Ecologistas en Acción 02/09/2016
El fracking contamina el agua con disruptores endocrinos y reduce la fertilidad.

Esta es la conclusión de un reciente estudio, publicado el 25 de agosto en la revista Endocrinology”, que confirma que el fracking contamina el medio ambiente, en especial las aguas superficiales y subterráneas, con contaminantes hormonales asociados con la reducción de fertilidad y otros graves daños a la salud.

Los contaminantes hormonales o disruptores endocrinos son compuestos químicos sintéticos capaces de alterar el funcionamiento de los sistemas hormonales de animales y humanos.

Este estudio, realizado por científicos de la Universidad de Missouri, confirma que los compuestos químicos utilizados en las actividades de fractura hidráulica actúan como contaminantes hormonales y pueden alterar la fertilidad de animales y, potencialmente, de seres humanos, además de causar otros daños en la salud y el medio ambiente.  

Beber agua de fracking afecta a la fertilidad

En el estudio se expuso a ratones de laboratorio gestantes a una mezcla de 23 sustancias químicas utilizadas habitualmente en las tareas de fractura hidráulica: las madres fueron divididas en 4 grupos y a cada grupo se le dio de beber, desde el día 11 de la gestación hasta el momento del parto, agua contaminada con una dosis fija de tóxicos (3, 30, 300 o 3.000 microgramos por kilo y día). Así, cada grupo simuló estar expuesto a un escenario de presencia de tóxicos en el agua: desde una fuerte contaminación hasta la cantidad de tóxicos que se puede encontrar en el agua de grifo de zonas con presencia de fractura hidráulica.

Resultados del estudio

Según los propios autores, “este estudio sugiere daños reproductivos y en el desarrollo en humanos y animales expuestos a los compuestos químicos propios de las operaciones de gas, con efectos adversos observados incluso en el grupo expuesto a la menor dosis, que es equivalente a las concentraciones presentes en el agua potable”.

Las crías de las ratones expuestas a los tóxicos de fracking mostraron daños metabólicos, como un mayor peso (a los contaminantes hormonales también se les conoce como obesógenos y algunos autores creen que son un factor más a tener en cuenta en la crisis de obesidad actual), reducción en la concentración de ciertas hormonas, alteraciones en ovarios, útero y otras alteraciones en la salud que pueden derivar en una reducción de la fertilidad femenina. 

Este estudio complementa a otro realizado por el mismo equipo y publicado en diciembre de 2015 que demostró que la exposición prenatal de ratones macho a la mezcla de tóxicos utilizada en el fracking puede reducir el número de espermatozoides así como el tamaño de los testículos, entre otras alteraciones, lo que deriva en una menor fertilidad de los individuos expuestos.

Claves para entender los disruptores endocrinos

1.Importancia del momento de exposición

Los resultados ponen de relieve una de las principales características de los contaminantes hormonales: el momento de exposición a estos tóxicos es crucial. Se considera especialmente preocupante la exposición en la etapaprenatal, caracterizada por la formación de tejidos y órganos, que puede causar daños irreversibles y dar lugar a enfermedades que se manifiesten en la edad adulta o incluso, en la siguiente generación.

2. Los contaminantes hormonales actúan a dosis muy bajas

Los valores límite en los que se basa la legislación de tóxicos no tiene sentido con los contaminantes hormonales ya que cualquier dosis puede causar daño. Efectivamente, el estudio evidencia efectos nocivos incluso a dosis consideradas “bajas”, semejantes a las presentes en agua que se considera potable. Esta característica se comprende si se considera que las hormonas naturales, a las cuales “imitan” estos contaminantes, actúan a dosis extremadamente bajas.

3. Efecto cóctel

Otro aspecto observado en estas investigaciones es que los tóxicos de fracking, como contaminantes hormonales, pueden actuar conjuntamente, de forma aditiva o sinérgica  de forma que los efectos de la exposición a la mezcla se potencian.

Todos estos aspectos, efectos a bajas dosis, efecto de la mezcla de compuestos químicos y daños a las generaciones futuras deberían ser seriamente tenidos en cuenta por las autoridades al evaluar los riesgos de esta actividad. El único fracking seguro es el que no se hace. 

Para saber más: Un estudio de la Dra. Theo Colborn, del TDEX muestra que un 47% de los 980 productos utilizados para la realización de la fractura hidráulica son contaminantes hormonales. Algunos, como el Benceno, Tolueno, Xileno y etilbenceno, pueden producir daños en el esperma, alteraciones del desarrollo fetal, enfermedades cardiovasculares  y respiratorias, entre otras.

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