La Cándida es un hongo que vive habitualmente en nuestro cuerpo. Forma parte del conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino, boca y vagina. En condiciones normales la cándida no es dañina. Solo cuando crece más de la cuenta puede dar lugar a infecciones (candidiasis).

La candidiasis aparece en personas predispuestas cuando su sistema inmune no está funcionando a pleno rendimiento. También puede ocurrir cuando se altera el equilibro que existe normalmente entre la cándida y otras bacterias que conviven con ella, como los lactobacillus. Si desciende el número de estas bacterias beneficiosas, las cándidas pueden proliferar y producir infecciones.

Cómo prevenir la candidiasis de forma natural

¿Qué factores de riesgo predisponen a la candidiasis?

  • Todas las circunstancias que disminuyan la inmunidad, como una mala alimentación, el abuso de antibióticos, el uso prolongado de corticoides, y ciertas enfermedades como la diabetes o la insuficiencia renal.
  • Durante el embarazo la candidiasis vaginal es más frecuente, debido a los cambios hormonales y metabólicos. También los bebés son más propensos a padecer candidiasis en el área del pañal, aunque tampoco es raro que sufran algún episodio de candidiasis oral (muguet) en los primeros meses de vida.
  • En las personas con alteraciones importantes de la inmunidad (por ejemplo inmunodeficiencia o cáncer), la candidiasis puede ser muy grave, extenderse por todo el cuerpo y poner en peligro la vida.

La mejor forma de protegernos frente a una infección por cándidas es mantener un estilo de vida saludable, que incluye una buena alimentación y una higiene adecuada. Comer abundantes frutas y verduras nos aportará vitamina C, esencial para mantener el sistema inmune activo, además de multitud de antioxidantes. Los alimentos con propiedades probióticas, como el yogur y el kéfir (también los elaborados con leches vegetales), el miso, el tempeh, o el chucrut, alimentan a las bacterias intestinales beneficiosas, que mantienen a raya a las cándidas.

Es esencial limitar el consumo de azúcar y de cereales refinados

Las cándidas crecen mejor en lugares húmedos como los pliegues. Por ello las personas predispuestas deben secar bien estas zonas tras la ducha. En los bebés el área del pañal debe mantenerse lo más seca posible; las cremas de caléndula pueden ayudar a calmar las irritaciones leves antes de que vayan a más. Para prevenir la vulvovaginitis debemos evitar usar jabones agresivos que alteren la flora vaginal normal, así como las duchas vaginales, el contacto con tejidos que no sean naturales y el uso de ropa ajustada.

¿Qué suplementos nos pueden ayudar a prevenir la candidiasis?

Los arándanos rojos tienen una larga tradición en la prevención de las infecciones urinarias y se cree que podrían jugar también un papel en la prevención de la candidiasis vaginal.

Algunos probióticos, principalmente Lactobacillus, se han mostrado eficaces en la prevención y el tratamiento de la candidiasis vaginal, tanto cuando se toman por vía oral, como cuando se utilizan de forma local (óvulos vaginales).

El sistema inmune necesita zinc; deficiencias leves de este mineral parecen incrementar el riesgo de recurrencia de candidiasis. Aunque todavía no está claro si los suplementos de zinc son eficaces, en casos de candidiasis repetidas puede merecer la pena hacer un tratamiento de prueba.

Si ya tienes una infección activa por Cándida es importante que consultes con tu médico para que descarte otros problemas y te prescriba un tratamiento adecuado.

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Autora: Miriam Martínez Biarge, Médico Pediatra, www.mipediatravegetariano.com

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Bio Eco Actual Septiembre 2020