Entre los grandes logros del siglo XX se encuentra el haber conseguido un tratamiento y distribución de agua para consumo humano seguro. ¿Qué es el trihalometano y por qué es peligroso?

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Antes de comenzar con el tratamiento del agua con cloro, el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería y la hepatitis A mataban a miles de personas en Europa y Estados Unidos cada año. La cloración del agua y su filtración dentro del proceso de potabilización han ayudado a eliminar y erradicar estas enfermedades de los países desarrollados.

La cloración es el proceso de agregar cloro al agua para desinfectar y eliminar los gérmenes que en ella se encuentran. Es ampliamente utilizado como tratamiento de aguas por la alta eficacia contra bacterias, algas, hongos y patógenos para la salud humana. Existen diferentes procesos de potabilización en los que se emplea cloro en sus distintas formas, como cloro gas, dióxido de cloro, hipoclorito de sodio y calcio.

El cloro se usa en forma de gas comprimido elemental, de tono amarillento y muy irritante para las mucosas. Es económico pero conlleva riesgos de manipulación y requiere equipos de seguridad y procesos que sólo lo hacen práctico a gran escala. Otros métodos de potabilización usan como desinfectante una solución de hipoclorito de sodio (NaOCl) o hipoclorito de calcio, cal clorada, Ca(ClO)2. Todos son altamente perjudiciales para la salud en estado puro, pero una vez añadidos al agua pierden su potencial toxicidad. Aunque no del todo.

El cloro reacciona con la materia orgánica durante el proceso de potabilización y produce subproductos tóxicos como el trihalometano y sus derivados, cloroformo, bromodiclorometano, dibromoclorometano y bromoformo.

La formación de trihalometanos dependerá de la cantidad de cloro añadido, de la cantidad de materia orgánica, la concentración de bromuros del agua, pH y temperatura

Los trihalometanos son peligrosos para la salud y el medio ambiente. Se asocian a un mayor riesgo de cáncer de vejiga, de cáncer colorrectal y a problemas respiratorios, a problemas reproductivos como aborto espontáneo, bajo peso del bebé al nacer y malformaciones congénitas. La normativa de la Comunidad Europea establece como límite los cien microgramos de trihalometanos por litro de agua para el consumo.

La mejor forma de prevenir sus efectos es eliminarlos directamente de las aguas que usamos, tanto para boca como para ducha o baño. Para ello podemos emplear filtros de carbón activo, sistemas de ósmosis inversa, o por aumento de temperatura hirviendo el agua.

Autor: Raúl Martinez, biólogo

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2 COMENTARIOS

  1. Hola, yo pongo el agua en una garrafa de plástico transparente y la pongo bajo el sol durante un día, se elimina por completo el sabor a cloro pero no sé si se eliminan los trihalometanos, me podría aclarar esa duda?

    • Hola, comento tu consulta. Lo primero es que no pongas el agua al sol en recipiente de plástico. Mejor cristal. Luego, los compuestos derivados del cloro, ya formados como los trihalometanos, cloroformo, fenoles, se CONCENTRAN al evaporarse el agua con el calor. Es verdad que mejora el sabor, ya que se reduce el CLORO RESIDUAL, pero el agua no es más saludable, sino todo lo contrario. Lo mismo sucede al cocinar. Se concentran todos los compuestos, tanto los beneficiosos, como los tóxicos, y el trihalometano es uno de ellos.

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