El Día Internacional de la Mujer se ha convertido en una fecha señalada en el calendario de nuestras vidas. Pese a que hay que reivindicar el papel de la mujer en la sociedad durante los 365 días del año, cada ‘8M’ más mujeres (y hombres, ya que es una reivindicación que trasciende el género) salimos a la calle a dar visibilidad a esta causa.
Fairtrade por la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres
El compromiso del Comercio Justo con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es total. Concretamente, esta es una de las cuatro grandes áreas de acción de Fairtrade, junto a garantizar los derechos de los trabajadores, la protección de la infancia y luchar contra el cambio climático.
Fairtrade, como sello líder a nivel mundial que certifica productos de Comercio Justo, representa las voces de más de 1,9 millones de productores y trabajadores en todo el mundo y las mujeres ganan cada vez más peso: en la actualidad ya representan un 17% de los agricultores y 41% de los trabajadores. Las mujeres, pues, tienen un papel cada vez más vital para alimentar al mundo y, aunque su papel en la agricultura ha aumentado con el tiempo, éstas tienen menos acceso a recursos como la tierra, los insumos, la información, el crédito y la formación, reforzando los patrones de desempoderamiento femenino. Y todo ello por el simple hecho de ser mujeres.
El compromiso del Comercio Justo con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres es total
Hace unos meses Fairtrade presentó su nuevo posicionamiento global para el periodo 2021-2025. Bajo el lema ‘El Futuro es Justo’, trabajamos cada día para conseguir un mundo en el que lo justo sea lo normal, en el que la justicia económica, social y medioambiental sea algo tan natural como el simple hecho de respirar. También queremos un futuro en el que las mujeres trabajen en condiciones de igualdad y no explotación, cobren el salario que les corresponde, puedan compatibilizar la vida laboral y familiar, y asuman roles de liderazgo ocupando puestos de poder.
Escuela de Liderazgo para Mujeres
Una gran iniciativa que ha desarrollado Fairtrade para reforzar el rol de la mujer en la cadena de valor del comercio justo es el proyecto de la Escuela de Liderazgo para Mujeres. La iniciativa, que se está llevando a cabo en Costa de Marfil desde 2017, consiste en la realización de actividades de sensibilización sobre cuestiones de género y de apoyo a las organizaciones de productores para que comprendan e integren más a las mujeres en su membresía y en la toma de decisiones. Cada año más de 1.000 personas han asistido a la Escuela de Liderazgo para Mujeres, beneficiando de forma indirecta más de 30.000 agricultores en 260 cooperativas productoras. Mediante las actividades de formación de este programa se contribuye a mejorar la autoestima de las mujeres y la confianza en sí mismas, capacitándolas para entender sus derechos, desarrollar sus habilidades financieras y agrícolas, y apoyar a otras mujeres agricultoras en proyectos generadores de ingresos.
Cada año más de 1.000 personas han asistido a la Escuela de Liderazgo para Mujeres
Por último, y además de estas grandes iniciativas y proyectos de carácter global, no debemos olvidar la importancia de pequeños gestos con lo que nosotros, los pequeños consumidores, podemos contribuir para ser la solución de un gran problema como es la brecha de género. Comprar productos que cumplen con los Estándares Fairtrade como una tableta de chocolate, un paquete de café o de azúcar de caña… Todo esto también contribuye a poner fin a las numerosas desigualdades que sufren las mujeres en las cadenas de producción y, para tal fin, Fairtrade nos lo pone fácil a los consumidores, ya que eligiendo productos certificados con el sello líder de certificación de productos de Comercio Justo podemos conseguir grandes cambios.
Estándares Fairtrade
Los Estándares Fairtrade son un conjunto de requisitos que los productores deben cumplir para obtener y mantener el sello de la certificación Fairtrade para el producto específico que producen. Estos estándares se aplican tanto a productores como a comerciantes y se enfocan en los principios del Comercio Justo. El cumplimiento de los mismos se controla mediante auditorías independientes que realiza Flocert, por lo que los consumidores podemos estar seguros de que cada céntimo de estos productos se destina a causas sostenibles.
Para el caso concreto de la brecha de género, los Estándares Fairtrade están diseñados para prevenir la desigualdad de las mujeres, aumentar la participación femenina y empoderar a más mujeres y niñas para que accedan a los beneficios de un futuro justo con Fairtrade. Los criterios exigidos en los Estándares Fairtrade para las organizaciones de productores incluyen, entre otros, no discriminar por razón de género o estado civil; tolerancia cero con los comportamientos sexualmente intimidantes, abusivos o explotadores; no realizar pruebas de embarazo en la contratación de trabajadoras; programas de apoyo a mujeres; y desarrollo de una política de género.
Los consumidores ‘de a pie’ podemos contribuir a construir un futuro más esperanzador para millones de mujeres en todo el planeta
En conclusión, y pese a que los avances han sido muy notables durante los últimos años, todavía nos queda mucho camino por recorrer para conseguir eliminar la brecha de género. Para Fairtrade, conseguir la igualdad real en este ámbito ha sido siempre una prioridad, y todo ello con el objetivo de construir un futuro más justo y sostenible en el que las mujeres tienen un papel relevante y protagonista. En este sentido, los consumidores ‘de a pie’, con pequeños gestos tales como fomentar la compra de productos de Comercio Justo, podemos contribuir a construir un futuro mejor y más esperanzador para millones de mujeres en todo el planeta.
Autor: Álvaro Goicoechea, director de Fairtrade Ibérica
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