Si el valor nutricional de un producto alimenticio dependiera de cuánto tiempo hace que existe, las algas serían invencibles: aparte de las bacterias, se encuentran entre las formas de vida más antiguas de la Tierra. Y tuvieron un papel importante en hacer habitable nuestro planeta: con su superpoder, la fotosíntesis, las algas marinas han estado enriqueciendo a los océanos y la atmósfera terrestre con oxígeno durante miles de millones de años. Aún hoy, producen la mitad del oxígeno que inhalamos, a la vez que capturan de forma eficiente el CO2. Además, los análisis nutricionales demuestran que las algas son ricas en vitaminas, minerales, proteínas y fibra, pero bajas en calorías.

alimentos del mar
123rfLimited©karsol. Makizushi sushi y wasabi maki

¿Qué sabor tienen las algas?

Las algas suelen estar disponibles en copos o en tiras secas. Las algas verdes, como la lechuga de mar, a menudo se sirven crudas y tienen un sabor algo ácido. El alga roja asiática nori, que algunos pueden conocer como las láminas oscuras que mantienen el sushi junto, también puede servir como topping para ensaladas o sopas. Su homóloga europea, la dulse, pone acentos hermosos de color púrpura en cualquier plato salado. Sin cocinar, es un delicioso snack; asada, despliega un aroma ligero a nuez. Entre las algas marrones, la suave y dulce arame es un buen comienzo para los novatos. Más fuerte de sabor y como ensalada crujiente y verde, es la wakame, que también es uno de los ingredientes clave de las sopas de miso. Los espaguetis de mar tienen un sabor ligeramente picante, similar a las judías. Y el hijiki negro sorprende con un intenso aroma de pescado y una delicada nota de anís.

Un remojo y un lavado exhaustivos ya pueden reducir significativamente su contenido de yodo

¿Las algas son siempre saludables?

Las algas deben consumirse con prudencia. Especialmente las algas marrones, ya que pueden contener mucho yodo. Cantidades demasiado altas de este micronutriente pueden alterar la función de la glándula tiroides y provocar palpitaciones, hipertensión y nerviosismo. La Sociedad Alemana de Nutrición recomienda consumir no más de 200 microgramos al día. Un remojo y un lavado exhaustivos ya pueden reducir significativamente su contenido de yodo. Además de sus beneficios para la salud, las algas también pueden contener toxinas ambientales. Dependiendo de dónde crezcan, pueden filtrar contaminantes y metales pesados como el plomo, el cadmio o el mercurio del agua de mar. Para evitar que estas sustancias acaben en nuestros platos, es especialmente importante una buena calidad del agua y exhaustivos análisis de calidad.

Con su superpoder, la fotosíntesis, las algas marinas han estado enriqueciendo a los océanos y la atmósfera terrestre con oxígeno durante miles de millones de años

¿Las algas ecológicas son mejores?

Debido a su creciente popularidad como alimento, sólo un pequeño porcentaje de algas proviene todavía de la recogida silvestre. La mayoría de algas se cultivan en las zonas costeras con cuerdas o redes. Todo lo que necesitan para prosperar es luz, dióxido de carbono y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo. Por tanto, es un producto ecológico ideal que no requiere uso de productos químicos. Los productores de algas marinas que cumplen las normas ecológicas de la UE sobre la recogida y el cultivo salvaje de algas reducen tanto los peligros para la salud como los daños en los ecosistemas marinos.

Los criterios de la asociación ecológica Naturland son aún más estrictos: no sólo incluyen claras especificaciones sobre la calidad del agua y las técnicas de recolección, sino que también cubren aspectos sociales. Actualmente, las algas certificadas Naturland se cultivan en Francia y España.

Autora: Ina Hiester, periodista independiente del sector ecológico

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Bio Eco Actual Diciembre 2022