Es muy probable que si hiciera una encuesta a la población general y les preguntara qué pueden hacer para cuidar el medio ambiente las respuestas irían en torno a reciclar, usar menos el coche, utilizar pilas de bajo consumo, etc. Pero esto, ¿es realmente así?

Naciones Unidas llevó a cabo un estudio hace unos años para identificar de todas las actividades que realiza el hombre (incluidas la construcción y el transporte) cuál es la que más impacto tenía en el medio ambiente. El resultado fue contundente: la alimentación.

Cada vez que hacemos el gesto de introducir algún tipo de alimento en nuestra boca estamos dejando una huella ambiental. Es tentador pensar que lo más importante sea tomar productos locales (así nos evitamos el transporte), o de cultivo biológico (así cuidamos de la tierra y fomentamos la biodiversidad), o alimentos a granel (así evitamos los embalajes). Y aunque obviamente lo que acabo de citar es relevante y a tener en cuenta, lo que con diferencia tiene mayor relevancia es el tipo de alimento en sí; en concreto el consumo de carne y lácteos, es decir, la cría de ganado.

Para que una cuarta parte del planeta coma carne todos los días, tres cuartas partes pasan hambre

Algunos datos para ilustrar esta realidad:

Efecto invernadero

El sector de la crianza del ganado genera más emisiones efecto invernadero (medidas en dióxido de carbono (CO2))-18%, que todos los medios de transporte juntos. Una tonelada de metano, el principal gas responsable del efecto invernadero, tiene la capacidad de calentar el planeta lo mismo que 23 toneladas de CO2. Una vaca lechera produce 75 kg de metano por año, lo que equivale a más de 1,5 toneladas métricas de CO2. Así los gases de las vacas son la principal causa del efecto invernadero.

Rentabilidad

Hacen falta 500 veces más tierra para producir un kilo de carne que para producir un kilo de grano. Para producir un kilo de carne una vaca come 16 kilos de proteínas vegetales. Para que una cuarta parte del planeta coma carne todos los días, tres cuartas partes pasan hambre.

Deforestación

Pero además la cría de ganado es la mayor causa de desforestación, producción de basura y alteración de la fauna marina (el 50% de los peces se usan como alimento para vacas, cerdos y pollos), sin olvidar el consumo de agua: una dieta vegana consume menos de la décima parte que una dieta estándar.

Más allá de las opciones personales que uno elija, tener una alimentación que vaya orientada hacia el vegetarianismo o el veganismo no solo es una forma de cuidar de nuestra salud sino también de la de los otros seres humanos, los animales y la del planeta.

Autora: Dra. Eva T. López Madurga. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Consultora de Nutrición, Macrobiótica y Salud Integral – www.doctoraevalopez.com

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Publicado en 
Bio Eco Actual Febrero 2018