España mantiene su liderazgo europeo en superficie dedicada a producción ecológica. Y ya no solo eso. Tras más de 30 años de trabajo del movimiento bio español y europeo, nuestro país también levanta cabeza y saca pecho en cuanto a consumo.
Según las últimas estadísticas del informe “El mundo de la alimentación ecológica. Estadísticas y tendencias emergentes 2018”, presentado este pasado febrero, España es ya el décimo país consumidor bio del Mundo en cuanto a volumen, con un mercado de 1.686 millones de euros que creció, según el estudio “Mitos y realidades de los productos ecológicos”, un 14% en 2017 versus el 2,2% del total del mercado. Con este crecimiento estamos ya entre los 10 mercados ecológicos del mundo que más crecen.
Pese a este crecimiento, si nos fijamos en el gasto per cápita de los españoles en producto bio, observamos que aún nos queda distancia por recorrer: en 2016, en Suiza los consumidores gastaron 274€ en alimentos ecológicos per cápita, mientras que en España tan solo 32€.
En España sólo el 42% de los hogares compra productos ecológicos, cuando la media europea se sitúa en el 80%
Este auge del consumo bio interno en España se está canalizando a través de diferentes vías, y es vital como profesionales estar alerta y como consumidores saber qué modelo y filosofía apoyamos cuando nos decantamos por una vía u otra.
Comercio especializado: valor seguro. Calidad y filosofía
Por un lado, tenemos al comercio ecológico especializado tradicional, con un tejido aproximadamente de 4.000 puntos en España, cerca de 1.000 de ellos en Catalunya. Se trata de los herbolarios, dietéticas y tiendas bio de toda la vida. Modelo de pioneros en el pasado y a los que en la última década multitud de nuevas tiendas se han sumado. Es el comercio bio de verdad, impregnado de activismo y que no sólo apuesta por productos con la Euro Hoja (certificado básico a nivel europeo que acredita que un producto cumple los requisitos de producción ecológica), sino que incluye también otros valores: preferencia por la proximidad, por los productos sanos y que comulga con la filosofía bio y el respeto a la vida y el medio ambiente. Pues bien, este modelo de comercio perdió un 5,1% de cuota de mercado en 2017 respecto 2016. 3,71 de cada 10€ gastados en productos ecológicos siguen comprándose en el canal especializado, pero 6,12 de cada 10€ van a parar ya a hipermercados, supermercados y canal discount.
El comprador de toda la vida o ya habituado a llenar su despensa bio sigue confiando en este tipo de establecimientos, pero el nuevo consumidor llega por estas otras vías, de las que hablaremos a continuación.
3,71 de cada 10€ gastados en productos ecológicos siguen comprándose en el canal especializado

La llegada al gran público. El gran consumo apuesta por lo Bio
Por otro lado, tenemos otro actor que está floreciendo y adquiriendo cada día más importancia en nuestro sector. Se trata de las grandes cadenas de supermercados: Aldi, Carrefour (Carrefour Bio), Lidl, Bonpreu, Día, El Corte Inglés, etc. Estas grandes cadenas, que están a las antípodas de la filosofía del movimiento ecológico original, están siendo catalizadoras de un profundo cambio en el mundo bio. Por un lado, están acercando a miles de consumidores, productos más sanos, más respetuosos con el medio ambiente y con, en general, un positivo impacto social.
Pero este oportunismo y subida al carro bio de estos grandes actores no es solamente positivo. Con un modelo neo-liberal capitalista puro, donde no hay cabida para valores más que los de la bolsa y las cuentas bancarias, cuesta pensar que las vacas que producen leche bio para las marcas blancas de estas cadenas tendrán el trato y descanso que en principio garantiza la producción ecológica, o que se respetarán los precios al agricultor bio. Pero el consumidor no lo sabrá: “si lleva el sello ecológico es que es bueno para mi salud y respetuoso con todos”. Pues bien, el sello bio no tiene por qué garantizar ni una cosa ni la otra. Garantiza un producto libre de pesticidas y más sano que uno convencional, pero la Euro Hoja no va a impedir que compres galletas de chocolate -producido a 5.000 kilómetros- con grasa de palma de otros 7.000 km.
Como hemos comentado, más de 6 de cada 10€ gastados en producto Bio viene ya por este canal. Es un paso muy importante para acercar el producto bio al gran público, pero debemos vigilar, como consumidores y profesionales, de no perder la esencia de lo ecológico.
No se puede negar el proceso. Así pues, ¿cómo mantener la esencia sin echar a perder miles de nuevos consumidores?
El cambio es un hecho y está aquí. El consumidor y, en consecuencia, la tienda bio especializada, no puede permitirse tener que pedir el producto al distribuidor para que se lo traiga al cabo de unos días o una semana. En este mundo hiper-rápido y globalizado, esto es ineficiente y un lastre para el sector especializado, que tan solo beneficia al canal de gran consumo y al online -un 1,7% del consumo ecológico ya se realizó por Internet en 2017-. El consumidor irá donde tienen la variedad que necesita, es lógico.
Necesitamos una reestructuración del sector especializado, de las empresas y tejido de tiendas que tanto han construido y aportado al sector ecológico. Es necesario que se conviertan en actores más eficientes, capaces de posicionarse en un mercado cada vez más duro pero que mantengan la esencia y filosofía del movimiento bio. Ayudémosles con nuestra compra diaria.
Desde Bio Eco Actual luchamos por expandir el consumo ecológico a todos los espectros posibles de nuestra sociedad. En esta línea, hay que valorar la irrupción del gran consumo, pero al mismo tiempo reivindicar los valores, filosofía y calidad que ha llevado al sector ecológico a ocupar cada vez un plano más importante de nuestra sociedad.
El camBIO de verdad está en nuestras manos. Está en TUS manos. Está en TU cesta de la compra
Autor: Oriol Urrutia, Co-Editor de Bio Eco Actual
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