ANDA 12/06/2015
Los équidos europeos, desamparados por las leyes según el primer estudio global europeo.

Los équidos (caballos, mulas y asnos) de la Unión Europea necesitan de forma urgente leyes que les protejan de manera específica, pues a pesar del gran impacto económico que estos animales suponen en la economía europea sigue existiendo un gran desconocimiento sobre las necesidades de esta especie y las situaciones de malos tratos que sufren.

Así lo expone el informe “Eliminando las orejeras: salud y bienestar de los equinos europeos en 2015“, realizado por las asociaciones World Horse y Eurogroup for Animals, presentado hoy ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo. Los équidos, tan pronto utilizados como animales de compañía y de ocio como para trabajos en el sector del turismo y la carne (muchas veces pasan de una categoría a otra según van envejeciendo) necesitan leyes que les protejan de los abusos en las calesas de alquiler, las ferias y, sobre todo, del uso de métodos crueles de eutanasia, como la sustancia T-61, sin la correspondiente sedación.

La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), que ha colaborado estrechamente en la elaboración del estudio, destaca la especial problemática en España que sufren los caballos catalogados como “semisalvajes” en Galicia, región donde estos animales que supuestamente viven en libertad, en realidad tienen dueño que les registra según le convenga o no, con las consiguientes deficiencias que para el bienestar de los caballos esto supone, ante la falta de un responsable legal, o porque sufren el uso de cepos que no les permiten realizar un comportamiento natural ni huir en caso de peligro.

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Alberto Díez, portavoz de ANDA, señala asimismo la necesidad de reforzar los controles para el paso de los caballos utilizados en actividades lúdicas hacia la cadena alimentaria, pues los primeros pueden recibir medicamentos que en ningún caso estarían permitidos para animales destinados al consumo humano. “También sería importante prevenir las numerosas lesiones que sufren estos animales incrementando su bienestar en actividades deportivas“, agrega.

Respecto al bienestar de los animales, el mayor peligro para un caballo español es el transporte a larga distancia (considerando un límite de ocho horas) que aunque reducido en los últimos años, se sigue dando, pues el traslado de estos animales de grandes dimensiones, a los que les cuesta mantener el equilibrio en un camión, genera bastantes complicaciones que muchas veces resulta en lesiones e incluso la muerte de los animales.

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