El “pensamiento en verde” está cada vez más integrado en la vida diaria de millones de personas: vivir con consciencia del entorno, la naturaleza y el planeta, adoptar buenas rutinas alimentarias, hacer un buen uso de las energías y practicar el reciclaje como parte de la cotidianidad… Ante esta realidad esperanzadora, también aumenta el número de empresas sensibilizadas que no quieren quedarse al margen y que deciden apostar por un desarrollo sostenible.

Paralelamente a esta tendencia, otro fenómeno dentro del mundo empresarial se está consolidando como una eficaz salida a la crisis, son los conocidos emprendedores y las start-up. Y es aquí cuando ecología y emprendeduría encuentran un eficaz punto de convergencia a la hora de crear y desarrollar ideas de negocio innovadoras con una marcada conciencia ecológica. Aunque nuestro país aún se encuentra a la cola, hay un auge evidente de jóvenes y no tan jóvenes que en un momento de la vida optan por “reciclarse” poniendo en marcha un proyecto propio, que ven en el mundo bio una salida de futuro. Surge así el concepto del ecoemprendedor que es aquel emprendedor que propone un proyecto en pro de la sostenibilidad a nivel ambiental, la responsabilidad social y el empoderamiento económico.

En España desde hace unos años se ha experimentado un aumento significativo de las start-up con base tecnológica, y dentro de ellas cada vez son más las que también exploran nuevos nichos de marcado carácter verde que hasta ahora eran casi inexistentes. Más allá del desarrollo tecnológico, el ecoemprendedor busca proyectos que tengan impacto social y aporten soluciones al mundo que les rodea. Casos en nuestro país como la plataforma Help Up, la primera red social que hace de intermediaria entre personas que quieren hacer voluntariado y las ONG, o la marca de papillas ecológicas Smileat elaboradas de forma respetuosa con el medio ambiente, son dos buenos ejemplos de ecoemprendeduría nacional de éxito.

Buenas ideas de greenbusiness

A priori business y ecología podrían parecer términos antagónicos. Nada más lejos de la realidad si nos olvidamos de los estereotipos tradicionales y entendemos que hacer negocios respetuosos con el entorno y que ofrezcan beneficios reales en la sociedad, es posible y especialmente aconsejable si queremos encaminarnos hacia un desarrollo que no desmorone el planeta. Los negocios gestionados, administrados por y para el concepto sostenible han abierto un campo enorme. Existe un universo importante de potenciales clientes y una atractiva oferta de negocios ecológicos que ofrecen gran viabilidad y muchas posibilidades:

• La alimentación ecológica:

La alimentación libre de pesticidas y fertilizantes, es uno de los ámbitos donde los ecoemprendedores más han puesto su atención ya que el abanico de posibles start-up eco es muy variado: desde las rentables tiendas on-line ofreciendo alimentos ecológicos, hasta los ecoemprendedores que han decidido derivar su negocio al campo cosechando frutas y verduras de forma orgánica para después venderlas al por mayor. Un valor añadido a ofrecer por este tipo de empresas es que los productos que se ofrezcan sean totalmente de producción local o nacional, ya que al no requerir importación, el impacto ecológico es mucho menor y se fomenta el tejido industrial y empleo autóctono.

• Empresas de Reciclaje:

Una vez que el reciclaje ya ha entrado en las prácticas diarias de la mayor parte de la población, también se ha convertido en una importante oportunidad dentro del mundo empresarial. Papel, plástico, madera o vidrio, son muchos los materiales aptos para su reutilización y para ello también son muchos los procesos a realizar, maquinaria ad-hoc, transporte… Por lo que el reciclaje es un negocio prometedor del que ya muchos están obteniendo grandes beneficios.

• Energías renovables:

En un país tan luminoso como el nuestro, el aprovechamiento de la energía solar debería ser una materia obligatoria para todos. Contemplar la posibilidad de abrir empresas que se dediquen a la instalación de sistemas de agua caliente mediante placas solares o comercializar mini placas para las recargas del móvil, son algunas de las salidas de negocio dentro de este sector en pleno auge.  Otra opción de aprovechamiento energético es el de las mini instalaciones eólicas mediante pequeños molinos ubicados en terrazas o terrados, a fin de utilizar la propia fuerza del viento en zonas donde este es especialmente potente.

 • Transporte eléctrico:

La mejora de los motores eléctricos y el boom de la comida a domicilio pueden ser una buena ocasión para poner en marcha una empresa de este tipo de reparto urbano mediante motos eléctricas. En esta misma línea de apuesta por ciudades más limpias, otra interesante oportunidad de negocio que permite evitar el aumento de la contaminación atmosférica son las empresas de taxis totalmente eléctricos.

BioCultura apuesta por los Ecoemprendedores

Desde 2014 la prestigiosa feria de consumo responsable BioCultura otorga anualmente los “Premios Ecoemprendedores BioCultura” con la vocación de visibilizar e impulsar las mejores prácticas empresariales en el sector ecológico. En su tercera edición celebrada en el marco de BioCultura Madrid, el jurado ha valorado el carácter innovador de las propuestas, la fuerza del equipo creador del proyecto, el valor ambiental y social, así como la viabilidad económica y financiera.

Los tres galardonados han sido: Fibras Feltai, una empresa social que recupera la materia prima de la lana y protege la oveja xalda en peligro de extinción; Ray Musgo, innovadora marca de calzado ecológico que apuesta por un modelo de Km0, generando además trabajo a nivel local; y Bridepalla, empresa de marketing promocional que produce regalos corporativos utilizando vegetales y que basa su negocio en economías locales. El jurado destacó no sólo el alto nivel de los finalistas, sino también el de la mayoría de los proyectos presentados a la convocatoria.

Autora: MariaJo López Vilalta / Morocha, Licenciada en Ciencias de la Información
Bio Eco Actual Noviembre 2016