BioCultura BCN, del 3 al 6 de mayo en el Palau Sant Jordi, cumple en la edición de hogaño 25 primaveras. La entidad organizadora, la Asociación Vida Sana, ha coordinado más de 400 actividades paralelas a la feria, una gran gala de mundo “bio” (Drassanes, 27 de abril) y celebra la efeméride con la edición de un disco y un documental, ambos titulados “BioCultura BCN25. Agroecologia, Salut, Pau, Cultura i Rebel.lia”, en los que se dan cita 10 artistas catalanas (en el disco de vinilo) y otras tantas ecoemprendedoras, activistas y periodistas (en el documental) que apuestan por una ciudadanía libre, consciente y emancipada de los poderes fácticos (tanto políticos como empresariales).

Para noviembre, en su edición madrileña, BioCultura quiere organizar un gran congreso paralelo a la feria dedicado a las ciencias a favor de la Humanidad frente a todas aquellas actividades que están poniendo en peligro a nuestra especie y a los ecosistemas. Será un gran congreso donde participarán expertos nacionales e internacionales en agricultura ecológica y biodinámica, alimentación “bio”, salud natural, cosmética ecológica, bioconstrucción, energías renovables…

Biocultura Madrid será sede de un gran congreso dedicado a las ciencias a favor de la humanidad

El congreso tiene por principal objetivo dar respuesta a la ignorancia con que políticos y ciertos informadores tendenciosos (al servicio de oscuros intereses) tildan de “seudociencia” a todos aquellos que, también desde la ciencia y el rigor, se oponen a una sistema depredador que genera contaminación, enfermedad y destrucción. Al final del congreso, se redactará un manifiesto en favor de las ciencias de la vida con la intención de que el aparato legislativo cree incentivos fiscales y de toda índole a favor de toda actividad empresarial que genere un bien común adaptada al Principio de Precaución. Y los que contaminan que paguen más, cosa que ahora no ocurre, sino al revés.

Para Ángeles Parra, directora de BioCultura y presidenta de Vida Sana, “la agroecología, la salud natural, la cultura independiente… son las semillas de una nueva sociedad que se está gestando en todo el planeta. Esta ciudadanía emancipada, consciente y responsable, quiere apostar por la salud, la sostenibilidad, un futuro digno y una vida en armonía con la Naturaleza y con nosotros mismos. Sostenibilidad, justicia social, respeto medioambiental, Principio de Precaución… son conceptos que van unidos, los conceptos que dan sentido a BioCultura y que son el germen de un cambio drástico hacia una sociedad más humana, más consciente y más armónica, en contraposición con la sociedad actual, que nos lleva directamente, y a pasos agigantados, hacia la autodestrucción y el abismo”.

En BioCultura A Coruña y en BioCultura BCN vuelven a darse, por algunos periodistas desinformados, una serie de informaciones sesgadas y tendenciosas cuyo objetivo es minar la confianza que tiene la opinión pública en la alimentación ecológica, la salud natural, las energías renovables, la cosmética y los productos de higiene ecocertificados y todos sus subsectores afines. La alimentación ecológica y la salud natural son no sólo formas de vida más saludable, sino también símbolos del cambio de paradigma que nuestra sociedad necesita para sobrevivirse a sí misma. Ángeles Parra tiene muy claro que “los sectores más rancios y recalcitrantes del neoliberalismo y de la ‘eco-no-mía’ petrodependiente son reacios a este cambio que se está gestando en todo el orbe y, como no saben por dónde salir, acusan al mundo ‘bio’ de ‘seudociencia’. Mezclan a los charlatanes del chamanismo de tres al cuarto con los alimentos ecológicos y las terapias naturales sobradamente contrastadas. Es una aberración en toda regla.

La agricultura ecológica nos provee de alimentos sanos, sostenibles, sabrosos y sanadores. La salud natural sana todo aquello que puede curar de formas no agresivas y las terapias naturales están ya en la Seguridad Social de los países más avanzados de todo el planeta. La cosmética ecológica certificada nos decora y nos limpia sin contaminarnos y salvaguardando los ecosistemas. La bioconstrucción edifica ahorrando energía en la construcción y en el funcionamiento posterior del edificio. Y las energías renovables nos procuran energía sin huella de carbono. Es una revolución imparable.

Pero algunos políticos con intereses personales en la industria petrodependiente ni quieren darse cuenta de todo esto ni quieren contribuir al cambio. Y medios maliciosos pretenden sumarse al caos y al descrédito sembrando más ignorancia y más des-información. Claro que hay charlatanes y chamanes ignorantes… Pero ni están en BioCultura ni eso se puede comparar a terapias milenarias como el ayurveda, la aromaterapia, la medicina tradicional china, etc. Pero, igual que cayó el Muro de Berlín, también la ‘eco-no-mía’ depredadora tiene los días contados, pues la agricultura ecológica y sus subsectores afines no dejan de crecer a pesar de la losa a la que se enfrentan…

Parra añade que “los ataques a BioCultura se enmarcan en una campaña para silenciar a todo aquello que se opone al Pensamiento Único y que estos días encarcela a personajes de diferente índole que no comulgan con ruedas de molino. La agricultura ecológica, las terapias naturales, los productos de higiene y cosmética ecológicos, la bioconstrucción, las energías renovables… son un bien común. Los diferentes grupos políticos del estado español, sean de una ideología u otra, deberían proteger esta revolución ecológica como la protegen otros países de la UE, para los que la alimentación orgánica, descontaminada y protectora de la eco-nomía local y los ecosistemas autóctonos, es una cuestión de estado que está más allá de los intereses partidistas o cortoplacistas de los gobernantes de turno, vengan de donde vengan. Por suerte, algunos políticos, periodistas, doctores, científicos, empresarios… han decidido unirse a este movimiento sin fronteras por la regeneración y no por la destrucción. Por eso vamos a organizar un gran congreso en BioCultura Madrid dedicado a las ciencias de la vida, ciencias y técnicas en pro del verdadero progreso de la Humanidad, que contará con personalidades de diferentes ámbitos, siempre desde la ciencia y el conocimiento, para acallar de una vez por todas a los ignorantes que hablan de seudociencia para referirse a la agricultura ecológica, a las terapias naturales o a la lucha contra los pesticidas, la biotecnología o una medicina alopática que, aunque tiene muchas virtudes, naufraga cuando intenta imponer una visión de la salud que satisface más los deseos mercantilistas y materialistas de las grandes empresas farmacéuticas que las necesidades de la ciudadanía… Una medicina integrativa es necesaria, posible y urgente, sin pensamientos únicos de ningún lado, pero siempre en favor de las necesidades de los pacientes”.

En BioCultura se dan cita, en palabras de Ángeles Parra, “todos aquellos que están a favor de una ciencia positiva que trabaje en pos de una sociedad humana armónica con el planeta. Tildar de seudociencia a la agricultrua ecológica o a las terapias como el ayurveda o la medicina tradicional china es vivir doblegados a una forma oficial de ver la vida con intereses particulares muy claros en cada uno de los ámbitos de la economía”.

Y sentencia: “BioCultura va a seguir luchando para que los alimentos ecológicos y todos los subsectores ‘bio’ lleguen cada vez a más hogares. Porque la cuentra atrás ha empezado. Nuestro planeta y nuestra salud están al borde de un gran colapso ecológico, climático y económico. Y es un deber moral, espiritual, ético, trabajar en pos de la regeneración y no de la degeneración, que interesa sólo a algunas empresas transnacionales, a unos políticos miopes (que trabajan directa o indirectamente como veladores de las puertas giratorias de estas megaempresas) y a algunos periodistas algo desinformados que no contrastan bien sus informaciones.

BioCultura y Vida Sana son el bien común. No hay interés personal ni ánimo de lucro

Somos una entidad independiente y nuestro objetivo es regenerar la economía a través de actividades económicas que respeten la salud de los consumidores y de los ecosistemas en alimentación, salud, cosmética, construcción, energías, banca, etc. Cuando hablamos de ecosistemas, hablamos de todos los seres vivos que pueblan nuestro planeta, no solo nuestra especie. Ahora todo el mundo se quiere apuntar al carro ‘bio’ pero quieren desprestigiar este símbolo de cambio, que es nuestra verdadera esencia. Porque este símbolo de cambio ya no es de BioCultura, ni de Vida Sana ni de nadie. Pertenece a una humanidad consciente y liberada y ya nadie lo va a detener. En BioCultura Madrid, Vida Sana va a organizar un congreso internacional de las ciencias de la vida versus las ciencias de la muerte (biotecnología y transgénicos, productos y armas químicas, sanidad basada en la enfermedad y no en la salud, energías renovables contra energías responsables de la crisis climática, centrales nucleares…), que nos están destruyendo a todos lentamente aunque, verazmente, el proceso se está acelerando. Urge una respuesta a toda esta degeneración medioambiental y a esa intoxicación informativa de ‘fake news’ a la que todo el mundo parece apuntarse en la actualidad. Nosotros estamos aquí para defender un progreso en armonía con el mundo, no el progreso de las cuentas corrientes ni de grandes empresas multinacionales ni de políticos corruptos que, desde lo público, benefician los intereses de grandes transnacionales privadas y de capital extranjero”.

Redacción – Asociación Vida Sana

Para más información sobre BioCultura visite www.biocultura.org

Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer
 Bio Eco Actual Abril 2018