VSF Justicia Alimentaria Global 15/11/2016
El Parlament de Catalunya recoge las principales peticiones de la campaña Dame Veneno y de la alianza por una alimentación saludable.

El Parlament de Catalunya ha aprobado una moción que recoge las principales demandas de la campaña Dame Veneno presentada el 29 de septiembre en Madrid y de la Alianza por una Alimentación Saludable.

Este ha sido un primer paso importante, ya que es la primera vez que en el Estado español se lleva a cabo un debate de estas características para poner freno a la alimentación insana.

La moción presentada defendía aumentar los impuestos de las bebidas azucaradas y los alimentos insanos. Sin embargo, la aplicación de una nueva política fiscal solo afectará a los refrescos y no afectará a los alimentos con exceso de azúcar, sal y grasas. El nuevo gravamen sobre las bebidas azucaradas está previsto que se haga efectivo durante el ejercicio 2017.

Establecer una política impositiva para modificar los hábitos de consumo ha sido una de las principales peticiones de VSF Justicia Alimentaria Global para conseguir aplicar un tipo impositivo alto a los productos insanos y abaratar la alimentación saludable para facilitar su acceso. Este gravamen tendría un doble objetivo: abaratar la alimentación sana, ecológica y de proximidad, y encarecer la alimentación insana reducir las desigualdades en el acceso a una dieta sana.

Un gol al etiquetado incomprensible

Además, la moción contempla la puesta en marcha de un nuevo sistema de etiquetado que identifique los alimentos y bebidas insanas indicando los perfiles nutricionales. Está previsto además, que esta definición se lleve a cabo desde órganos gubernamentales y sin la intervención de la industria alimentaria. Esta nueva fórmula de etiquetar los productos tiene como finalidad categorizar los productos en función de su composición nutricional y, en particular, evidenciar de manera clara la cantidad de grasas perjudiciales, sal y azúcar de ciertos productos. La campaña Dame Veneno pone de manifiesto que para hacer frente a la mala alimentación es necesario utilizar etiquetados simples, que muestren claramente y de un vistazo las características nutricionales (saludables o no) de los productos.

Otra de las medidas aprobadas tiene que ver con la regulación de la alimentación insana, dentro del primer semestre de 2017, en todos los centros de titularidad pública de la Generalitat de Catalunya. Por otro lado, para favorecer el acceso a alimentos sanos, frescos, ecológicos, de temporada se ha planteado desarrollar el Plan de Contratación Pública Alimentaria de Catalunya, aprobado en junio de 2015, con la inclusión de alimentos saludables de acuerdo a los nuevos perfiles nutricionales.

El director de VSF Justicia Alimentaria Global valora muy positivamente el resultado de la moción y que se haya abierto el debate de la alimentación insana en sede parlamentaria. “Este es solo un primer paso y muy importante para empezar a trabajar por una alimentación sana y para que estas mismas demandas se lleven al Congreso de los Diputados y a otras comunidades autónomas”, ha comentado.  

Consecuencias de una dieta insana

El factor alimentario se ha convertido en el principal factor de riesgo que está reduciendo la salud y la calidad de vida en el Estado Español, siendo causa de enfermedades como la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Solo en el Estado español, cada año mueren 90.000 personas por enfermedades relacionadas con la alimentación insana. De hecho, se le pueden atribuir entre un 40-55% de las dolencias cardiovasculares, un 45% de los casos de diabetes y entre un 30-40% de algunos tipos de cáncer, como el de estómago y colon. La suma de estas tres enfermedades da como resultado 6 millones de enfermos en todo el mundo cuyo principal factor de riesgo ha sido la alimentación insana[1].

[1] Datos obtenidos del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), la mayor base de datos independiente. Dichos datos proceden de fuentes oficiales y de publicaciones científicas, son recopilados yanalizados por un consorcio de más de 1.600 investigadoras e investigadores en 120 países, se obtienen de más de 300 enfermedades y lesiones en 188 países y están desagregados por edad y sexo, desde 1990 hasta la actualidad, lo cual permite comparaciones en el tiempo, a través de grupos de edad y entre poblaciones.

Fuente: VSF Justicia Alimentaria Global – vsf.org.es