El estrés es muy común en nuestra sociedad y no hace más que aumentar exponencialmente pudiendo provocar alteraciones neurológicas, endocrinas, cardiacas, gástricas, bioquímicas, etc, teniendo relación con muchas patologías y pudiendo llegar incluso a cronificarse.

Cómo nos afecta el estrés

El estrés es la forma que tiene el organismo de adaptarse a los cambios que se producen en nuestro entorno y, pese a tener los efectos antes descritos, tenemos que romper un mito al decir alto y claro que no es malo en sí mismo, ya que es un mecanismo de defensa que nos permite sobrevivir a lo largo de nuestra evolución, cuando tenemos una situación extrema se activan unos mecanismos endógenos liberando adrenalina y noradrenalina que aumentan nuestro latido cardiaco, nuestra presión arterial, aumentando el flujo de sangre y llevando glucosa a los músculos para prepararnos ante una situación de “lucha o huida”.

Las hormonas que se generan en nuestro cuerpo producen una disminución de nuestro estado de dolor, de tal manera que, si estamos delante de un fuego o ante un agresor,  nuestro cuerpo tiene las herramientas para convertirnos en auténticos “superhéroes” y correr como un velocista aunque tengamos una importante lesión o enfermedad.

El estrés es la forma que tiene el organismo de adaptarse a los cambios que se producen en nuestro entorno

Entonces, ¿Por qué es nocivo el estrés?

El problema viene al mantener esta situación durante largos periodos de tiempo y de manera no justificada, aquí es donde el estrés pasará a ser nuestro peor enemigo.

Teniendo en cuenta que somos seres sociales y que vivimos en un estado de continua exigencia, es fácil comprender la cantidad de personas que se ven afectadas por las consecuencias que este produce y que citaremos a continuación.

Se pueden producir problemas muy serios a nivel arterial y cardíaco, ya que al mantener nuestros niveles de adrenalina y noradrenalina elevados, el cuerpo genera esta respuesta.

Los niveles de cortisol endógeno también aumentan.

La musculatura se contrae pudiendo hacer que el sistema musculoesquelético se mantenga activo incluso por la noche, pudiendo producir lesiones motoras, mayor rotura muscular  y desencadenando también bruxismo.

Problemas digestivos, por la liberación de ácidos como el ácido clorhídrico que nos puede provocar sensación de reflujo ácido, úlceras, irritabilidad intestinal, falta de apetito condicionando a nuestra flora intestinal, enzimas pancreáticas y biliares.

El problema viene al mantener esta situación durante largos periodos de tiempo y de manera no justificada

Insomnio, ya que al afectar y desequilibrar el sistema nervioso es frecuente que nos levantemos cansados a nivel mental y físico, pues nuestro organismo no descansa y por lo tanto no se recupera.

El estrés hace que se pierda capacidad de liberar óxido nítrico, encargado de vasodilatar y facilitar que el oxígeno se transporte, por lo que produce fatiga y hace que tengamos poca energía.

Puede producir enfermedades autoinmunes como el hipotiroidismo autoinmune, artritis reumatoide, alopecia, esclerosis múltiple, etc.

En definitiva, el estrés puede hacer que una persona sana esté predispuesta a padecer enfermedades neurodegenerativas, metabólicas, endocrinas, cardiovasculares, cerebrovasculares, diabetes, hipertensión, insomnio, hígado graso, roturas fibrilares, problemas digestivos e inflamación sistémica.

No hay que demonizar al estrés, ya que, como hemos explicado, puede ser nuestro amigo, pero si este se da de manera muy frecuente puede acarrear problemas de salud, por esto es conveniente llevar un estilo de vida saludable y recurrir a terapias naturales que puedan bajar estos niveles y nos ayuden a generar endorfinas como la Osteopatía, Acupuntura, Yoga, Tai-chi, Shiatsu, Naturopatía y Masajes.

ESPACIO PATROCINADO POR
Cofenat
La evidencia científica demuestra que las terapias naturales también curan

Autor: Gabi Díaz, Osteópata y Socio de COFENAT.

Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo

Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer
Bio Eco Actual Septiembre 2020