La crisis climática actual pone de manifiesto que o cambiamos el modelo de producción, distribución y consumo, o el futuro que nos espera es realmente negativo. Ante tal panorama, muchos consumidores, preocupados por el mundo en el que viven y el que dejarán a las siguientes generaciones, se ‘rebelan’ ante el sistema y buscan crear alternativas de consumo transformador, responsable y consciente: son ellos los copropietarios y cotrabajadores de los supermercados cooperativos.

Los supermercados cooperativos

Supermercados cooperativos: tiendas de venta al por menor sin ánimo de lucro

En 1916, nació el primer supermercado clásico, llamado Piggly Wiggly, en la ciudad de Memphis (Estados Unidos). Hacía más cómoda y rápida la venta y compra de alimentos. Desde entonces y durante todo el pasado siglo, los supermercados conquistaron prácticamente todo el mundo e incluso se crearon los hipermercados, contribuyendo a la pérdida del pequeño comercio y a que cada tramo de la cadena agroalimentaria estuviera en manos de unas pocas multinacionales que han ido aumentando su poder. Sin embargo, no todos los consumidores quieren participar en este sistema. 

Curiosamente, la alternativa a los supermercados clásicos puede llegar desde su reinvención: con los supermercados cooperativos, tiendas de venta al por menor sin ánimo de lucro y cuyos clientes son los copropietarios. La mayoría son, además, participativos, puesto que los copropietarios -los socios- trabajan de forma voluntaria unas determinadas horas al mes -entre 3 y 4 habitualmente- haciendo las tareas cotidianas de este tipo de establecimientos como son la recepción de pedidos, la limpieza o la atención en caja, y permitiendo así abaratar el precio de los productos. La calidad y el precio atraen a más socios, y con más socios se consiguen precios aún más bajos, más productos y, de nuevo, más socios.

Beneficio para todos

La iniciativa colaborativa persigue que todos los implicados en la cadena alimentaria salgan beneficiados. Los socios toman las decisiones sobre qué se vende, están informados sobre las condiciones de producción, establecen relaciones justas con productores y otras cooperativas y un precio honesto. Habitualmente se ofrecen productos ecológicos, de temporada y de proximidad con el objetivo de ofrecer alimentos saludables a todos los ciudadanos: que comer bien no sea un lujo. 

Los supermercados cooperativos son tiendas de venta al por menor, sin ánimo de lucro y cuyos clientes son los copropietarios

Una historia de éxito

Para encontrar el primer supermercado cooperativo tenemos que remontarnos a la década de los 70 del pasado siglo. Fue también en Estados Unidos, en Brooklyn (Nueva York), donde Joe Holtz y vecinos del barrio de Park Slope decidieron establecer una cooperativa llamada Park Slope Food Coop (PSFC). Querían abastecerse de alimentos de proximidad y de calidad a un precio asequible. Fue una idea de éxito: actualmente, ofrecen más de 5.000 productos, son más de 17.000 miembros y sus socios ahorran entre un 20% y un 40% de su gasto semanal en alimentación.

A su imagen y semejanza, Tom Boothe y Brian Horihan promovieron la apertura en otoño de 2016 de La Louve, en París. El supermercado cooperativo llegaba así al Viejo Continente, teniendo muy buena acogida: a 30 de junio de 2021, contaban con 9.034 socios, según detallan en su página web. Boothe también está detrás del documental Food Coop, que se estrenó en Francia a finales de 2016 y que nos enseña los engranajes y los secretos de Park Slope Food Coop. El largometraje fue visto solo en los cuatro primeros meses por unas 20.000 personas y fue la semilla de muchos otros proyectos de supermercados cooperativos en Francia y en el resto de Europa.

Los supermercados cooperativos

La situación en España

En España, existen desde los años 90 grupos y asociaciones de consumo de productos ecológicos como El Encinar (Granada), BioALai (Vitoria) y Landare (Pamplona). Algunos de ellos han decidido ahora ir un poco más lejos y hacer suyo el concepto de supermercado con el objetivo de llegar a más personas, seguir empoderando a los consumidores y democratizar la alimentación sostenible y saludable. 

Así, en los últimos años se han constituido grupos promotores y cooperativas en ciudades como Madrid (LA OSA, Biolibere, Supercoop), Zaragoza (A Vecinal), Bilbao (Labore), Barcelona (Food Coop BCN), Mallorca (TerraNostra), Valencia (Som Alimentació), Manresa (Supercoop) y Mataró (La Feixa) que han abierto o están gestando supermercados cooperativos. 

En España, existen desde los años 90 grupos y asociaciones de consumo de productos ecológicos como El Encinar (Granada), BioALai (Vitoria) y Landare (Pamplona)

LA OSA fue el primer supermercado cooperativo y participativo en España. Está situado en el distrito madrileño de Tetuán y abrió sus puertas en diciembre de 2020 con el apoyo de más de mil socios. Para poder comprar, tienes que hacerte cooperativista: pagar una cuota única de 100 euros y dedicar 3 horas de tu tiempo cada 4 semanas en los turnos del supermercado. 

En Barcelona, Foodcoop BCN espera subir la persiana a finales de este año en el barrio del Eixample, convirtiéndose en el primer establecimiento de este tipo de la capital catalana. Actualmente, buscan llegar a los 500 socios. Para hacerse socio y copropietario es necesaria una aportación única de 90 euros y dedicar 3 horas mensuales a las tareas de funcionamiento. 

Economía social y solidaria

Los supermercados cooperativos están enmarcados dentro de la economía social y solidaria, y se relacionan con otros conceptos como la soberanía alimentaria y la agroecología. La economía social y solidaria ha tenido una especial relevancia en nuestro país, especialmente a raíz de la crisis financiera y social del 2008 y del movimiento del 15-M, que emergió el 15 de mayo de 2011 con la ocupación de varias plazas por toda la geografía española. Actualmente, las iniciativas de consumo ético no sólo se dan en el sector alimentario: existen también en otros como el bancario y el eléctrico. Poco a poco, los ciudadanos se están empoderando y son conscientes de la importancia que tiene su manera de consumir para conseguir un mundo mejor. 

Autora: Cristina Fernández, Periodista & Blogger

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Bio Eco Actual Diciembre 2021