La escasez del trigo, el maíz o el aceite de girasol son solo una pequeña muestra de cómo un conflicto internacional puede afectar a la lista de la compra de un consumidor. Y también a su bolsillo puesto que la falta de un alimento acarrea consigo el aumento de su precio de venta. Pero no hace falta salir al extranjero para darse cuenta de cómo los acontecimientos de actualidad afectan al consumidor. El paro nacional de transportistas también ha puesto en jaque la cadena de suministro y el desabastecimiento ha afectado a algunos de los lineales de las tiendas de alimentación.

©Herbolario Navarro

Cambios en las tendencias de consumo

De igual forma, con el inicio de la pandemia en marzo de 2020, muchos consumidores hicieron acopio de productos como la pasta, el arroz o los productos enlatados. De hecho, el consumo de alimentación en los hogares españoles durante el 2020 subió un 14 % respecto al año anterior, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta situación volvió a situar en la palestra al comercio local, sobre todo, en compras de productos de alimentación y primera necesidad.

El comercio local promueve la creación de empleo, genera fortaleza en la comunidad en la que operan y reduce la dependencia del comercio exterior

Esta circunstancia no sólo afectó a grandes retailers. Algunos actores de menor tamaño, como Herbolario Navarro, cadena de tiendas especializada en la venta de alimentación ecológica, experimentó esta tendencia en las cerca de cincuenta tiendas que tiene repartidas por toda España. Pepe Navarro, su director general, asegura que “la compañía pudo mantener sus niveles de facturación durante los meses del confinamiento gracias a la venta de productos de alimentación a las personas que confiaron en el comercio de proximidad”.

Esta tendencia al consumo local se convierte en una excelente palanca económica y social. El comercio de cercanía promueve la creación de empleo, genera fortaleza en la comunidad en la que operan y, por supuesto, reduce la dependencia del comercio exterior. De hecho, el dinero que se invierten en una comunidad local actúa como multiplicador de la riqueza de ese mercado.

La compra local es sinónimo de consumo sostenible

Los consumidores que compran en las tiendas de sus barrios también contribuyen a la sostenibilidad medioambiental tanto directa como indirectamente. Hacer la compra semanal en una tienda cercana supone reducir las emisiones de CO2 al no ser necesario desplazarse en un vehículo hasta el supermercado.

Los consumidores que compran en las tiendas de sus barrios contribuyen a la sostenibilidad medioambiental tanto directa como indirectamente

A la hora de alcanzar hábitos de consumo consciente con el medioambiente, es fundamental fijarse en los proveedores con los que trabajan los establecimientos en los que se realizan las compras. El pequeño comercio tiende a adquirir sus productos a proveedores locales y de Km 0, lo que supone un ahorro de las emisiones de gases de efecto invernadero por los largos trayectos de transporte y, de nuevo, un apoyo a la pequeña economía local. Herbolario Navarro es claro ejemplo de tiendas de proximidad que trabajan con proveedores locales, sobre todo, en la sección de productos frescos donde “cerca de un tercio de los productos de nuestra sección de fruta y verdura son de procedencia local”, ha afirmado Navarro.

A esto se suma la posibilidad que ofrecen muchos de estos establecimientos de comprar los productos a granel. Las semillas, los frutos secos o las legumbres son algunos de los productos más ofertados para su compra al peso en establecimientos concienciados con la reducción en el uso de plásticos y de envoltorios. “La sostenibilidad se debe perseguir en todas las fases de la cadena de suministro de los alimentos desde su cultivo ecológico hasta su venta libre de plásticos al cliente final” ha defendido el CEO de Herbolario Navarro.

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Bio Eco Actual Marzo 2022