El champú es uno de los productos cosméticos que más cantidad de sustancias químicas nocivas lleva. Solo hace falta darle la vuelta al envase de un champú cualquiera para darnos cuenta de la gran cantidad de ingredientes indescifrables que contiene, incluso algunos parecen códigos secretos con números. Entre este galimatías de componentes, lo que primero observaremos son los sulfatos, pero también encontramos parabenos o siliconas. Si tu objetivo es lucir una melena BIO y saber que lo que te pones en la cabeza es un producto saludable, respetuoso y natural, te contamos todos los ingredientes que debes evitar.

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123rfLimited©alona1919. Jabón sólido libre de químicos

Sulfatos

El Lauril sulfato de sodio es una sustancia muy común en los productos de higiene y belleza porque sirve para hacer espuma al tener contacto con el agua. Un ingrediente muy efectivo para eliminar la grasa del cuero cabelludo, pero que también destruye los lípidos naturales que nuestra piel genera para defenderse de agresiones externas. Por eso, el uso continuado de champús con Sodium Laureth Sulfate puede provocar que la piel se irrite más fácilmente provocando sequedad, caspa, rojeces y picazón. Los nombres más comunes con que encontrarás estos sulfatos son: Sodium Lauryl Sulfate, Lauril Sulfato o Sodium Laureth Sulfate.

Alternativas: Los sulfatos no son más que tensioactivos, pero hay alternativas que consiguen el mismo efecto espumoso siendo mucho más saludables y seguros. Por ejemplo, son una buena opción los tensioactivos aniónicos como los tauratos, sarcosinatos y glutamatos. Estos son mucho más suaves porque tienen una detergencia media y muy baja irritabilidad. De hecho, suelen ser un componente presente en champús infantiles. Los podemos encontrar en la lista de ingredientes con el nombre de isothionate, amphoacetate, cocopolygliucose, o glucoside.

Siliconas

Las siliconas se encargan de aportar al cabello un efecto luminoso y suave. Hasta aquí nos puede parecer que las siliconas son maravillosas, pero el efecto que provocan solo es externo. Se trata de un ingrediente que tiene su origen en el petróleo, por lo tanto, no son biodegradables y, aún menos, saludables. En realidad, las siliconas no mejoran la salud del pelo, más bien podemos decir que lo encapsulan.

Las siliconas tienen su origen en el petróleo, por lo tanto, no son biodegradables y, aún menos, saludables

El problema es que las siliconas crean una falsa sensación de hidratación que nos lleva a creer que nuestra melena está más sana. Tanto en el cabello, como también en la piel, las siliconas generan una capa superficial de brillo y suavidad, pero también es una capa que impide al pelo y la piel poder respirar y eso lleva a mayor sequedad, aspereza, debilitamiento y mayor caída.

Las siliconas o aceites minerales (sus primos hermanos en productos de hidratación) los podemos identificar en el etiquetado con el nombre de parafina, paraffinum liquidum, petrolatum, vaselina, glycol propileno, aceite mineral, mineral oil o dimeticona.

Alternativas: La alternativa a estas siliconas nocivas para la salud del cabello son las llamadas ‘siliconas solubles’, las podemos identificar con los nombres de aceites vegetales, siliconas vegetales o cyclomethicone.

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123rfLimited©milkos. La educación, el mejor tratamiento para el cabello

Parabenos

Los parabenos no son nada más que conservantes y ayudan a que la vida de un cosmético sea más larga. Son muy útiles porque evitan la aparición de microorganismos, hongos o bacterias. De hecho, son los conservantes más comunes en productos de higiene y belleza. Su nomenclatura química es ‘éster de para-hidroxibenzoico’ y contienen metanol, propanol y etanol. El 90% de los parabenos que se utilizan en cosmética son sintéticos, la mayoría derivados del petróleo y, además de los champús, los podemos encontrar en geles, tónicos, maquillaje, desodorantes o dentífricos.

Fue en 2004, a raíz de un estudio de la Universidad de Reading (Reino Unido), cuando los parabenos se pusieron en el punto de mira. Los científicos encontraron restos de parabenos en tejidos procedentes de mujeres que tenían cáncer de mama. Tras esa alerta se han llevado a cabo muchos estudios para descubrir si los parabenos podían ser un factor que contribuyera a desarrollar cáncer de mama debido a la capacidad de imitar la hormona femenina, estrógeno, que impulsa el crecimiento de estos tumores. Por eso, en octubre de 2014, la Comisión Europea prohibió el uso de 5 parabenos en cosmética (Según (Reglamento (UE) nº 358/2014 de la Comisión): Isopropilparabeno, Isobutilparabeno, fenilparabeno, bencilparabeno y pentilparabeno.

Los parabenos pueden provocar dermatitis, enrojecimiento, picor, inflamación, sequedad y tirantez

Aún no se ha podido probar esta relación entre los parabenos y el cáncer de mama, pero sí que ejercen efectos nocivos para nuestro cuero cabelludo. Estos conservantes pueden provocar dermatitis, enrojecimiento, picor, inflamación, sequedad y tirantez. Se pueden encontrar en la lista de ingredientes con los nombres de: paraben, parabeno, parabens, metiloparaben, propiloparaben, butiloparaben, etiloparaben, y otros con el sufijo -paraben.

Alternativas: Gracias a la mala fama de los parabenos que desencadenó una gran presión social en contra, muchos fabricantes de cosmética los han sustituido por otros conservantes como el sodium benzoate con potassium sorbate, el dehydracetic acid, o el gluconodactone con sodium benzoate. Es decir, compuestos que ejercen la misma función y más seguros.

Desafortunadamente, si leemos las etiquetas de los champús comerciales, seguramente encontraremos uno o varios de estos ingredientes perjudiciales, porque las grandes marcas los utilizan habitualmente gracias a su precio reducido y su utilidad efectiva. Por eso, es recomendable pasarse a la cosmética natural y elegir siempre productos fabricados a base de ingredientes naturales para lucir una melena cuidada, saludable y BIO.

Autora: Neus Palou, Periodista especializada en medio ambiente

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Bio Eco Actual Diciembre 2022