Ecologistas en Acción 26/12/2016
Estudio: diferencias en la composición del maíz transgénico NK603 podrían indicar que no es seguro.

Los procesos utilizados para obtener una variedad transgénica pueden provocar cambios impredecibles en otros lugares del genoma además del sitio donde se inserta el gen (más información aquí, o en el Anexo II de la Directiva de la UE sobre liberación de OMG).

Los análisis requeridos para la autorización de estas variedades en la UE – los más estrictos del mundo – no pueden detectar estos cambios a no ser que sus efectos sean inmediatos y muy evidentes, dado que no se realizan estudios a largo plazo y que la caracterización molecular se centra en el gen insertado, no en el resto del genoma.

Para más información sobre qué datos se exigen, ver Anexo III de la Directiva; para un análisis en detalle (aviso: de forma no muy cordial) del dossier que Monsanto envió para la autorización del maíz MON810, el único transgénico cultivado en la UE, ver este otro informe. Es importante señalar que los experimentos no son realizados por la EFSA ni ninguna entidad científica independiente, sino que son llevados a cabo por la empresa interesada y la EFSA evalúa los resultados que les envían. El comité de OMG de la EFSA ha tenido, además, varios casos de puertas giratorias con empresas del sector biotecnológico.

En esta ocasión, un grupo de científicos independientes de la industria ha realizado un análisis del proteoma y el metaboloma del maíz transgénico NK603, hallando importantes cambios que no habían sido detectados ni considerados en la evaluación de la EFSA y que podrían estar relacionados con efectos tóxicos para la salud. El Dr. Antoniou, que ha liderado el estudio, considera que la EFSA debería retomar la evaluación teniendo en cuenta los nuevos datos científicos.

El artículo está disponible gratuitamente en: http://www.nature.com/articles/srep37855

GMWatch, Lunes, 19 Diciembre, 2016 – Una variedad transgénica de maíz que lleva años siendo utilizada en alimentación humana y animal no es sustancialmente equivalente a su homólogo no transgénico, muestran los resultados de un nuevo estudio revisado por pares1. 

El estudio, publicado en Scientific Reports, muestra también que los cambios en el maíz transgénico son resultado del proceso de ingeniería genética, y podrían tener implicaciones para la salud de las personas y animales que lo consuman.

Aun así, estos cambios no fueron considerados por la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) en su evaluación de riesgos”2 – lo que sugiere que debería llevarse a cabo una nueva evaluación que tenga en cuenta los últimos datos científicos.

Las conclusiones de la EFSA sobre el NK603 son falsas

Las aprobaciones de nuevos transgénicos a nivel global se basan en el concepto de equivalencia sustancial, es decir, que el transgénico es igual en su composición a su equivalente no transgénico (el pariente más cercano).

En 2009 el Comité de OMG de la EFSA concluía que “el maíz NK603 es composicionalmente equivalente al maíz convencional”, excepto por el cambio que se pretendía introducir – la presencia de proteínas adicionales que hacen a este maíz tolerante a herbicidas basados en glifosato como el Roundup.

Sin embargo este nuevo estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores liderado por el Dr. Michael Antoniou, del King’s College de Londres, muestra que la conclusión de la EFSA es falsa, y que el proceso de ingeniería genética ha provocado importantes efectos no intencionados en la composición del maíz NK603.

Diferencias importantes provocadas por el proceso de modificación genética

El estudio en profundidad llevado a cabo por estos investigadores sobre los tipos de proteínas (proteoma) y pequeños compuestos bioquímicos (metaboloma) revela importantes diferencias entre el maíz NK604 y su equivalente no transgénico.

Se detectaron alteraciones significativas en un total de 117 proteínas y 91 metabolitos, debido al proceso de modificación genética llevado a cabo en el maíz NK603. El maíz transgénico y el no transgénico fueron cultivados en el mismo lugar y en las mismas condiciones, lo que permite descartar la posibilidad de que las diferencias observadas se deban a factores ambientales como la pulverización con Roundup o las diferentes condiciones del suelo en que se han cultivado.

Los resultados del análisis muestran cambios en la utilización de energía y el estrés oxidativo (daño a las células y tejidos provocado por especies reactivas del oxígeno) en el maíz transgénico. También se detectaron, según el propio Dr. Antoniou, “aumentos preocupantemente grandes” en sustancias denominadas poliaminas.

Entre las poliaminas detectadas en mayor cantidad en el maíz transgénico NK603 estaban la putrescina y la cadaverina.

(Para los no científicos estas sustancias suenan a algo que supura de los cadáveres, y así es, según la Wikipedia, “Ambos compuestos son fundamentalmente responsables del mal olor de la carne en putrefacción” – aunque contribuyen también al olor del mal aliento. Mmmm… ¡qué rico!)

Aunque algunas poliaminas podrían tener efectos beneficiosos en determinados contextos, según el Dr. Antoniou hay otras, como la putrescina y la cadaverina, que pueden producir “distintos efectos tóxicos. Por ejemplo, potencian los efectos de la histamina, lo que aumenta las reacciones alérgicas, y ambas están implicadas en la formación de sustancias carcinogénicas denominadas nitrosaminas, relacionadas con los nitritos en los productos cárnicos.”

No hay nada en la evaluación de la EFSA del maíz NK603 que indique que Monsanto midiese estos compuestos en el análisis de composición que llevó a cabo para obtener la autorización de comercialización.

Indicios de efectos tóxicos en ratas que consumieron maíz NK603

El maíz analizado en este nuevo análisis fue el mismo con el que se detectaron efectos tóxicos en ratas, principalmente daños en el hígado y el riñón, durante el estudio de alimentación de 2 años de Séralini.”3

¿Podrían tener que ver los mayores niveles de cadaverina y putrescina hallados en el maíz NK603 con estos posibles efectos para la salud? Según el Dr. Antoniou, esta cuestión “necesita ser analizada más a fondo en estudios de alimentación en animales a largo plazo, utilizando métodos que cuantifiquen de forma específica y más precisa las cantidades de estas poliaminas y sus efectos.”

Sin embargo, lo que está claro es que esto pone en cuestión la base de la autorización comercial del maíz NK603. Como concluye el Dr. Antoniou, “Nuestro estudio muestra claramente que el proceso de transformación durante la modificación genética provoca importantes diferencias en la composición del NK603, lo que demuestra que este maíz transgénico no es sustancialmente equivalente a su contraparte no transgénica. Estos resultados hacen necesaria una evaluación más detallada de la seguridad del consumo de maíz NK603 a largo plazo.”

* 1.Mesnage R, Agapito-Tenfen S, Vilperte V, Renney G, Ward M, Séralini GE, Nodari N, Antoniou MN. An integrated multi-omics analysis of the NK603 Roundup-tolerant GM maize reveals metabolism disturbances caused by the transformation process. Scientific Reports, 2016; 6:37855. Disponible en: http://www.nature.com/articles/srep37855

* 2.EFSA. Applications (references EFSA-GMO-NL-2005-22, EFSA-GMO-RX-NK603) for the placing on the market of the genetically modified glyphosate tolerant maize NK603 for cultivation, food and feed uses, import and processing and for renewal of the authorisation of maize NK603 as existing products, both under Regulation (EC) No 1829/2003 from Monsanto: Scientific Opinion of the Panel on Genetically Modified Organisms (Questions No EFSA-Q-2005-249, No EFSA-Q-2008-075), Adoptado el 27 de mayo de 2009. EFSA Journal 2009. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.2903/j.efsa.2009.1137/pdf

* 3.Séralini et al. Republished study: long-term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Environmental Sciences Europe, 2014; 26(14). http://www.enveurope.com/content/26/1/14/abstract

Fuente: Observatorio OGM – Ecologistas en Acción