Las directrices dietéticas publicadas por los gobiernos nacionales pretenden establecer una hoja de ruta para que los consumidores vivan de forma saludable. Un nuevo estudio, en el que han participado en gran medida investigadores del FiBL Suiza, desafía las evaluaciones de las directrices dietéticas nacionales para incluir el impacto medioambiental de la producción de alimentos, con implicaciones para que estas tengan en cuenta no sólo la salud de la población humana, sino también la del planeta.

dietary guidelines
Marion Nitsch

Alimentos de origen animal, cruciales para el impacto medioambiental

Aunque algunos países, como Alemania y Suecia, tienen en cuenta la sostenibilidad medioambiental en sus orientaciones nutricionales para los ciudadanos, en la mayoría de las naciones las directrices dietéticas basadas en los alimentos se diseñan estrictamente en torno a la salud y la nutrición humanas. El estudio, publicado el 13 de junio en la revista Lancet Planetary Health, exploró cinco países europeos -Bulgaria, Malta, Países Bajos, Suecia y Suiza- con diferentes geografías y hábitos culturales. Los investigadores utilizaron los principios de los sistemas circulares de producción de alimentos para evaluar las consecuencias medioambientales y las contribuciones nutricionales de las directrices dietéticas nacionales basadas en los alimentos.

Descubrieron que la reducción de la cantidad recomendada de productos animales en las dietas tenía el potencial de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la mayoría de los casos. Además, el uso de los principios de circularidad en la agricultura permitiría mejorar el uso de la tierra. El estudio concluyó que Suecia y los Países Bajos podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 12% y un 24% y reducir el uso de la tierra en un 22% y un 24%, respectivamente.

“Sólo con transformaciones coherentes de los sistemas alimentarios en este sentido se pueden alcanzar las mejoras medioambientales estimadas”

Según los autores del estudio, el impacto ambiental debe ser una consideración fundamental a la hora de elaborar las directrices dietéticas nacionales. Los sistemas circulares de producción de alimentos, que hacen hincapié en los ciclos cerrados de nutrientes, son esenciales para producir alimentos en menos tierra y con menor impacto ambiental.

Una transformación total del sistema alimentario

Los autores sugieren que, para que el impacto medioambiental sea total, es necesaria una transformación completa del sistema alimentario. Los cambios incluyen reducciones sustanciales del número total de animales y de productos animales, la inversión en razas de ganado mejor adaptadas a la biomasa de bajo coste, y un cambio en la cantidad de fertilizantes minerales y en las importaciones de alimentos para el ganado. Según los autores, “sólo con transformaciones consecuentes de los sistemas alimentarios en este sentido se pueden alcanzar las mejoras medioambientales estimadas”.

Además del FiBL, participaron en el proyecto de investigación las universidades de Wageningen (Países Bajos), Zúrich (Suiza) y Cornell (Estados Unidos). Fue financiado por la Fundación Nacional Suiza para la Ciencia y el Consejo Holandés de Investigación.

Fuente: New study shows that dietary guidelines need revision to account for environmental impact

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Bio Eco Actual Agosto 2022