Que la alimentación bio está en auge es un hecho indiscutible. En las últimas décadas los alimentos ecológicos y los productos bio, especialmente los de origen agrícola, se han ido posicionando en los mercados y han ganado popularidad entre los consumidores. La elección como primera opción de estos productos ha permitido un aumento de ventas. Y no es una moda.
El tiempo de vida útil de los productos bio
Por sus características, manipulación y tratamiento, los productos ecológicos tienen un gran hándicap frente a los alimentos no ecológicos y los alimentos procesados. El tiempo de vida útil y la mayor o menor caducidad depende de cada producto. Este es el gran problema al que se enfrenta el sector, ya que una vida corta se traduce en un incremento de pérdidas.
El procesamiento de los productos convencionales
Los alimentos convencionales están diseñados para el almacenamiento, y por ello se mantienen aptos para el consumo por más tiempo. Pero esta larga vida conlleva riesgos para la salud, y se logra a costa del bienestar de los consumidores. Los alimentos procesados duran más, simple y sencillamente, por estar adulterados. Ya en origen fueron tratados con pesticidas tóxicos que garantizaron su resistencia frente a plagas, lo que permitió obtener una mayor producción. Se cosechan antes de la maduración y se refrigeran por largo plazo, evitando así la estacionalidad.
El tiempo de vida útil y la mayor o menor caducidad depende de cada producto
Se maduran artificialmente, impidiendo con ello pérdidas y garantizando su presencia anual en los mercados. Cuando se procesan reciben una enorme dosis de químicos tóxicos, cuyo único fin es impedir que se alteren y echen a perder. Son tratados a mansalva con aditivos sintéticos, garantizando su durabilidad, así como con un sinfín de sofisticados procesos industriales que impiden su deterioro. Todo este proceso empieza en el campo y acaba en el punto de venta, y su resultado es que los alimentos carecen de sabor, aroma y textura, que están llenos de tóxicos que garantizan la durabilidad y suplantan sus carencias organolépticas. Sin entrar a considerar sus efectos sobre el medio ambiente, que son brutales.
Las fortalezas de los productos bio
Los productos ecológicos tienen, hoy por hoy, una vida útil más corta que los productos convencionales. No han sido tratados con químicos tóxicos, no han sido modificados genéticamente, no han sido creados y desarrollados de forma artificial. Pero en estas carencias está su fortaleza. Conocemos de productos Bio que duran incluso más que los productos convencionales. Es cuestión de tiempo que sus vidas útiles se igualen.
Autor: Raúl Martínez, Dietista-nutricionista, biólogo
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