Johanna Eckhardt estudió lingüística en la Universidad de Viena y en España. Trabajó en Austria, España y Francia como profesora de idiomas y en el sector turístico. En 2015, realizó unas prácticas en el equipo de política de semillas de ARCHE NOAH. Desde 2016, forma parte de la coalición europea No patents on seeds!, donde es coordinadora del proyecto, centrándose en la comunicación pública y el contacto con expertos de los Estados contratantes de la Oficina Europea de Patentes (OEP).

Johanna Eckhardt

El 50% del mercado mundial de semillas está controlado por sólo 4 empresas. ¿Es patentable la diversidad genética?

Según la Directiva 98/44/CE sobre biopatentes y el Convenio sobre la Patente Europea de la OEP, las invenciones técnicas son patentables. La edición del genoma se considera técnica. No se permiten las patentes sobre plantas y animales derivados de la cría tradicional, como el cruce y la selección. Las lagunas legales son las culpables de que en los últimos 15 años se hayan concedido más de 200 patentes sobre cría tradicional sobre brócoli, tomate, lechuga, soja, melón, cebada y cerveza.

«Las lagunas legales son las culpables de que en los últimos 15 años se hayan concedido más de 200 patentes sobre cría tradicional»

¿Cómo afectan las patentes a la biodiversidad?

Necesitamos diversidad genética en las plantas para que los obtentores puedan adaptarlas a nuevas condiciones ambientales (plagas, enfermedades, cambio climático) y que nuestro sistema alimentario sea resistente. Cuando se concede una patente sobre un rasgo específico de una planta, puede afectar a muchas variedades vegetales y los obtentores pueden dejar de tener acceso al material genético. Esto pone en peligro la agrobiodiversidad y la seguridad alimentaria. Si las grandes empresas expulsan del mercado a los pequeños y medianos obtentores, acabaremos teniendo una cantidad muy limitada de variedades de semillas y un monopolio del mercado.

«El 50% del mercado de semillas está en manos de cuatro grandes empresas que poseen dos tercios del mercado de pesticidas»

¿Por qué nació No Patents on Seeds!?

El principal objetivo de No Patents on Seeds! es acabar con las lagunas jurídicas y garantizar que se aplique la prohibición de las patentes sobre la cría convencional. Pedimos a los 39 Estados contratantes de la OEP que actúen, nos dirigimos a los ministros y organizamos campañas públicas. Nuestra última petición reunió más de 250.000 firmas contra las patentes sobre semillas.

Las semillas convencionales o híbridas se utilizan en gran parte de la producción bio.

El 50% del mercado de semillas está en manos de cuatro grandes empresas que poseen dos tercios del mercado de pesticidas. No tienen ningún interés en la agricultura bio. Las patentes les dan aún más poder. No hay suficiente oferta de semillas ecológicas. Necesitamos más apoyo financiero público para el cultivo bio. La actual ley favorece las semillas híbridas y hace muy difícil que el material heterogéneo entre en el mercado porque no puede cumplir las características exigidas, como la uniformidad.

«Necesitamos un marco jurídico que excluya de la patentabilidad el fitomejoramiento tradicional»

¿Por qué elegir semillas tradicionales?

Para ser resistentes a las plagas, enfermedades y las cambiantes condiciones climáticas, es muy importante disponer de una enorme variedad genética en nuestros cultivos alimentarios. Las variedades locales pueden adaptarse durante generaciones a una región específica. Hay cultivos que aportan mucho valor en cuanto a sabor, cultura gastronómica, patrimonio regional, producción local de alimentos, salud y placer para los ojos y papilas gustativas. Merece la pena protegerlos. Sin semillas, no hay alimentos. Un bien tan importante no debería dejarse en manos de unas pocas grandes corporaciones, sino que debería formar parte de nuestra cultura y de nuestra agricultura.

¿Qué debe cambiar para lograr una agricultura más sostenible?

Necesitamos un marco jurídico que excluya de la patentabilidad el fitomejoramiento tradicional para que los pequeños y medianos agricultores no se vean obligados a abandonar el mercado. Los Estados contratantes tienen que tomar medidas políticas para salvaguardar la biodiversidad y la seguridad alimentaria. Los responsables políticos tienen que apoyar un sistema resistente que favorezca la cría y la agricultura ecológicas y el uso de una gran diversidad de variedades vegetales tradicionales. Como consumidores, podemos decidir si apoyamos a las grandes empresas alimentarias o a los agricultores ecológicos locales que actúan de forma sostenible y proporcionan alimentos de alta calidad buenos para nuestra salud y el planeta.

Autora: Ariadna Coma, Periodista.

Suscríbete a la Newsletter y recibe Bio Eco Actual gratis cada mes en tu correo

Bio Eco Actual, tu mensual 100% ecológico
Leer
Bio Eco Actual Abril 2023