Las organizaciones ecologistas se han pasado años hablando sobre las nefastas consecuencias del cambio climático y fomentando una serie de acciones para reducir los gases de efecto invernadero. Sin embargo, no han promovido activamente la adopción de una dieta vegetariana estricta a pesar de los impactos negativos de la producción y del consumo de carne.

Producción de carne y cambio climático
La ganadería contamina. Y mucho. Su sostenibilidad lleva años en entredicho, si bien no ha sido hasta los últimos años que dicha información ha sido más visible. Ya a principios de siglo, en el año 2006, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) publicó el informe La larga sombra del ganado en el que detallaba cómo la producción de carne contribuye al cambio climático, la contaminación atmosférica, la degradación de la tierra, del suelo y del agua, y la pérdida de la biodiversidad.
Concretamente, es la responsable de generar más del 14 % de las emisiones de efecto invernadero causadas por el ser humano, según la FAO. El estudio Livestock and Climate Change (Ganado y cambio climático) del Worldwatch Institute eleva la cifra al 51%.
La producción de carne contribuye al cambio climático, la contaminación atmosférica, la degradación de la tierra, del suelo y del agua, y la pérdida de la biodiversidad
La expansión de los pastos y del cultivo de tierras para producción de alimentos para el ganado se hace en muchas ocasiones a expensas de praderas, sabanas o bosques nativos, como sucede en el Amazonas, y de la vida de los animales que allí viven. La producción ganadera mundial ocupa el 70% de las tierras cultivables y el 30% de la superficie emergida del planeta y emplea anualmente unos 77 millones de toneladas de proteínas vegetales para producir 58 millones de proteínas de origen animal.
Y, además, consume agua en una cantidad de cinco a 10 veces mayor que la agricultura. Las organizaciones ecologistas llevan tiempo diciendo a los ciudadanos que reduzcan el tiempo de sus duchas, pero no les cuentan que para producir una hamburguesa se necesita el agua equivalente a ducharse durante dos meses. Asimismo, el sector pecuario también contamina los acuíferos y los mares con sus residuos.
Silencio de las organizaciones ecologistas
El daño de la producción y el consumo de carne -y también pescado- causado al medio ambiente está demostrado. Las decisiones sobre qué tipo de alimentación seguimos afectan más que el transporte que utilizamos, el tiempo que estamos bajo la ducha o si conducimos un coche eléctrico o diésel. Entonces, ¿por qué durante años las organizaciones ecologistas han mantenido silencio?, ¿por qué la ganadería y la pesca no estaban en sus agendas?
La producción ganadera mundial ocupa el 70% de las tierras cultivables
Olvidándose del consumo de animales, los defensores de la protección del medio ambiente lograron no molestar a las multinacionales, hacerse un hueco en los medios de comunicación y conseguir un gran número de socios que pagan religiosamente sus cuotas sin tener que plantearse reflexiones que pueden llegar a generar rechazo. Todo un éxito en términos de rentabilidad y de imagen.

“La industria de la ganadería es una de las industrias más poderosas del planeta. Creo que la mayoría de la gente en Estados Unidos es consciente de la influencia del dinero y la industria en la política, y lo vemos claramente en esta industria en particular. La mayoría de la gente se sorprendería al saber que los activistas por los derechos de los animales y el medio ambiente son la principal amenaza terrorista nacional según el FBI”, afirma el periodista William Potter, autor del libro Los verdes somos los nuevos rojos: Una mirada desde el interior de un movimiento social acosado, una investigación que cuestiona las estrategias utilizadas por los estados en favor de las grandes multinacionales para criminalizar el activismo social.
Sin embargo, ante el aumento del movimiento por los derechos de animales, la difusión del veganismo y las cada vez mayores pruebas científicas sobre el nefasto impacto del consumo de animales para el planeta, las entidades ecologistas han tenido que introducir la temática en sus discursos. En el año 2017, casi 50 años más tarde de que se celebrara el primer Día de la Tierra, organizaciones ambientales como Greenpeace y el Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF) se unieron a la campaña Plate Up for the Planet, lanzada por The Vegan Society, una iniciativa pionera que destacaba el vínculo entre los alimentos que comemos y sus consecuencias para el medio ambiente. Desde entonces, han llamado tímidamente a reducir la producción de carne y lácteos, y a apostar por una ganadería ecológica en lugar de la industrial.
Para producir una hamburguesa se necesita el agua equivalente a ducharse durante dos meses
Además, el ecologismo choca de lleno con los animalistas al preocuparse más por los ecosistemas que por los propios individuos. Se ha visto en España con normativas como la Ley de especies exóticas invasoras que permite directamente matar determinados animales porque son considerados una plaga, unas medidas defendidas por los ecologistas a las que los veganos se oponen.
¿Puedes ser defensor del medio ambiente y, a la vez, seguir comiendo carne, pescado, huevos y productos lácteos?
“Lo más importante que se puede hacer por el medio ambiente es adoptar una dieta vegetal […] Pero más allá de eso, aquellos que también estamos seriamente preocupados por la moralidad deberíamos volvernos veganos y adoptar una posición firme en los derechos de los animales. Ninguna otra posición ética tiene un impacto de mayor alcance y más profundamente positivo en el medio ambiente y en toda la vida en la Tierra que el veganismo. Si no eres vegano, hazte vegano. Si eres vegano, mantente vegano”, sentencia el activista vegano y Director de Comunicación del Sustainability Institute en Molloy College (Estados Unidos) Demosthenes Maratos.
Autora: Cristina Fernández, Periodista & Blogger
Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo
Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer Bio Eco Actual Julio 2022