Uno de los objetivos del control de la producción ecológica es garantizar al consumidor final que todos los procesos seguidos desde la tierra a la mesa, se han realizado de acuerdo con una serie de normas establecidas, en nuestro caso, para el conjunto de países de la Unión Europea.

suelo normativa
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Reglamento (UE) 2018/88

La normativa marco que regula la producción, elaboración, etiquetado y el sistema de control de los productos ecológicos en la UE está recogida en el Reglamento (UE) 2018/848 y la vigilancia en su cumplimiento corresponde a organismos o autoridades de control, que son entidades de carácter público o privado que garantizan la verificación del cumplimiento de la legislación de todos los operadores inscritos en los registros.

Además, un producto o un alimento ecológico, debe llevar impreso el logotipo de la UE y el código numérico de la entidad de control de quien depende el operador responsable, además de su propia marca y los términos específicos de la producción ecológica. Todo este engranaje legislativo impide o al menos dificulta prácticas fraudulentas en el proceso de producción, elaboración o comercialización y con ello se vuelve de nuevo a intentar asegurar al consumidor el mantenimiento de los niveles de calidad que van siempre de la mano de la producción ecológica.

Llegados a este punto del artículo, ya que en los consumidores recae un peso decisivo, la compra, podemos pensar que los ciudadanos y ciudadanas que consumen productos ecológicos son un “ente” conocedor no sólo de la normativa que debe cumplir un operador ecológico sino también de cómo esta normativa repercute sobre la dinámica de la vida en los agrosistemas, sobre la mejora y conservación de los diferentes recursos o sobre la calidad y vitalidad de los alimentos.

Todo este engranaje legislativo impide o al menos dificulta prácticas fraudulentas en el proceso de producción, elaboración o comercialización

Cómo la normativa aborda el suelo

Para mejorar ese conocimiento, en este artículo vamos a hablar de cómo la normativa aborda el suelo, con fines productivos. El Reglamento 2018/848 nos recuerda que, en línea con la política medioambiental de la UE, la producción ecológica contribuye a “la estrategia temática para la protección del suelo”, y nos recomienda actuar preventivamente en cuanto a su conservación, haciendo hincapié en que el cultivo debe estar vinculado al suelo y estableciendo las condiciones para el uso de elementos fertilizantes y acondicionadores de suelos.

Siguiendo con el Reglamento, “mantener la fertilidad de los suelos a largo plazo” es uno de los objetivos generales del modelo y si nos adentramos en las normas relacionadas con la gestión y la fertilización del suelo para la producción vegetal, la normativa deja claro:

  • Que se debe incrementar la materia orgánica, reforzar la estabilidad y la biodiversidad edáficas, prevenir la compactación y la erosión del suelo, controlando entre otros los sistemas de labranza utilizados.
  • Que se mantendrá e incrementará la fertilidad y la actividad biológica del suelo mediante: rotaciones, abonos verdes, praderas, diversidad vegetal y aportes de materia orgánica o estiércol animal sólido o líquido – con limitaciones de 170 kilogramos de nitrógeno al año por hectárea-. Ambos de preferencia compostados y de producción ecológica.
  • Que cuando haya estiércol excedentario se establezcan acuerdos de cooperación con otros operadores eco, con el fin de usarlo en unidades de producción ecológica.
  • Que si las prácticas mencionadas no fueran suficientes para la óptima nutrición vegetal se podrán utilizar fertilizantes y acondicionadores autorizados obligando a los operadores a llevar un registro de su uso.
  • Que no se podrán utilizar fertilizantes nitrogenados minerales, que se podrá activar el compost con preparados a base de plantas y microorganismos y éstos, también pueden ser utilizados para mejorar las condiciones generales del suelo o la disponibilidad de nutrientes.
  • Que igualmente podrán utilizarse preparados biodinámicos.
  • Y que está prohibido el uso de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados) en fertilizantes, acondicionadores de suelo o microorganismos edáficos.
La Euro Hoja es el sello de certificación valido en toda Europa, que garantiza que dicho alimento es ecológico

Control de plagas y enfermedades

El suelo también es mencionado como medio para el control de plagas y enfermedades edáficas, así como el control de arvenses, destacando:

  • Técnicas de cultivo como la biofumigación y procesos térmicos como la insolación y en el caso de cultivos protegidos, el tratamiento a poca profundidad del suelo con vapor.
  • O para el control de arvenses, métodos mecánicos o térmicos.

Y por supuesto, el suelo es el sustrato sobre el que se asienta la ganadería ecológica, desarrollando todo su potencial y sus capacidades:

  • La normativa “limita el número de animales para minimizar el sobrepastoreo y el deterioro, la erosión y la contaminación del suelo”.

Llegados aquí, seguro que sabemos un poquito más sobre las obligaciones del sector productivo en la gestión del suelo; quedándonos claro que detrás de un alimento de calidad siempre hay un esfuerzo humano para conseguirlo, en algunos casos acompañado de más restricciones y trabas burocráticas que facilidades.

Detrás de un alimento de calidad siempre hay un esfuerzo humano para conseguirlo

La realidad es que a ningún otro modelo agroalimentario productor de los miles de kilos de alimentos que inundan los supermercados se le obliga a atenerse a las restricciones y a los pagos que debe realizar un operador ecológico.

La normativa nos exige sancionar lo erróneo, pero en ninguna de las líneas del Reglamento he leído nada sobre la necesidad de que los Estados miembros estén obligados a ayudar a una mayor y mejor formación, a facilitar la obtención de materias orgánicas de calidad, a posibilitar la realización gratuita de análisis de suelos para evaluar si las buenas prácticas funcionan, y así un largo etcétera de mejoras directas e indirectas encaminadas no sólo a la calidad edáfica sino también a la resiliencia ecosistémica y social del sector. Si de la burocracia no sale, os invito a sentir que estamos en el principio de un año enfocado al agradecimiento y al compromiso con nuestro sector ecológico.

Autora: Juana Labrador Moreno, Dra. en Biología y Profesora de Agroecología en la Escuela de Ingenierías Agrarias de la Universidad de Extremadura

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Bio Eco Actual Marzo 2023