El nombre Chlorella proviene de la palabra griega chloros (Χλωρός), que significa verde. Es una microalga verde unicelular que crece en agua dulce y ha estado presente en la Tierra desde el período pre-Cámbrico, y a lo largo de todo este tiempo su integridad genética se ha mantenido constante.
Chlorella vulgaris posee una larga historia de uso como fuente de alimento y tiene una composición única y diversa en macro y micronutrientes, que incluye: proteínas, glucanos, ácidos grasos omega-3, ácidos grasos poliinsaturados, carotenoides, ácidos nucleicos, minerales y oligoelementos. Contiene además una amplia variedad de compuestos antioxidantes que incluyen: β-caroteno, luteína, clorofilas (a y b), tocoferoles, vitamina-C, licopeno, luteína, astaxantina, y oligoelementos como el zinc, el cobre y el magnesio que son cruciales para el desempeño de la función antioxidante.
Para el consumo humano es fundamental consumir Chlorella que provenga de cultivos monitorizados libres de contaminantes
El alga Chlorella es un desintoxicante natural
El organismo humano tiene que tratar con diferentes tipos de toxinas; las procedentes del medio ambiente y las que produce el cuerpo humano durante su funcionamiento normal. Para la eliminación de estos compuestos tóxicos, el cuerpo está dotado de vías metabólicas específicas que procesan dichos productos, no deseados, conduciéndolos hacia los órganos encargados de su eliminación. Cuando los sistemas naturales de eliminación no están funcionando bien, o se encuentran sobrecargados, las toxinas pueden acumularse en el cuerpo conllevando efectos potencialmente nocivos para la salud.
El alga Chlorella se ha utilizado tradicionalmente en Asia por su capacidad para unirse a algunos contaminantes y eliminarlos de forma natural, constituyendo un refuerzo natural para los mecanismos de desintoxicación.
Diferentes estudios muestran que es una eficiente descontaminante de aguas residuales contaminadas con metales pesados como el mercurio, el cadmio, el níquel o el zinc. Para el consumo humano es fundamental consumir Chlorella que provenga de cultivos monitorizados libres de contaminantes.
Los estudios realizados en modelos animales han demostrado que Chlorella puede contribuir a la prevención de la absorción gastrointestinal y a potenciar la excreción fecal del plomo. También puede aumentar la eliminación del mercurio a través de las heces y la orina en 24h, y en el transcurso de tres semanas, lo que reduce la acumulación de metales pesados en los tejidos, favoreciendo su eliminación vía fecal y urinaria.
Autora: Maribel Saíz Cayuela, Licenciada en Ciencias biológicas, PGD. Dietética y nutrición
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