El conocimiento tradicional nos ha dejado multitud de usos de infusiones para fines curativos o refrescantes. Entre ellas, la más conocida es el té, las hojas y brotes de la planta Camellia sinensis. Su uso en Asia ha sido y es omnipresente, y no sólo con fines curativos, sino como elemento social. Este hecho impresionó de tal modo a los colonizadores ingleses en China que lo asumieron como propio y extendieron su uso también por Occidente, de modo que en la actualidad es la bebida más consumida en el mundo, después del agua.
Como producto procedente de culturas milenarias, su proceso de extracción y secado ha tenido tiempo de adquirir diversas formas y características, dando lugar a las numerosas variedades y subgéneros que hoy conocemos, todas procedentes de la misma planta. Se suelen clasificar por su grado de fermentación y el color que adquieren sus hojas o infusión. Las más conocidas son:
- Té verde: El más usado y preferido en Oriente. Se calienta, seca y fragmenta tras la recolección, sin que se oxide. De sabor fresco, color verde y bajo en teína, se suele tomar solo. Se considera el más beneficioso para la salud por la cantidad de sus compuestos activos.
- Té azul Oolong: Su oxidación y fermentación es lenta e intermedia entre el té verde y el té negro. Desarrolla un aroma a flores y frutas muy sutil y agradable.
- Té negro: El más usado en Occidente. Tiene una oxidación y fermentación completa que oscurece sus hojas. La infusión es de color rojizo y rica en teína. Tiene a su vez muchas variedades según su origen como el té de Ceilán o el Darjeeling.
- Té rojo Pu-erh: Es un té que se ha dejado madurar un mínimo de dos años antes de su uso. Las hojas tienen un tono rojizo, aunque la infusión es de color oscuro.
- Té blanco: Se elabora con brotes tiernos protegidos del sol para evitar la clorofila. Se cosechan y secan sin fermentación. Las hojas presentan un color blanco o plateado.
- Kukicha: Es un té del que se recolectan las ramas y peciolos de la planta, además de las hojas y brotes. De color amarillo verdoso, tiene un sabor característico al incluir estas otras partes de la planta.
- Té matcha: Es un té verde de origen japonés que se utiliza molido.
La extensión del té a lo largo del planeta no es sólo a causa de su agradable sabor ligeramente amargo y astringente, sino también por sus cualidades refrescantes y saludables. Lo que lo hace característico es su acción estimulante gracias a la teína, que es una variedad de cafeína, y puede llegar a constituir un 3% de su peso en seco, dependiendo de la variedad. Mientras que en el té negro puede haber hasta 40 mg de cafeína por taza, el té verde contiene sólo la mitad. Con todo, está lejos de los 80 mg que proporciona el café.
El consumo diario de té ejerce beneficios para la salud debido a las propiedades de sus elementos
Es un gran hidratante, que calma la sed y aporta energía incluso en condiciones extremas. Al mismo tiempo, actúa contra la retención de líquidos, de modo que desintoxica el organismo de toxinas como el ácido úrico, antibióticos, exceso de colesterol y otros elementos perjudiciales. Esta propiedad diurética se aúna con su función estimulante del metabolismo para facilitar la disolución de las grasas, por lo que es un excelente complemento en dietas de adelgazamiento.
Se considera probado que el consumo diario de té ejerce beneficios para la salud debido a las propiedades de sus elementos. Es sobre todo una planta medicinal con una asombrosa cantidad de compuestos fitoquímicos. Contiene antioxidantes, flavonoides, polifenoles y catequinas, que le confieren numerosas propiedades, especialmente antiinflamatorias, neuroprotectoras y calmantes. Se le atribuye una acción directa sobre la longevidad de diversos pueblos orientales, por retrasar la oxidación celular, evitar la degeneración del sistema nervioso y cardiovascular y proteger frente a diversos tipos de cáncer. Del mismo modo, sus flavonoides protegen los capilares sanguíneos y la salud de la vista. Estas propiedades ancestrales son objeto de numerosos estudios científicos con resultados prometedores.
La forma de preparación del té varía según su tipología. En general los tés más negros y fuertes se elaboran en agua casi hirviendo, mientras que los más suaves como el té verde prefieren una temperatura del agua entre 65 y 90ºC, que mantiene mejor sus sabores. No se deben cocinar las hojas, sino que se echan en infusión, en el agua caliente, ya fuera del fuego. El tiempo de reposo de 2 a 5 minutos facilita la disolución de sus elementos. Cuanto más rápido, será más alto en cafeína, y cuanto más lento, más rico en otros polifenoles más relajantes. Algunos tés verdes japoneses se elaboran a 50ºC, con un tiempo de reposo de 20 minutos. El llamado té helado se elabora también en caliente, y se enfría a posteriori, de modo que es un excelente refresco veraniego.
Se le atribuye una acción directa sobre la longevidad por retrasar la oxidación celular y evitar la degeneración del sistema nervioso y cardiovascular
El té negro se ha aromatizado tradicionalmente según la zona con otros ingredientes como pétalos de rosas, flores de jazmín, bayas, limón o especias como canela y cardamomo en las preparaciones de los chais hindús. También es habitual cortarlo con leche o soja. El té verde se toma sólo, a excepción de su uso tradicional en el Magreb, que es con menta o hierbabuena y azucarado.
La bebida kombucha se elabora con una infusión de té rojo o negro azucarada que se deja fermentar durante quince días con el hongo kombucha, de manera que genera un proceso de fermentación con numerosos microorganismos muy beneficiosos para la flora intestinal. Es característica de las zonas donde el té ha sido un referente cultural.
El té ha supuesto, en numerosas culturas, un elemento de hospitalidad que se ofrecía a los visitantes, no sólo para reconfortarles de sus fatigas, sino también como símbolo de paz. Una buena forma de viajar es conociendo las diversas tipologías de tés y sus ritos. Más allá de la bebida puede establecer un elemento de concordia global.
Autora: Mercedes Blasco. Máster en Nutrición y Salud bonavida099.blogspot.com
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