Asociación Vida Sana 14/12/2015
Hazte “bio” fentre al cambio climático.

Nuestros representantes políticos son los que han de tomar las grandes decisiones para luchar contra el cambio climático. Pero ya sabemos que el verdadero cambio empieza por uno mismo. Sin el grano de arena de los habitantes de este planeta nada va a cambiar por muchas declaraciones de intenciones y acuerdos globales. Y (casi) todos comemos cada día.

Se calcula que la alimentación es la responsable de la mitad de las emisiones de gases con efecto invernadero, si tenemos en cuenta todos los factores: producción agrícola y ganadera, desforestación, transporte y conservación de alimentos,  procesado y embalaje de alimentos y todos los desperdicios que se generan. Así que “Hazte ‘bio’”, cambia tus hábitos alimentarios y además de mejorar tu salud y la del planeta vas a ayudar a luchar contra el cambio climático.

¿Qué comporta hacerte “bio”? Sigue estos 7 pasos:

1.– Compra alimentos certificados ecológicos. La agricultura ecológica es más eficiente en la captura de carbono ya que aumenta los contenidos de materia orgánica en el suelo. Además no utiliza abonos químicos ni pesticidas en cuya elaboración, uso y distribución se emiten gases con efecto invernadero. Se calcula una reducción media del 9% en factores con impacto sobre el cambio climático.

2.– Compra productos locales. El transporte tiene un fuerte peso en la emisión de gases con efecto invernadero. Cuanto más cerca de tu lugar de residencia se hayan producido los alimentos, mejor. Y además contribuyes a mejorar la economía local. Así reduces 2-4% el cambio climático.

3.– Compra fruta y verdura de temporada. Si la fruta o verdura no es de la temporada seguro que viene de lejos, incluso del otro lado del mundo. Además los productos de temporada son más sabrosos porque se recogen en su punto de maduración y son más baratos. También reduces del 2-4% el cambio climático.

4.– Reduce tu consumo de carne. El ganado emite metano que es un gas con efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono. La ganadería intensiva además se alimenta de pienso de cereales producidos a largas distancias y muchas veces en campos fruto de la deforestación. La producción de carne y de lácteos consume la mitad de la energía utilizada para toda la producción alimentaria mundial. Rebajas el cambio climático un 4% si reduces el consumo a la mitad y un 8% si te vuelves vegetariano.

5.– No compres alimentos con ingredientes producidos en zonas deforestadas como el aceite de palma, la soja, el maíz o la colza. Muchos de ellos están presentes en los alimentos procesados así que cuanto menos procesada sea tu alimentación mejor. Los productos ecológicos locales y los de comercio justo son otra opción.

6.– Utiliza sistemas de conservación y cocción que gasten poca energía. Mejor comprar poco y cada día en la tienda del barrio que ir el sábado en coche a comprar al centro comercial y congelarlo todo.

7.– Y deja de tirar alimentos. Compra sólo lo que necesites y ajusta la cantidad al apetito de tu familia. Con todos los alimentos que tiramos porque se han estropeado en la nevera o porque ya no podemos comer más estamos tirando toda la energía que se ha empleado para obtenerlos y que también ha contribuido a emitir gases con efecto invernadero. Se calcula que el desperdicio de alimentos contribuye en un 3-4% al cambio climático.

Siete pasos que podemos aplicar en mayor o menor grado y que sumados van a ser nuestra contribución a un gran reto que es responsabilidad de todos.

Montse Escutia
Ingeniera agrónoma
Secretaria General Asociación Vida Sana