Greenpeace (Luis Ferreirim). – Los datos de cómo la producción y consumo desmesurados de carne afectan a nuestra salud y a la del planeta son inquietantes y no nos pueden dejar indiferentes. Además, hay consenso de que en los países como España, con el segundo consumo de carne más elevado de la UE, más de 90 kg por persona y año (¡más de 250 g al día!), es urgente reducir su consumo y también la producción, que crece de forma exponencial y descontrolada. No es saludable comer tanta carne.

Es cierto que se debe garantizar el acceso justo y equitativo a las proteínas animales a aquellas personas que hasta el momento no lo han tenido y lo deseen. Pero no se puede caer en el mismo error de elevar su consumo a niveles insanos, aunque eso es lo que desea una industria agroalimentaria que solo mira al beneficio económico fácil y rápido. Para estas personas, se debe garantizar el acceso a una alimentación diversificada y el consumo moderado y equilibrado de proteínas de origen animal y que sean de calidad y sostenibles, como lo son las de la ganadería extensiva, local y ecológica de pequeña escala.

Aquí diez preocupantes datos que debes conocer sobre las repercusiones para la salud de la producción y consumo excesivos de carne:

  • El 65% de toda la carne consumida a nivel mundial es carne roja (carne de vacuno, porcino, ovino, caprino y equino);
  • El consumo de carne roja y procesada está asociado al incremento de enfermedades no transmisibles como el cáncer, obesidad, diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares, enfermedades del intestino (diverticulitis) o enfermedades crónicas del hígado;
  • Por cada 50 g de ingesta diaria de carne procesada aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal un 18%;
  • La ingesta de una porción diaria de carne roja (procesada o sin procesar) incrementa un 31% el riesgo de sufrir un infarto;
  • Las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados como la salmonella, campylobacter, e. coli, entre otras están asociadas en gran medida al consumo de alimentos de origen animal y en particular al de aves de corral;
  • La alarmante resistencia a los antimicrobianos se está desarrollando en parte debido al mal uso de estos medicamentos en el ganado saludable y, lamentablemente, en la UE es en España donde más se utilizan. Sólo en la UE las bacterias resistentes matan cada año 25.000 personas;
  • La calidad del aire cerca de las granjas industriales es mala y normalmente contiene partículas peligrosas y gases;
  • Al menos un 30% de las personas que trabajan en granjas industriales padecen de episodios de asma y bronquitis;
  • Una granja de 1.000 vacas produce tantos excrementos como una ciudad de 300.000 habitantes. Los excrementos del ganado contaminan los cursos de agua, dejando a muchas poblaciones sin acceso a un recurso vital como es el agua;
  • El consumo de agua contaminada por nitratos (provenientes de los excrementos de los animales y de los fertilizantes sintéticos) está relacionado con el desarrollo de cánceres gástricos.

Pero hay buenas noticias. En España el consumo está bajando de forma paulatina, aunque tenemos que acelerar el proceso, y es muy fácil. No te pedimos que dejes de consumir carne si no quieres, solo te pedimos que reduzcas tu consumo. Cualquier persona puede hacerlo. Y acuérdate, quien primero va a beneficiar de ello eres tú, tu salud.

Precisamente, la OMS establece que una alimentación sana es aquella donde predominan los alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales). La Dieta Mediterránea sigue la misma línea y establece que nuestra dieta debe estar basada en alimentos de origen vegetal, que el consumo de carnes rojas y procesadas es opcional y, en el caso de que se haga debe ser ocasional y moderado (las procesadas deben ser evitadas). Establece también que el consumo de carnes blancas debe ser moderado.

En este momento, lo más importante es reducir el consumo y la producción. Si decides seguir consumiendo alimentos de origen animal pero ya has dado el primer paso, la reducción, te será más fácil optar por productos de calidad provenientes de la ganadería extensiva, local y ecológica.

Dieta sana, planeta sano.

Datos sobre cómo la producción industrial de carne pone en riesgo nuestra salud       Datos sobre cómo el consumo de carne perjudica nuestra salud

Fuente: Greenpeace 
Autor: 
Luís Ferreirim

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