La calidad del aire dentro y fuera de las colegios de educación primaria en Europa no protege la salud de los niños ni garantiza un aprendizaje óptimo, así lo muestra un nuevo informe de la ONG Health and Environment Alliance (HEAL) titulado “Aire sano, infancia más sana”. Los datos recogidos en Madrid se basan en una iniciativa ciudadana que mide la contaminación del aire interior y exterior en doce colegios que representan aproximadamente a 5.500 alumnos. 

Encuentran altos niveles de contaminación en doce colegios de Madrid

El informe muestra la presencia de dióxido de nitrógeno (NO2) dentro y fuera de todas las aulas, destacando la urgente necesidad de eliminar los vehículos contaminantes de las calles, así como altos niveles de dióxido de carbono (CO2) dentro de las aulas, por lo que se sugiere la instalación de sistemas de ventilación.

La contaminación del aire es la principal amenaza ambiental para la salud en Europa y en el mundo, ya que causa 400.000 muertes prematuras y supone cientos de miles de millones de euros en gasto sanitario en la Unión Europea cada año. La evidencia demuestra que la infancia es  más vulnerable al aire contaminado, aumentando el riesgo de padecer  asma (con ataques de asma más numerosos y de mayor gravedad), especialmente si vive cerca de carreteras muy transitadas. La contaminación del aire también puede afectar al desarrollo del corazón, el cerebro y el sistema nervioso, incluso antes del nacimiento.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que ningún nivel de contaminación del aire puede considerarse seguro. España ha incumplido las normas de calidad del aire legalmente vinculantes de la UE, y Madrid es una de las capitales más contaminadas de las regiones europeas. El tráfico en la ciudad es responsable de aproximadamente la mitad de las emisiones de NO2 y partículas (PM), y los vehículos diésel son especialmente preocupantes. Los investigadores estiman que en algunos distritos, la cantidad de partículas que entran a los pulmones de los ciudadanos mientras respiran es equivalente a fumar entre 2 y 3 cigarrillos al día. Por lo tanto, para proteger la salud de la población infantil y docente v, sería importante expandir “Madrid Central”, la zona de bajas emisiones en el centro de la ciudad.

El proyecto de HEAL se ha centrado en medir la contaminación del aire en los colegios, en los que los niños pasan hasta un tercio de su día. Durante este proyecto se han medido las partículas (PM), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el dióxido de carbono (CO2) entre marzo y abril de 2019 en doce colegios, abarcando 10 de los 21 distritos de Madrid. Se ha contado con la participación activa de la comunidad escolar y el apoyo de la Asociación de Educación Ambiental (AEEA). La iniciativa también se ha implementado en otras cinco capitales europeas: Varsovia, Berlín, París, Londres y Sofía; sumando un total de 50 colegios.

Tras la medición se han encontrado altos niveles de NO2 dentro de cada una de las 12 aulas estudiadas. En algunas entradas escolares, los valores medidos al aire libre han sido de 37 a 43 µg / m3, estos valores se acercan e incluso superan el límite legal anual de NO2 de la UE y la recomendación de la OMS, que es de 40 µg / m3. También se han encontrado niveles altos de NO2 en varias aulas, y en algunos casos más altos que las concentraciones al aire libre, lo que indica que la contaminación del aire exterior, probablemente proveniente de las carreteras cercanas, pasa al interior de los edificios y permanece ahí. El NO2 contribuye a la formación de partículas con impactos negativos sobre la salud y, a menudo, se considera un indicador de la contaminación del aire relacionada con el tráfico. Los estudios han demostrado que el NO2 puede provocar asma y empeorar los problemas de salud de las personas asmáticas. También se está investigando un posible vínculo entre el NO2 y las enfermedades cardíacas y la diabetes.

Necesidad de medidas políticas

“En el contexto de la urgencia climática, es más importante que nunca garantizar la salud de los niños y las niñas, prohibiendo la circulación de vehículos contaminantes en los entornos de los centros educativos. Así mismo sería necesario dotar las aulas de sistemas de ventilación que permitan la renovación del aire interior de manera energéticamente eficiente y reduciendo el impacto de la contaminación exterior” dijo Juan-Felipe Carrasco, de AEEA.

Walter Post, profesor de primaria del CEIP Ignacio Zuloaga, uno de los doce colegios que participaron en el proyecto de medición, ha afirmado: “Ni siquiera las aulas, donde los niños y las niñas pasan parte de sus vidas, están libres de la contaminación ambiental. Es necesario, imperativo, proteger a la infancia, protegernos a nosotros mismos y vivir en espacios saludables “.

Además del NO2, se midieron altas concentraciones de CO2 en todas las aulas, lo que indica la necesidad de mayor ventilación para garantizar que los niños puedan mantener los niveles de concentración y productividad. Sin embargo, al abrir las ventanas del aula, los maestros también deben considerar la calidad del aire exterior y la probabilidad de que entre al aula un aire  más contaminado.

“La investigación de HEAL subraya la necesidad de medidas políticas para limpiar el aire dentro y alrededor de los colegios. Como el tráfico es una fuente clave de contaminación en Madrid, nos preocupan los planes para eliminar la zona de bajas emisiones recientemente establecida en la ciudad. “Madrid Central” ha demostrado su claro valor añadido para la salud, con una rápida tendencia a la baja de contaminantes nocivos del aire.

Si los responsables políticos se toman en serio la protección de la salud de la población infantil, deberían aumentar las restricciones para los vehículos contaminantes, a la vez crear incentivos para caminar y desplazarse en bicicleta como alternativas saludables”, comentó Anne Stauffer, Directora de Estrategia y Campañas de HEAL.

El informe completo se puede encontrar aquí.

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