se plantaron 280 hectáreas de olivar de cultivo propio con las variedades que se consideraron más adecuadas para la zona y el producto que se pretendía obtener, destinándose 227 hectáreas a la variedad arbequina, 45 a picual y 8 a hojiblanca. Con un marco de 7 x 5 y riego por goteo, procedente de un embalse de regulación construido ex profeso, convirtieron el antiguo erial en un bosque de más de 80.000 olivos con calles de cubierta vegetal espontánea.

(Imagen: Fernando y Diego Gómez-Ferrer)

La ubicación de la propiedad otorga al producto una acusada personalidad y cualidades organolépticas únicas. El olivar se encuentra rodeado de pinares, monte bajo y hierbas aromáticas mediterráneas que le aportan el inconfundible aroma que hace de su cata un auténtico deleite para los sentidos. El sistema de cultivo es intensivo e integrado, y las 25 hectáreas de arbequina y hojiblanca más próximas al monte han sido reconvertidas en plantación ecológica, lo que implica una mayor incidencia de las prácticas medioambientales tradicionales que siempre se han caracterizado por ser respetuosas con el entorno.

Sólo AOVE Premium
aceitunas anibalNada se deja al azar en la elaboración de Camino de Aníbal. Sus gestores saben que la fecha de recolección es de vital importancia para lograr el mejor producto final. Por ello, la aceituna siempre se recoge durante el pre-envero -período de maduración del fruto en el que pasa del color verde al morado-, utilizándose exclusivamente vibradores de tronco de última generación sin ayuda de varas, para así proteger a la masa arbórea.

(Imagen: La aceituna se recoge en su momento óptimo de maduración)

La molturación se produce dentro de las tres horas siguientes a la recolección y la aceituna se transporta a la almazara en menos de una hora. Por último, el aceite se almacena en depósitos de acero inoxidable en una bodega climatizada con el objetivo de que conserve íntegras todas sus propiedades organolépticas.

Pese a su juventud, el esfuerzo y dedicación de sus entusiastas responsables ya está dando sus primeros frutos y la explotación sólo produce aceite de oliva virgen extra de categoría superior (100%), tanto ecológico como convencional. Al tratarse de una plantación joven, el volumen de producción ha ido aumentando en función de la paulatina incorporación de nuevas parcelas y la madurez del arbolado. El resultado es un AOVE lleno de matices que no deja indiferente y transmite una personalidad basada en la armonía y el equilibrio. La versión ecológica, un coupage de arbequina (90%) y hojiblanca (10%), se caracteriza por su intenso frutado de aceitunas maduras con notas que recuerdan a almendras, manzana y plátano maduro. En boca posee un dulce y sutil perfume almendrado y a cacao con una ligera intensidad de amargo y picante.

Por su parte, los monovarietales de arbequina, picual y hojiblanca comparten los mismos atributos de equilibrio y dulzura, si bien cada uno de ellos posee su propia personalidad. Así, la variedad arbequina es un frutado ligero que presenta aromas a fruta madura, mientras que en el caso del picual se trata de un frutado verde medio que destaca por su frescor y matices amargos y picantes, con aromas a tomatera e higuera. Por último, la nota de cata del monovarietal de hojiblanca habla de aromas a hierba fresca, fruta verde y otros frutos que a veces recuerdan a una macedonia, con ligero picante en garganta y retrogusto final almendrado.

aceite anibalLos propietarios de Camino de Aníbal-Olivar del Azaraque, olivareros y productores de aceite -una conjunción que, hasta hace escasas fechas, no abundaba en nuestro país-, añaden una tercera faceta igualmente importante, la comercializadora. Huyendo de modas pasajeras o iniciativas surgidas al amparo de excesos de tesorería, los Gómez-Ferrer, médicos de profesión, crearon un sólido proyecto empresarial sobre la base de su rentabilidad a medio y largo plazo. Un proyecto, por tanto, que se define por su rentabilidad económica, pero también por su sostenibilidad, al tiempo que está basado en las innumerables cualidades beneficiosas del aceite de oliva como complemento necesario en nuestra dieta gracias a su contenido en vitaminas (especialmente la E) y sus reconocidas propiedades cardiosaludables (rebaja el llamado colesterol malo y aumenta los niveles del colesterol bueno o HDL) y antioxidantes (modifica los genes favorecedores de la aparición de tumores y retrasa el envejecimiento celular).

Camino de Aníbal, el desafío
El primer desafío que tuvo que afrontar Camino de Aníbal fue elegir un nombre dotado del suficiente atractivo para transmitir los valores de un AOVE singular que conjuga a partes iguales tradición y calidad. La respuesta estaba muy cerca, en el camino que atraviesa la propiedad, actualmente una ruta verde y pública para la práctica del senderismo y el ciclismo. Una vía por la que, según cuenta la Historia, pudo pasar el célebre general cartaginés Aníbal antes de dirigirse a Italia, personaje a quien se le atribuye la famosa frase: “Hallaré un camino o lo abriré”, una cita que también adoptó con gusto la compañía.

Como explica Diego Gómez-Ferrer, general manager de Camino de Aníbal-Olivar del Azaraque y la persona encargada de implantar toda la estrategia de comercialización de la empresa, los retos surgieron desde varios frentes. “En primer lugar -señala Diego- teníamos que ser capaces de gestionar con éxito un proyecto de estas dimensiones a pesar de la difícil coyuntura económica actual. En segundo lugar, se trataba de obtener un virgen extra de gran calidad, tanto en su versión convencional como ecológica”.

anibal gama

El último desafío consistía en ser capaces de vender el producto en los mercados nacionales e internacionales. De ahí que, desde el inicio de su producción, Olivar del Azaraque, S.L. pusiera en marcha un plan estratégico de comercialización basado en la distribución de su marca Camino de Aníbal en el segmento gourmet y la alta restauración. Del mismo modo, la empresa decidió centrarse en el envasado a demanda -es decir, a partir de pedidos reales-, un volumen que aumenta considerablemente año tras año a medida que se cimenta su implantación nacional e internacional. En la actualidad, y gracias a una exitosa acción comercial, la compañía ha consolidado su presencia en diversos establecimientos gourmets tanto en España, por ejemplo, el Club del Gourmet de El Corte Ingléscomo en el extranjero, donde ya tiene presencia en China, Alemania, Suiza, Suecia, Finlandia y Filipinas, entre otros países.

Como resultado de todo ello, Camino de Aníbal es una de las marcas españolas con mayor proyección de futuro, dirigida a un consumidor exigente que aprecia y disfruta la calidad y singularidad de un buen AOVE. Así lo acreditan los numerosos reconocimientos y galardones que ha obtenido la empresa en los tres últimos años, entre ellos el Grand Prestige Gold obtenido en Olivinus 2012 (Mendoza, Argentina), el premio al Mejor Aceite de Oliva de España (Best of Spain) en TerraOlivo 2012, las dos Estrellas de Oro (Golden Star) en el Superior Taste Award “ITQI” 2012 (Bruselas) o el segundo Premio a la Calidad Mario Solinas del Consejo Oleícola Internacional (COI) en la categoría Frutado Verde Maduro en las ediciones de 2012 (Camino de Aníbal Hojiblanca) y 2013 (Camino de Aníbal Ecológico).

Un AOVE cuya exitosa irrupción en el mercado no es fruto de la casualidad, sino el resultado lógico del trabajo y la constancia, del esfuerzo y la ilusión, de la dedicación y el atrevimiento; el mismo atrevimiento que impulsó al mítico general cartaginés a atravesar los Alpes con sus elefantes soportando múltiples penalidades -perdió a todos menos uno- y poner en jaque a todo un imperio.

Para más información consulte: www.aceitedelcaminodeanibal.com