BioCultura llega por primera vez a Galicia, concretamente a A Coruña. Será del 2 al 4 de marzo. En esta entrevista, Ángeles Parra, directora de la feria, nos cuenta por qué BioCultura ya tiene su sede gallega…

¿Por qué BioCultura llega a A Coruña/Galicia? ¿Qué ha ocurrido para que sea así?

Era necesario. El sector “bio” gallego no deja de crecer pero necesita un buen empujón para acabar de consolidarse. Por otro lado, crecen los ecoemprendedores y agricultores y ganaderos ecológicos, crece la superficie, aumentan las apuestas “eco”… pero muchos tienen que vender su producción fuera de Galicia porque el consumo interno falla. Así que Galicia necesita a BioCultura y BioCultura necesita a Galicia. Porque la feria crece en aquellas comunidades autónomas que tienen una proyección muy positiva en el sector ecológico, y Galicia lo tiene, sin duda alguna.

¿Qué es para ti BioCultura?

Es una feria poco común. No es una feria al uso. Feria viene de “farah”, que, en árabe, significa “fiesta”. Es una feria para que la gente pueda llevar a cabo una revolución personal y global que cambie este camino suicida que la Humanidad tomó hace unas cuantas décadas pero sin renunciar a los aspectos lúdicos, a las sonrisas, al buen ambiente y sin esclerosis ideológicas de otros tiempos. La cuenta atrás ya ha empezado. La crisis climática ya está tocando a nuestras puertas. Es urgente cambiar el paradigma. No podemos esperar más. La feria nos enseña a vivir bajo las premisas de un nuevo paradigma en el que el consumo y los hábitos de vida se alían para revertir el difícil reto medioambiental al que se enfrenta nuestra especie y toda la Tierra. La actividad comercial se completa con cientos de actividades paralelas que informan a la ciudadanía sobre alternativas a la vía neoliberal y a otras vías que en su día fracasaron. BioCultura, en cualesquiera de sus diferentes ediciones (Madrid, BCN, Sevilla, Valencia, Bilbao, A Coruña…), la organiza la Asociación Vida Sana, una entidad sin ánimo de lucro, declarada de interés público, que siempre ha trabajado por acercar a la ciudadanía la armonía con la Naturaleza. Más allá de las ideologías políticas, tan obsoletas, y de los intereses personales, tan pérfidos.

LOS CAMBIOS
¿Cuáles han sido los principales cambios que se han dado en el sector desde que empezó BioCultura su andadura?

Nosotros siempre hemos trabajado para mostrar a la opinión pública que existen alternativas a la alimentación convencional, tóxica y nociva en muchos aspectos, no solo en el terreno de la salud. Y en eso seguimos, pero, sí, ha habido cambios. Éramos todos muy jóvenes. No sabíamos nada. Sólo teníamos mucha ilusión por cambiar las cosas. Ahora, la feria y el sector se han profesionalizado. Esto es bueno porque el tesoro de la alimentación ecológica llega cada vez más, de diferentes formas, a más hogares. El proceso no sólo se da aquí. En todo el planeta se está viviendo una revolución silenciosa y pacífica en este aspecto. La cuenta atrás ha empezado. El cambio debe ser urgente. Ya no podemos seguir discutiendo. Hay que actuar. Conviene ser profesionales, descontaminar los campos, luchar contra el cambio climático, enfriar el clima, ingerir menos proteína animal…

Con apoyo o sin apoyo, vamos a seguir insistiendo. Es una necesidad vital, moral, espiritual

EL ÉXITO DE LA FERIA
¿Cuál es el éxito de BioCultura?

La feria es muy ambivalente en muchos aspectos. Los profesionales tienen su espacio importante. Es el momento ideal para conocer nuevos productos y realizar sus contactos. Los visitantes, también. Hasta los niños tienen su lugar en el Festival Ecológico de la Infancia MamaTerra. La feria es biodiversa como la propia vida y como la Naturaleza. El que no encuentra su espacio en BioCultura es porque no quiere. Son tantas las actividades paralelas de la feria que cada cual se hace su guión para asistir a la feria con algunas “citas” ya establecidas y poder asistir a las conferencias, debates, degustaciones y/conciertos que más le interesan… Yo creo que el éxito de la feria se debe, entre otras cosas, a que ofrece alternativas serias a la sociedad de masas, que ya sabemos hacia donde nos lleva. La ciudadanía ha despertado. Y en Galicia/A Coruña no va a ser menos.

Pero tiene que haber algo más…

La coherencia. En todos estos años, desde la dirección de BioCultura, en cualesquiera de sus ediciones, no nos hemos dejado embaucar por los cantos de sirena. Nos hemos mantenido fieles a nuestra quintaesencia. No aceptamos gato por liebre. Hemos sido tozudos en los tiempos en los que era fácil ser “bio” a medias. Nunca nos bajamos de nuestro carro. Fuimos coherentes y consecuentes. Le duela a quien le duela. El público ha premiado esta coherencia y esa constancia durante tantos años. Nosotros creamos las primeras certificaciones, los cursos… No existía nada. Fuimos pioneros en tantas cosas… Hay justicia en el universo y ahora el público premia el que hayamos estado durante tantos años predicando en el desierto. No vivimos de subvenciones. No hacemos pasillos para caerles bien a los políticos, ni a estos ni a aquellos, aunque aceptamos su colaboración cuando hay comprensión y honestidad personal, sea cual sea el color. Trabajamos con humildad y con serenidad por el bien común. En nuestra asociación, no hay ánimo de lucro, lo que se gana se reinvierte y del que cobra más al que cobra menos prácticamente no hay diferencia. Seguimos teniendo sueldos muy modestos y estamos aquí para trabajar en pos de la regeneración de Gaia, no para ninguna otra cosa.

EL SECTOR “BIO”
En las últimas ediciones habéis tenido sesiones de debate que vienen a reflexionar sobre la entrada en el sector “bio”  de grandes capitales que han “abducido” a algunas de las empresas pioneras del sector; está también el tema de las grandes superficies y su “asalto” al universo orgánico… ¿Cuál es tu opinión personal al respecto?

Mi opinión es también la visión de la asociación en este asunto. Al menos de su mayoría. De los que llevamos toda una vida en esto. El sector ecológico está cambiando mucho y en muy poco tiempo. Sí, las grandes empresas y las grandes superficies han visto un nicho de mercado y se están introduciendo. Esto no tiene por qué ser negativo pero es complejo. No es bueno para el sector el hecho de que estas grandes empresas quieran funcionar en el sector “bio” como funcionan en el sector convencional, donde no hay la misma ética, los mismos conceptos, que funcionan en nuestro sector. El sector “bio” y su expansión son la punta de lanza de todo un cambio de paradigma que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida (energía, salud, urbanismo, transporte, productos de higiene y cosmética, textil, construcción…) y que ya no hay nadie que lo pare y que ya ha llegado a todos los rincones de la Tierra.

Para que las grandes empresas no acaben corrompiéndolo, tenemos que ser astutos. Ni negar el proceso, ni dejarlo en sus manos

Hay que ser estrategas. Nosotros apostamos por el camino de en medio. Es decir, reconocer que este proceso se está dando y apoyarlo. Ahora bien, con la picardía de tener a las grandes empresas en un diálogo constante para que entiendan que este sector es diferente y que tiene unos códigos éticos que no pueden menospreciar. Podríamos tenerles lejos y dejarles funcionar a su manera pero, tarde o temprano, nos dejarían a un lado y lo corromperían todo. Es mucho mejor tenerles cerca, asesorarles, guiarles, y también vigilarles. Esta ha sido la principal tarea de 2017. Y va a seguir siendo así en los próximos dos o tres años. Diálogo, diálogo, diálogo. Que entiendan bien cómo funciona todo esto. Para que con ese proceso, que es imparable, todos salgamos beneficiados. Hay lugar para todos: tiendas pequeñas, grandes superficies, súpers ecológicos, cooperativas, ferias… Pero también hay que ser dinámico, creativo, especializado… No podemos dormirnos en los laureles. Hemos trabajado demasiado muchísimos años como para dejarlo todo ahora en manos de hombres/mujeres de negocios de traje y corbata. Tendamos puentes, acerquemos posturas, no seamos radicales en ningún sentido. Todo sigue estando por hacer. Mostremos claramente nuestras cartas en el tablero y, quizás, ganemos todos la partida. Si no somos astutos, la perderemos sí o sí.

GALICIA
¿Cómo ves el futuro del sector a corto plazo en Galicia y, en general, en todo el estado?

A tope. Lo veo muy bien. Va a crecer el consumo, la producción… Van a crecer otros subsectores, como la ecocosmética certificada, la moda sostenible, la bioconstrucción… Pero, eso sí, destacarán los más despiertos, los más dinámicos, los más creativos. Y te voy a decir más: destacarán todos aquellos que, aun queriendo llegar a más gente, no renuncien a su idiosincrasia más genuina. Los que se duerman en los laureles, los que pierdan demasiada energía quejándose de lo mal que está todo, de la competencia de las grandes superficies… no resistirán el envite. También hablo por BioCultura. Hay que sumar. Lo que no suma… resta. Hay que reinventarse, imaginar. Hay que fijarse en los artistas: ellos/as tienen una gran capacidad de fantasía. Hay que buscar el talento, la imaginación, la capacidad de asombrarse para seguir. Caer en las dinámicas negativas no aporta nada. Hay que ser profesionales, sí, pero sin renunciar a la fantasía y a la capacidad de crear continuamente al margen de lo políticamente correcto. Esto es al fin y al cabo lo que nos ha traído hasta aquí y también vamos a ser fieles a ello. Y Galicia no va a ser una excepción. El sector “bio” va a seguir creciendo, como lo ha hecho en los últimos años, pero podrán tirar para adelante los que pongan mucho empeño y talento. Va a ser un buen año para todos, creo. Hay que seguir insistiendo en que aumente el consumo interno, especialmente en Galicia y en todas las comunidades autónomas del Estado. Los gobiernos locales tienen que estar por la labor: animamos en este caso concreto a la Xunta de Galicia para que esté del lado nuestro y apoyando a los que apoyan el cambio.

EL POTENCIAL
¿Galicia tiene un potencial en el mundo ecológico?

Todas las comunidades autónomas españolas están viviendo un proceso que es un proceso que, al mismo tiempo, se da también en todo el planeta. Es decir, cada vez más personas cambian total o parcialmente sus hábitos alimentarios y de consumo porque la alimentación convencional acarrea problemas de salud. De ahí que, según la OMS, el 60% de las enfermedades de la “civilización” tienen que ver con nuestra alimentación tan contaminada. Y por otra parte la misma FAO reconoce su papel en la soberanía alimentaria de los pueblos y en la lucha contra el cambio climático.

En ese sentido, Galicia no es ninguna excepción. Y la producción y el consumo “bio” gallegos no paran de crecer

Y la presencia de BioCultura en A Coruña va a ser un empujón para que siga creciendo más todavía, como decía. Es importante movilizar a los ciudadanos  gallegos. Y no solo a los más concienciados…

ESPIRITUALIDAD
Para terminar, Ángeles, ¿crees que en BioCultura todavía pervive un trasfondo espiritual, como en sus primeros años?

Sí, sin duda. Y ahora es más claro, más nítido. Porque en los primeros años había una cierta confusión al respecto. Como te decía, insisto, la cuenta atrás ha empezado. Actuar en pos de la regeneración gaiana es una obligación moral para toda persona consciente. Denunciar las injusticias que se están llevando a cabo en el terreno de la alimentación, de la salud, de la energía… también. No podemos continuar quietos, viendo cómo la Humanidad se autodestruye, no podemos seguir paralizados por la inmensidad del monstruo. Tenemos una obligación moral, ética, con nuestros hijos y nietos. Hay que trabajar para dejarles un mundo mejor. Esto es solo posible si, detrás del esfuerzo, existe un profundo convencimiento espiritual. Si no existe eso, la gente se cansa, lo deja, decae. Si la montaña no viene, iremos nosotros hacia ella. Aunque la niebla nos oculte el camino. Y no olvidemos que, para cambiar el mundo, es preciso primero cambiarse a uno mismo. Demasiada gente olvida esto, que me parece primordial.

Autor: Javier Bolufer
Fuente: 
Asociación Vida Sana

ACTIVIDADES DESTACADAS. COGE TU AGENDA
Además del cada vez mayor número de expositores que acoge BioCultura en sus ediciones, en la feria también ofrecéis actividades paralelas desde el principio de los principios. ¿Cuáles destacarías?

Sí. Son muchísimas. Este pasado año, en Madrid, más de 400. Y en BCN prácticamente lo mismo. Y en A Coruña serán más de 150, que es la primera edición. No está nada mal. Y hay de todo. Desde degustaciones de productos, catas, elaboración de recetas en el espacio de showcooking, demostraciones de cosmética ecológica certificada, talleres de moda, conciertos, espacio de ecofoodtrucks, concursos, ponencias, charlas, debates… Es inabarcable. Por eso, la gente se hace un guión previo, se agenda todo aquello que le interesa más y ya improvisa poco. La gente viene a BioCultura sabiendo a qué va a asistir. Como te decía, hay que reinventarse. Los showcookings siempre están a tope, las actividades del showroom de ecoestética también se llenan, algunos conciertos tienen un éxito tremendo, la zona de ecofoodtrucks ha sido un gran acierto en las diferentes ediciones de BioCultura, y el Festival MamaTerra ya es un clásico para las familias de todo el estado español. En fin… Una r-evolución, pero siempre con una sonrisa y siempre ajenos a la política, que encorseta y distorsiona la realidad. Y que nadie olvide que feria viene de “farah”, de fiesta, de alegría.

Para más información sobre BioCultura Galicia visite www.biocultura.org

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