“Hacemos bio con amor” no es sólo un eslogan que figura en las etiquetas de los productos Rapunzel, sino que refleja la convicción de que la producción de alimentos sanos, respetuosos con el medio ambiente y la sociedad, es mucho más que un cultivo ecológico controlado.
Los inicios de Rapunzel
Fue en 1974 cuando Joseph Wilhelm y Jennifer Vermeulen alquilaron una granja en Pestenacker (Baviera) con el objetivo de cultivar alimentos sanos. Querían alejarse de la comida industrializada y acercarse a la alimentación viva. Empezaron a elaborar cremas de frutos secos y muesli para su autosuficiencia, con la ayuda de herramientas básicas y simples, como molinos de piedra. Pero ante la demanda creciente de alimentos saludables y el deseo de regresar a los orígenes, su proyecto pronto se convirtió en lo que Rapunzel es a día de hoy: una de las referencias en alimentación ecológica más reconocidas en Europa.
Surtido ecológico, vegetariano y vegano
Rapunzel cuenta con unos 650 artículos en su gama de productos ecológicos, vegetarianos y veganos, en el que se encuentran múltiples variedades de cremas de frutos secos, chocolate, muesli, así como frutos secos, aceites y café.
Las cremas de frutos secos destacan en el catálogo ecológico, vegetariano y vegano de Rapunzel
Todos sus productos se elaboran con ingredientes procedentes de la agricultura ecológica, en su mayor parte del mundo vegetal, ofreciendo una calidad 100% certificada. Proceden de cultivos controlados que cumplen con altos estándares sociales y medioambientales, como la producción sostenible, la compra directa y el precio justo garantizado, para dar apoyo a las comunidades de agricultores con los que Rapunzel colabora. Algunas de las materias primeras de las que se abastece provienen de proyectos propios (como la producción de avellanas del proyecto Rapunzel Turquia) o del comercio justo de sus socios Hand In Hand.

Cremas 100% de frutos secos, desde 1975
Las cremas de frutos secos son su producto insignia. Probablemente sin ellas, Rapunzel sería irreconocible, afirman. Elaboradas desde 1975, no contienen aditivos, estabilizadores, ni emulsionantes. Son 100% veganas y no contienen azúcar añadido. Gracias a la calidad de los frutos secos, son una buena fuente de proteína vegetal y de fibra, además de contener ácidos grasos insaturados, vitaminas y minerales valiosos (potasio, hierro, magnesio, fósforo, calcio). Su textura es ideal para untar o para refinar platos dulces y salados, pues ofrecen la posibilidad de ser creativos en la cocina. Son sustitutos e ingredientes ideales para las salsas, acompañar verduras, yogures y batidos o complementar desayunos y meriendas.
Elaboradas desde 1975, sus cremas de frutos secos contienen únicamente ingredientes de calidad, sin aditivos ni estabilizadores
Entre sus referencias destacan la crema de almendras, aromática y versátil; la crema de almendras blancas; la crema de anacardos, perfecta como sustituto vegano de la nata; la crema de avellanas, una de las primeras elaboraciones de Rapunzel; la crema de cacahuete (fina o crunchy), ideal para la cocina asiática; el tahin o crema de sésamo, perfecta para la cocina oriental, africana y asiática.
Y para los amantes de los batidos y la repostería, sus cremas innovadoras: crema de coco y almendras o de coco y avellanas con dátiles. La exótica crema de coco combinada con almendras o avellanas y el ligero toque dulce de los dátiles aportan un aroma especial a recetas de desayuno, como batidos, muesli o porridge de avena.

Chocolates ecológicos
Por otro lado, desde que comercializaron el primer chocolate ecológico del mundo en 1987, la línea de productos de chocolate de Rapunzel no ha dejado de crecer. Procedente de Bolivia, Perú y la República Dominicana, el cacao con el que se elabora el chocolate es sinónimo de comercio justo y de ingredientes de cultivo ecológico. Los chocolates Rapunzel se fabrican siguiendo tradiciones de fabricación: un proceso de conchado prolongado que abre la puerta a todo un abanico de tabletas y barritas de múltiples sabores y texturas.
Receta: Brownies de moniato
Las cremas y chocolates de Rapunzel son fáciles de incorporar a casi cualquier receta, como por ejemplo a este brownie de moniato.
Ingredientes
- 450 g de moniato pelado y cortado en cuadraditos
- 130 g de pasta de dátiles Rapunzel
- 100 g de plátano maduro
- 100 g de almendras tostadas y molidas
- 2 cucharadas de aceite de coco virgen
- 80 g de copos de avena, finos
- 3 cucharadas de cacao desgrasado en polvo Rapunzel
- 2 cucharaditas de polvo para hornear
Para la cobertura
- 100 g de crema de coco y almendras con dátil Rapunzel
- 1 cucharada de cacao desgrasado en polvo Rapunzel

Preparación
Hervir los cuadraditos de moniato en un poco de agua durante unos 10 minutos hasta que estén blandos. Escurrir el agua. Cortar la pasta de dátiles en trozos pequeños. Pelar y machacar el plátano. Moler los moniatos, ligeramente ya enfriados, con la pasta de dátiles y el puré de plátano.
Precalentar el horno a 175 grados (calor superior e inferior). Forrar un molde pequeño (aprox. 20 × 25 cm) con papel para hornear. Añadir las almendras molidas, el aceite de coco, la avena molida y el cacao a los ingredientes en puré y mezclarlo todo en una batidora. Por último, añadir el polvo para hornear. Verter la masa en el molde, extenderla y hornear durante 35 minutos. Dejar enfriar en el molde y posteriormente poner en la nevera.
Para la cobertura: Mezclar el cacao en polvo con la crema de coco y almendras. Si la consistencia está dura, añadir un poco de leche vegetal. Por último untar la cobertura sobre los brownies y ponerlos a enfriar en la nevera. También se pueden disfrutar directamente.
- Rapunzel, distribuido en España en exclusiva por Biocop Productos Biológicos | www.biocop.es
- Más información sobre Rapunzel en www.rapunzel.de/en/about
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