La sequía ha cobrado una relevancia cada vez mayor debido al cambio climático. En este escenario, la agricultura se enfrenta a grandes desafíos para garantizar la producción de alimentos y abastecer a la creciente población mundial. Sin embargo, la agricultura ecológica ha demostrado ser más resistente a sus efectos.

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Hacer frente a la sequía

Un enfoque agrícola sostenible puede ser una solución prometedora en tiempos de escasez de agua. ¿El motivo? Los cultivos ecológicos son capaces de resistir mejor los períodos de sequía debido a diversas prácticas agrícolas que fomentan la conservación del agua y la salud del suelo.

La salud del suelo

Una de las principales razones por las que la agricultura ecológica muestra una mayor resiliencia frente a la sequía es su enfoque holístico y su énfasis en la salud del suelo. Los agricultores ecológicos trabajan para mantener la estructura y la fertilidad del suelo a través de la aplicación de técnicas como la rotación de cultivos, el uso de abonos naturales y el compostaje. Esto crea un entorno favorable para los cultivos, permitiéndoles desarrollar sistemas de raíces más fuertes y profundos, lo que a su vez les ayuda a extraer agua de las capas más profundas del suelo de manera eficiente durante los períodos de sequía.

En declaraciones a Efe Agro, el presidente de Ecovalia, Álvaro Barrera, señala que la característica principal de este tipo de agricultura es la capacidad del suelo de retener eel agua gracias a su propia estructura. Los compuestos nitrogenados y las sustancias químicas que aportan los recursos fitosanitarios a los cultivos convencionales dañan el suelo y, bajo episodios de sequía, bloquean la absorción de agua, haciendo que el suelo se queme y las plantas no tengan aporte hídrico. Sin embargo, la agricultura ecológica carece de estas sustancias y, por lo tanto, los cultivos tienen más capacidad para sofocar el calor, explica Barrera.

Las prácticas agrícolas sostenibles fomentan la conservación del agua y la salud del suelo

Por otro lado, al evitar el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, los agricultores ecológicos protegen la calidad del agua y minimizan el impacto negativo en los ecosistemas acuáticos, lo que es especialmente relevante en tiempos de sequía, cuando los recursos hídricos son aún más escasos y valiosos.

Diversidad y adaptabilidad

Los sistemas agrícolas ecológicos suelen tener una mayor diversidad de cultivos. Algunas plantas pueden ser más resistentes a la sequía que otras, lo que brinda una mayor probabilidad de obtener una buena cosecha, incluso en condiciones de escasez de agua.

Otro factor clave es la adaptabilidad. La agricultura ecológica promueve la presencia de vegetación nativa y la conservación de la biodiversidad en general. Esto puede tener un impacto positivo en la regulación del clima local, ya que la diversidad de plantas y la presencia de árboles pueden influir en la retención del agua en el suelo y en la formación de microclimas más favorables para los cultivos.

En un momento en el que la sequía y el cambio climático representan desafíos significativos para la producción de alimentos, apoyar e invertir en prácticas agrícolas sostenibles ayuda a optimizar el uso del agua, mejorar la capacidad de retención del suelo y promover sistemas agrícolas más adaptables a los desafíos del cambio climático.

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Bio Eco Actual Mayo 2023