Con la llegada de las primeras nieves (este año según parece será muy frío), son muchas las familias que se lanzan a la aventura de intentar enseñar a esquiar a sus hijos.
Un servidor empezó a esquiar con sus padres y con el club de esquí de la escuela; la experiencia fue constructiva y muy enriquecedora, por tal motivo, es mi deseo poder compartir con los lectores de Bio Eco Actual algunos consejos que nos han ayudado a disfrutar del esquí en familia, sin prisas, con calma y sobretodo, con mucha ilusión.
Una salida a la nieve siempre es una aventura, y si es en familia, la aventura sin lugar a dudas, será mucho mas completa.
Pautas para disfrutar del esquí en familia
– Una buena edad para aprender a esquiar es entre los 3 y los 5 años, aunque se recomienda que el niño tenga cierta autonomía y equilibrio.
– Llevaremos la misma ropa que cuando vamos a la montaña de excursión, pero una vez llegamos a la estación, le pondremos un mono completo de buena calidad (que aguante las rozaduras y el agua). Lo ideal es vestirle con tres capas. El gorro es indispensable para protegerle las orejas y la cabeza del sol. Debemos evitar que lo pierdan.
– Contratar un curso de esquí con monitores especializados en niños suele ser mucho más práctico que intentar enseñarles a esquiar nosotros mismos. Aprender de forma gradual les ayudará a ganar seguridad esquiando y al subir a un telesilla, telecabina o al tomar un telesquí. Todo cuesta en esta vida, pero con práctica, se gana confianza y se puede avanzar con rapidez.
– Aplicaremos a los niños crema solar de factor extremo en la cara cada tres horas.
– No dejaremos que se quiten las gafas de sol, de buena calidad y factor UVA total.
– Normalmente el material de esquí para niños de menos de seis años suele alquilarse. Con el tiempo, los niños deben aprender a atarse los esquís a las botas con la misma facilidad que lo hacen con sus zapatos.
– En el Pirineo existen varias estaciones ideales para aprender a esquiar en familia, destacamos Astún, Panticosa, La Molina, Vall de Núria, Vallter 2000, Font Romeu y una de las mejores: Les Angles, donde la escuela está a pie de carretera. Las “neus catalanes” son un pequeño paraíso donde los niños pueden compaginar el aprender a esquiar con visitas a cuevas, bañarse en termas centenarias o degustar una gastronomía ecológica con denominación de origen.
– Si no hace mucho frío, unos guantes ligeros les ayudarán a agarrarse mejor a los palos. Si hace mucho frío, les pondremos manoplas.
Autor: Víctor Riverola, periodista, escritor y alpinista
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