La depresión es la gran pandemia de nuestro siglo. El consumo de hipnosedantes ha disparado todas las alarmas. El hecho de que en nuestra sociedad, para colmo, estupefacientes de todo tipo estén al alcance de todos… empeora la situación. Y la crisis, el vivir ajenos a toda referencia espiritual… hace que llueva sobre mojado.
Los tratamientos farmacológicos para la depresión son insuficientes. Y tienen efectos secundarios. Entre ellos, la desinhibición, lo que podría estar detrás de muchos suicidios. Si a usted, después de 40 años de casada, se le ha muerto el marido, es lógico que esté triste. Eso no es estar deprimida. Rechace los antidepresivos. El duelo hay que pasarlo.
La hierba de San Juan da buenos resultados en depresiones leves. Ahora se está hablando mucho de la curcumina. Sus efectos en pacientes de depresión han dado buenos resultados. El mercado español ya dispone de hipérico y cúrcuma en cápsulas “eco”. Consulte con los especialistas. Pero la depresión no puede ser dejada sólo en manos de un tratamiento “pastillero”, sea convencional o “bio”. Es el síntoma más claro de que toda nuestra sociedad está en decadencia. Las salidas a esa patología tienen que ser multifactoriales.
Autor: Pedro Burruezo, eco activista, director de The Ecologist, asesor de BioCultura, hortelano y compositor.
Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo
Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer Bio Eco Actual